«Clandestino» caminará 10 rutas contemplativas, interesantísimas y preciosas, por Antequera

El 9 de noviembre, desde las 8 a las 11 de la mañana, con luz suave de mañanita de domingo y una brisa tranquila de otoño, se celebró la primera de las diez rutas urbanas diseñadas por Fernando del Pino para Equipo Clandestino.

Un paseo que invitaba a perderse, aunque no en el sentido clásico, sino en los pequeños detalles que forman nuestra ciudad. A las 8 de la mañana, con puntualidad inglesa, un grupo de curiosos aficionados a la vida cultural nos reunimos en Coso Viejo para adentrarnos en una experiencia diferente. Un recorrido contemplativo, una oportunidad para desacelerar el ritmo, frenar el tiempo y mirar con otros ojos el entorno que creemos conocer.

El Clandestino de Ruta Contemplativa es una invitación a sentir. No busca ser una clase de historia de la ciudad (también bonitas e interesantes). Lejos de ofrecernos especialmente datos, fechas o hechos históricos complejos, la propuesta organizada se basa en dirigir nuestra atención hacia lo que normalmente pasa desapercibido. Se trata de detener el tiempo en la mirada, vistas, texturas y detalles sutiles casi invisibles cuando nos apresuramos por la ciudad.

A lo largo del recorrido, no hubo prisa por llegar, solo un caminar tranquilo, sin ningún desafío físico, solo disfrutar del entorno en compañía. Un paseo agradable, accesible, sin más complicación que la de mirar con atención. Porque la magia de este intento de conexión cultural radica en esa pausa. Es como si al detenernos, al ralentizar el paso, pudiéramos escuchar mejor la ciudad, ver sus secretos más escondidos, esos que solo se revelan cuando la rutina cesa y nos damos el permiso de observar con calma.



Fernando del Pino, con su guía serena, a quien «Clandestino» ha elegido como el cicerone ideal por su versatilidad, su conocimiento y su generosa actitud de entrega social permanente, nos contó alguna que otra anécdota, apenas unas pinceladas para situarnos, pero fue la ciudad misma la que habló. Al caminar por esos rincones olvidados, nos dimos cuenta de cuántos detalles habíamos pasado por alto en tantas otras ocasiones. Y lo mejor de todo, nos sorprendió saber que esas vistas, esos lugares, han estado ahí siempre, pero nunca antes los habíamos visto con esa intensidad y de esa forma.

El paseo tiene otros alicientes sorpresa que, seguro que quedan dentro de cada participante como un punto inolvidable del largo recorrido de sus vidas.

Cada parada, cada giro, cada rincón fue una invitación a detenernos y a redescubrir la ciudad desde un ángulo nuevo. No voy a desvelar la ruta seguida, pero pudimos apreciar la ciudad desde puntos estratégicos, algunos cotidianos y más conocidos; otros desde los que estamos seguros que el noventa por ciento de los antequeranos no han divisado.
La conversación dicharachera durante el paseo da mucho de sí, todos los asistentes pueden contar lo que consideran que aporta al descubrimiento de vistas y detalles que sorprenden por no habernos percatado de ellas jamás, aún viviendo en Antequera.

Al final del recorrido, como si el paseo no se hubiera agotado, continuamos el encuentro con un desayuno imprescindiblemente antequerano (ya sabéis …mollete, aceite de oliva virgen extra de la vega y tomate del lugar con jamón bellota; eso sí, este de los Pedroches). Un espacio más para seguir charlando, compartiendo sensaciones y, sobre todo, para alargar ese sentimiento de conexión con la ciudad y con nosotros.

«Clandestino» es una acción cultural pacífica y sin ánimo de lucro que aporta propuestas en diferentes facetas ( con autenticidad, sin simulacro ni masificación ) al enriquecimiento ciudadano, momentos especiales que contribuyan al bienestar en distintas facetas sociales y culturales

Nuestros amigos de AFA estaban en ese fin de semana en su propia ruta en las Lagunas de Ruidera y e Tablas de Daimiel, así que no pudieron venir. Habrían tomado escenas magníficas de detalles únicos. Pena de coincidencia de fechas.
Aún así, valgan estas imágenes de móvil pachanguerillo como ilustración general y modesta de algunos lugares de este primer paseo «Clandestino de Ruta contemplativa»

Asistentes a este «Clandestino de Ruta Contemplativa» (fuera de imagen, algunos que se incorporaron algo más tarde
y Fernando del Pino, detrás de cámara, que quiso fotografiar el momento de la quedada).