La afición que en Antequera existe por el croché llevó a nuestro equipo a fijarse en esta creadora de amigurimis de estilo.
Yulia Ustinova es una artista rusa que utiliza el arte del crochet para replicar obras de arte famosas y para confeccionar formas nuevas creadas por ella en esculturas suaves figurativas en poses relajadas y naturales.
Muchas de sus figuras femeninas sugieren ser diosas, ya que tocan instrumentos musicales y aparecen en pedestales, sus generosas curvas recuerdan a la Venus de Willendorf…
Yulia Ustinova
Su madre es escultora y su padre, ilustrador.
Nació en 1962 en Moscú (Rusia). Aprendió a tejer con su madre cuando tenía 5 años y desde entonces confeccionaba su propia ropa a ganchillo y juguetes sencillos, objetos para la casa…
Con una carrera artística profesional muy amplia, que comenzó a los once años estudiando en la Academia de Artes Pictóricas «Allí practicaba pintura, gráficos, escultura y, en mi tiempo libre, croché».
Trabajando como ilustradora, se le ocurrió la idea de fusionar su pasión por el ganchillo con la escultura y empezó a hacer pequeñas obras de arte.
Posteriormente, desarrolló esta técnica creando esculturas tridimensionales en una evolución de su trabajo que la ha llevado a perfilar su propia idiosincrasia artística que define su marca personal
Son esculturas con cierto peso, utiliza lana apretada y una «carcasa» de metal dentro de la piel a la que le ha dado color uniendo cuatro o cinco hebras y así va creando esculturas de mujeres diversas, de todos los colores, formas, posturas y expresiones.
» Aunque mis figuras brillan con vivacidad, veo una tristeza destilada en ellas: una vida personal difícil o una desgracia en el amor».
«Utilizo la forma humana como punto de partida. A veces esta forma está vestida, pero la mayoría de las veces no lo está».
«Elijo las mujeres-escultura, mis gorditas, como suelo referirme a ellas, para no estar vestidas, porque me interesa más la plasticidad y la forma. La ropa hace que mis obras se vean más literarias, más cercanas a las muñecas. Y hago algo así como una parodia de las esculturas clásicas»,
«Todas mis ideas las saco de la vida real que me rodea, de mis pensamientos sobre ciertos hechos. A veces la plasticidad dicta la trama, a veces, por el contrario, en mis obras toman forma sentimientos e impresiones de la vida real».
No suele utilizar modelos reales. Casi siempre el modelo es ella misma y las posiciones de los brazos, piernas y cabeza son creadas con ayuda del espejo. Aunque a veces, «si me surge una idea interesante hago un pequeño boceto«.
El tamaño de sus esculturas es variado, aproximadamente entre 25 y 60 cm.
«Me gustaría hacerlas más grandes, pero hay un marco de metal en el interior y me resulta bastante difícil sostenerlo y girarlo mientras tejo con fuerza para que mis esculturas sean lo más compactas posible. Después de terminar el tejido, las relleno por dentro con algodón».
«En los últimos 10 años he estado usando diferentes colores además del rosa que usaba originalmente y hacía que mis obras parecieran más como muñecas».
Entre las claves de su firma, suele presentar figuras femeninas con cuerpos voluminosos pretendiendo mostrar a la mujer desde una perspectiva contraria al estereotipo popular de la belleza. Pero no lo hace con la intención de decir que aquel estereotipo está mal, sino aportando la idea de que sus esculturas son la otra cara de la moneda en cuanto a esta estética femenina.
«Me interesa más la plasticidad y la forma. La ropa hace que mis obras parezcan más literarias, más cercanas a las muñecas. Y estoy haciendo algo así como una parodia de esculturas clásicas».
A pesar de que sus obras tienen un gran atractivo el trabajo de Yulia Ustinova no ha sido muy conocido fuera de Rusia. Desde hace algún tiempo, sus esculturas están en exhibición permanente en el museo de muñecas de Olga Okudzava, y se exhiben con frecuencia en The Central House of Artists. También sus obras se encuentran en colecciones privadas y museos.
Fuente| Facebook https://www.facebook.com/yulia.ustinova.3 | Instagram : Yulia Ustinova |