Cultura de Vino | Carmen Aparicio
Mi respuesta siempre es: yo soy más de todos.
Cada uno en su momento, pero además no tiene por qué ser momentos exactos. Caemos también quizás en la afirmación de que los vinos blancos son vinos para pescado y los vinos tintos para carne…
…Pero el mundo de los vinos blancos es algo interminable y fascinante.
Comenzamos con los vinos llamados generosos o fortificados. Su mayor producción se da en el Marco de Jerez, Montilla Moriles y en algunas otras zonas de España. Son vinos más alcohólicos, más punzantes, pero también más salinos y gastronómicos. Son vinos ideales para empezar, para abrir boca, una copa de manzanilla, acompañada de un buen jamón, y queso…
Dentro de esta misma categoría encontramos vinos más complejos como amontillado, oloroso y palo cortado, que nos llevan a comidas más contundentes.
Otros vinos blancos a los que se les dio un único lugar en las comidas son los vinos dulces. Un claro ejemplo de que es erróneo, es el famoso Sauternes, que los franceses acompañan muy bien con su foie. En Málaga contamos con un inmenso surtido de vinos dulces para acompañarnos a lo largo de toda la comida, elegiremos dependiendo de la cantidad de azúcar que contenga, llevando al principio los menos dulces y al final los de mayor contenido de azúcar.
Quizás los vinos más consumidos no sean ni los más secos ni los más dulces de los que hemos hablado al principio. En este momento la tendencia es consumir cada vez más blancos con complejidad, por su variedad, por su vinificación o por su crianza. Blancos de uva tinta (blancos de tinta), macerados con su propia piel (brisado), fermentación en vasija de barro, crianza en madera, fermentación que comienza en depósito y termina en botella (ancestrales), con segunda fermentación en botella (cava, champagne, espumoso método tradicional)…
Estos últimos por suerte, ya se han dejado de considerar vinos para postre o para brindar, ocupando un lugar en las comidas importante. Los más jóvenes que son frescos y con mayor acidez se pueden tomar en aperitivo y escoger los de mayor crianza en botella para platos más intensos.
Los vinos blancos siempre se recomiendan que se tomen fríos. Cada uno debe tomarlos a la temperatura que quiera, no seré yo quien dé órdenes, pero sí deciros que un vino demasiado frío en nariz casi no se percibe y en boca pasa totalmente desapercibido.
En lo que sí seguiré siendo monotemática será en recomendaros siempre una buena copa, un buen cristal siempre ayuda a captar mejor los aromas.
En este artículo, como en los anteriores y espero que en los futuros, no pretendo dar lecciones de nada, y menos aún cuando se trata de vino, mi objetivo es volveros más curiosos y ser partícipe en sacaros de la zona de confort.
Llega el momento de la recomendación y siempre se hace difícil recomendar un solo vino, así que hoy os daré opciones de vinos blancos diferentes:
En primer lugar irnos al Aljarafe sevillano con una Viognier, una variedad blanca en un vino llamado Primera Huida
De Montilla-Moriles, me quedo en esta ocasión con un fino en rama, María del Valle.
Un espumoso en método tradicional elaborado en Ronda, Cloe Espumoso con Sauvignon Blanc
Un espumoso en método ancestral, Moscabeo, elaborado por Samuel Párraga .
Y por último pero no tiene que ser el último a tomar, Maestro Viña Axarkía dulce tradicional que nada tiene que ver con los dulces que conocemos.