LA BALSA por Ángeles Venteo
Hace poco, llegué a la conclusión, de que existen sin lugar a dudas, ambientes, situaciones, conversaciones…, que afectan, a veces de forma positiva y otras negativas.
No podía luchar contra los sombríos pensamientos que se amontonaban y
atenazaban mi mente. Era como si presagiara que algo malo iba a ocurrir.
Percibiendo el estado en que me encontraba, se presentó mi amigo Fermín con
dos pasajes para recorrer en barco las islas del Caribe… y allá fuimos.
Al anochecer del tercer día, observé que la tripulación andaba nerviosa, de la
proa a la popa, de babor a estribor y con mis malos augurios, pensé que algo
peligroso estaba sucediendo.
Así fue, se dio la voz de todo el mundo a los botes. Agarré mi chaleco
salvavidas, la botella de champán que estaba a punto de abrir, el boli y la
libreta que tenía delante describiendo mi viaje (por si tenía que mandar un
mensaje en una botella) y salté a una balsa.
En la oscura noche no distinguía nada. Ahora ha amanecido y veo que estoy
completamente solo. De pronto, una carcajada escalofriante, me pone los
vellos de punta. Miro a mi alrededor y sigo estando absolutamente
solo en medio del océano.
LA DAMA DE LAS CAMELIAS | Seudónimo de Ángeles Venteo

Ángeles Venteo Lara nació en San José de la Rinconada (Sevilla) pero hace 41 años que vive en Antequera. Estudió en el Instituto Laboral Femenino y Escuela de Secretarias.
Ha compaginado su labor de ama de casa, con la consulta de Pediatría de su marido.
En 2004 comenzó su andadura en Colaboración Internacional,
concretamente en la provincia de Nara, región del Koulikoro en la República de Malí; hasta que en 2014 tuvo que abandonar el ir hasta allí, por culpa de la
rebelión de los tuaregs y un golpe de estado. Aún sigue en contacto con algunos de los amigos que allí hizo y sobre todo con una niña que se ha traído
en acogida en varias ocasiones, que ya es una mujer casada y con hijos a la que ayudó a hacer la carrera de enfermería y que la llama mamá.
Actualmente
y desde hace muchos años, es la vicepresidenta de la Plataforma para la promoción del voluntariado de la comarca de Antequera.
A Ángeles le gustaba leer desde muy pequeña; ya con cinco años leía de corrido las “Lecturas Graduadas” y el primer libro que le compró su padre fue
“Otra vez Heidi” de Juana Spyri. Aunque siempre le han gustado los libros, solo se planteó escribir cuando en 2015 se le concedió el premio Cristobalina Fernández de Alarcón, pero no comenzó hasta el año pasado que se apuntó al
“Taller de Escritura Creativa”.