Antequera biofílica ¿y por qué no?
«Nuestra urbe, nuestras calles y plazas en Antequera, deben convertirse en un espacio conciliador en el objeto de una naturalización verde que nos enriquezca y fortalezca. No hay otra y vamos tarde». | Juan Manuel Ruiz Cobos
Juan Manuel Ruiz Cobos es un experto en Jardinería con más de 30 años de experiencia en el diseño, creación y mantenimiento de espacios verdes urbanos. Director técnico de Jardines de Icaria y presidente de la Asociación Multisectorial de la Jardinería Andaluza. Ávido de conocimientos y actualización de técnicas tiene una extraordinaria formación en Infraestructuras Verdes Urbanas. Apasionado de la lectura y de Antequera, de su historia y de su desarrollo como ciudad, de sus costumbres y de su patrimonio cultural, artístico, paisajístico y gastronómico. Gran conocedor, amante y defensor de su pueblo, al que lleva siempre donde quiera que vaya.
Celebrando este nuevo espacio de encuentros y la mano tendida de su mentor, me gustaría comenzar en estas entregas, hilando sobre lo que debiera de contener la Ciudad de Antequera para ser una urbe más sana, más resiliente.
Decía Josép Fontseré y Mestre, arquitecto y maestro de obras en la Ciudad
Condal hace casi dos siglos, “que los jardines, son a la ciudad lo que los pulmones al cuerpo humano”. Una rotunda constatación, que me trae hasta el tercer aniversario de un catorce de marzo de 2020, en el que la pandemia Covid 19, enmudeció nuestras calles y nos marcó duramente.
|Sí, ayer pequé mirando hacia atrás para reencontrarme con el recuerdo de un
silencio imperturbable que nos llenó de preocupación y nos quebrantó.|
El lapso covid, el tiempo de la incertidumbre por lo más preciado, nos golpeó de la forma más inesperada, haciéndose un hueco entre las pandemias históricas que más han sacudido a la humanidad. Desde la edad antigua, listamos crisis sanitarias devastadoras que encuentran en común el origen antrópico de las mismas o, dicho de otra forma, como decía Walter Kelly: “Nos hemos encontrado con el enemigo y el enemigo somos nosotros”.
Éramos frágiles, y lo vamos seguir siendo. La ciencia nos viene recordando con especial insistencia que conservar la biodiversidad se traduce en preservar nuestras vidas. Rodearnos de ecosistemas saludables, funcionales y ricos en especies, nos fortalece y blinda ante los conflictos biológicos que seguirán compareciendo de no planificar estrategias preventivas.
Nuestra urbe, nuestras calles y plazas en Antequera, deben convertirse en un espacio conciliador en el objeto de una naturalización verde que nos enriquezca y fortalezca. No hay otra y vamos tarde.
Hablaremos en sucesivas incursiones, del árbol urbano, eje de la infraestructura verde, de sus
beneficios ecosistémicos y de lo fundamental que es y ya se advierte, un cambio de paradigma en la forma de entender el capital natural de la Ciudad. Para ello, se hace vital planificar y disponer los
medios suficientes y acordes a una gestión novedosa, que piense en la resiliencia de la urbe ante el calentamiento global y garantice, salud y confort climático. | Juan Manuel Ruiz Cobos