La otra cara de la contrariedad | Siendo la vida como es…

Existe la teoría del caos y su efecto mariposa. En este caso, caos entendido no como desorden, sino como desastre (aunque algunos desórdenes son un desastre y viceversa). Pero como contrapartida existe su contrario, el efecto de lo afortunados que somos porque no suceden las miles de cosas que podrían pasarnos. Esto no va de » quien no se consuela es porque no quiere», sino del reconocimiento de que la vida es como es y que, de la misma forma que ocurre el drama, la vida cada día acontece el mayor tiempo en su contrario.

Cuando algo malo nos sucede, acontecimientos que nos sorprenden sin haber sido planeados, pensemos que hay cosas que podrían ser peores y que el resto del tiempo no nos han ocurrido. La sincronicidad para que no nos pasen otras cosas malas también existe.

Según las creencias de cada uno, atribuirá al Universo o al Dios en el que cree, la sincronicidad que produce ese milagro.

Para mí es un bálsamo pensar que, por alguna razón, (mi intimidad conoce la que creo), soy afortunado y agradecido de que, a pesar de las contrariedades y dramas, suceden cosas buenas. Y de que un montón de malas que podrían suceder, se repelen solas cuando pongo mi mirada en eso, en lo que podría haber pasado y no ha sucedido.

Por muchas razones, soy un enamorado de esta película : El curioso caso de Benjamín Button.
Os traigo este fragmento cortísimo de 3 minutos en el que Brad Pitt (Benjamin Button en la película) cuenta tan elocuentemente ese efecto mariposa en sus dos caras: lo que sucede y lo que podría haber acontecido.

(Si prefieres leer en lugar de visionar el vídeo, te lo he transcrito. Puedes leerlo al final).

No te pierdas este momento tan magistralmente contado. Es pura inspiración.


«A veces nos disponemos a estrellarnos y no lo sabemos. Ya sea casual o deliberadamente, no hay nada que podamos hacer al respecto.


Una chica en París se disponía a ir de compras, pero se le olvidó el abrigo y volvió a por él. Cuando cogió el abrigo, sonó el teléfono, así que se detuvo a cogerlo y habló un par de minutos. Mientras la chica estaba al teléfono, Daisy ensayaba para una actuación en la ópera de París. Y mientras ensayaba, la chica, una vez hubo colgado el teléfono, salió a coger un taxi

Un taxista se había bajado tras dejar al último pasajero a tomar un café. Y mientras tanto Daisy seguía ensayando. Y el taxista que se había bajado tras dejar al último pasajero a tomar un café, cogió a la chica que iba de compras y que había perdido el taxi ante él. El taxi tuvo que detenerse para no atropellar a un hombre que había salido hacia el trabajo cinco minutos más tarde por haber olvidado poner la alarma.

Mientras ese hombre que llegaba tarde al trabajo cruzaba la calle, Daisy había terminado de ensayar y se daba una ducha. Y mientras Daisy se duchaba, el taxi esperaba fuera de la butica que la chica recogiera un paquete que no le habían envuelto aún porque la dependiente que tenía que envolverlo había roto con su novio la noche anterior. Y se había olvidado. Una vez envuelto el paquete, la chica, ya en el taxi, vio como un camión de reparto se cruzaba en su camino. Mientras tanto, Daisy se arreglaba.

El camión se apartó y el taxi pudo avanzar. Mientras, Daisy, la última en vestirse, esperó a una de sus amigas, a la que se le había roto un cordón. Mientras el taxi estaba parado esperando a que cambiara un semáforo, Daisy y su amiga salieron por la puerta de atrás del teatro.

¿Y si tan solo una cosa hubiera ocurrido de otra forma? Si ese cordón no se hubiera roto, o ese camión se hubiera apartado segundos antes, o ese paquete hubiera estado envuelto porque la dependienta no hubiera roto con su novio, o ese hombre hubiera puesto la alarma y se hubiera levantado cinco minutos antes, o ese taxista no se hubiera parado a tomar un café, o esa chica no se hubiera dejado el abrigo y hubiera cogido el taxi anterior, Daisy y su amiga habrían cruzado la calle y el taxi habría pasado de largo.

Pero siendo la vida como es… una serie de vidas cruzadas e incidentes que escapan a nuestro control. Ese taxi no pasó de largo. Y ese taxista se distrajo un segundo. Y ese taxi atropelló a Daisy y le destrozó la pierna.

«Hechos y personas en un lugar del mundo pueden estar conectados y ejerciendo influencia sobre hechos aislados y personas lejanas. Pequeñas variaciones en dichas condiciones iniciales, pueden implicar grandes diferencias en el comportamiento futuro; complicando la predicción a largo plazo”.
Efecto mariposa