«La dama de la Cartuja» de Inma Aguilera | Por Ester Cortés

Sevilla y su tradición alfarera es ampliamente conocida, de ahí que su vega de Triana desde tiempos remotos ya hiciera uso de los abundantes barros de gran calidad que había junto al río Guadalquivir. La calle Alfarería, calle señera de la artesanía sevillana desde el corazón de Triana, mantiene la esencia de un arte que se perpetúa hasta nuestros días. Muchos de esos talleres y fábricas atesoran en sus edificios la belleza de sus obras, resaltando en sus fachadas la maravillosa cerámica trianera. 

En el siglo XIX, concretamente en el año 1841, se reconvierte el monasterio cartujo de Santa Maria de las Cuevas en la fábrica de cerámica especializada en loza, famosa en todo el continente europeo por las piezas exclusivas y de calidad que realizaban. “La Cartuja de Sevilla-Pickman S.A.”, fundada por el británico Carlos Pickman, hizo que su gran éxito empresarial lo catapultara a ser nombrado marqués Pickman por el rey Amadeo I de Saboya, y su fábrica se convirtió en proveedora oficial de la Casa Real. 

Las vajillas cartujanas fueron ampliamente conocidas en el mundo entero gracias al uso de sus formas, decorados y colores propios que le marcaron su impronta característica. Han sido piezas admiradas y apreciadas por muchas familias que fueron traspasando de generación en generación a sus descendientes como un bien muy preciado. Eso marcó su sello de distinción.

En este contexto del amor por la alfarería, la artesanía, el arte y la ciudad de Sevilla, aparece una obra que acaba de aterrizar en el escenario literario actual y que no va a resultar indiferente a ningún lector, “La dama de la Cartuja” de Inma Aguilera.

Una joven escritora malagueña con un gran talento que nos hará descubrir a través de las páginas de su obra, la cerámica sevillana, las artistas alfareras trianeras, y los obreros y trabajadores de la fábrica de la Cartuja. Personajes protagonistas muy potentes, con muchos matices, que nos harán vibrar con cada una de sus historias a través de las diferentes líneas de tiempo por donde transcurren sus vidas. Como buena novela histórica, no faltan en ella el recorrido minucioso que nos hace por diferentes enclaves conocidos, y la relación que tienen sus protagonistas con diferentes personajes reales que fueron relevantes en la sociedad de la época. 

La autora también nos transporta hasta el mundo de la alfarería desde sus entrañas y, más concretamente, desde la fábrica de la Cartuja de Sevilla. Con un gran trabajo de investigación detrás, nos sumerge en la Sevilla de mediados del siglo XIX y comienzos del XX, en el epicentro de lo que fue la fábrica que llevó a la artesanía de la ciudad del Guadalquivir a su máximo esplendor.

Una lectura adictiva, fascinante, misteriosa, que te atrapa a medida que vas leyendo. No querrás parar de leer las aventuras de una saga de mujeres artesanas en la búsqueda de sus propios sueños e inquietudes personales, y de todos aquellos personajes que giran alrededor de sus vidas, para bien o para mal, determinando el futuro de sus destinos. 

Descubre quién es la “La dama de la Cartuja”, su lectura no te dejará indiferente. 

“NO DEJES PARA MAÑANA LO QUE PUEDAS LEER HOY”

Ester Cortés Romero es brillante (Carlos L.| editor).
Diplomada en magisterio y Licenciada en Publicidad y RRPP. Enamorada de la Historia, del Arte, de la Cultura, de los libros, y de su ciudad, Antequera, dando valor a muchas otras del resto del mundo -en especial Sevilla y París-.
Una persona JASP (acrónimo de Joven Aunque Sobradamente Preparada). Con capacidades enormes de documentalista, puede dedicar el esfuerzo de horas “de ratón de biblioteca” hasta encontrar un dato fidedigno para dar rigor a sus escritos y a todo lo que hace, porque a ella no le vale cualquier cosa. Su capacidad didáctica descriptiva es otra de sus virtudes, a la que une la pasión por contar a los lectores cosas interesantes de su Antequera natal donde ha sido y es feliz.
Genial conversadora, culta, inteligente, actualizada, sencilla, familiar, deportista practicante, excelente persona…