No quiero anunciar este concierto solo con carteles. Es Navidad, será maravilloso como los anteriores de años pasados que hemos disfrutado en estas fechas de refugio emocional. Es uno de los conciertos que hay que contar casi en voz baja, como cuando una amiga te dice: “vente, que merece la pena”.
Así me habló Ana Gómez, presidenta de la Coral Ciudad de Antequera, cuando me fue desgranando lo que han preparado para este Concierto Extraordinario de Navidad que tendrá lugar el próximo domingo 21 de diciembre, a las 19:00 horas, en la siempre acogedora iglesia de San Francisco.
Ana lo contaba con esa mezcla de serenidad (nunca le falta templanza) y nervio bonito que precede a las cosas hechas con cariño. La idea es sencilla y, precisamente por eso, tan poderosa como celebrar la Navidad cantándola, recorriéndola desde sus raíces más clásicas hasta los villancicos que ya forman parte de nuestra memoria reciente.
El programa se articula en cuatro bloques, un pequeño viaje musical que va de lo tradicional a lo actual. Algo así como quien abre un baúl antiguo y acaba poniendo una canción que todos tarareamos sin darnos cuenta.
Este concierto es música, pero hay algo más latiendo debajo. La entrada, con un donativo de 5 euros, tiene un destino que le da aún más sentido a la cita: la Fundación Cristina Marina, una entidad sin ánimo de lucro que trabaja para que las personas con discapacidad puedan vivir una vida plena, inclusiva y elegida por ellas mismas. No se trata de decidir por nadie, sino de acompañar, de apoyar, de respetar la voluntad de cada persona y ayudarla a ejercer sus derechos. Cada beneficiario cuenta con su propio plan de apoyos, diseñado desde el inicio con su participación, fomentando la autodeterminación y la dignidad personal. Dicho así suena serio. ¡Y lo es!, pero en el fondo habla de algo muy sencillo, cuidarnos mejor como sociedad.
Las entradas pueden adquirirse en lugares muy nuestros, de esos en los que aún se conversa al otro lado del mostrador: el Kiosko de las Flores de ADIPA, en la Alameda de Andalucía; la tienda Capella Decoración en Calle Comedias y la Farmacia Coso Viejo.
Así que este domingo, la iglesia de San Francisco ( San Zoilo) volverá a llenarse de voces, de ecos conocidos y de otros nuevos. Y, como decía Ana mientras me lo contaba, “la Navidad empieza de verdad cuando la compartimos”. Quizá por eso este concierto promete ser algo más que una actuación, una cita para encontrarnos, escucharnos y recordar por qué estas fechas siguen importando.

Y ahora sí, con el programa ya sobre la mesa y después de escuchar a Ana Gómez contarlo casi con brillo en los ojos, es imposible no tener ganas de que llegue el domingo.
Este Concierto Extraordinario de Navidad, que la Coral ofrecerá el 21 de diciembre a las 19:00 horas en la iglesia de San Francisco, está pensado como un pequeño viaje emocional. Nada de prisas, nada de rigidez. “Queremos que la gente se sienta dentro, que reconozca las canciones y que también se sorprenda”, me decía Ana. Y el recorrido lo confirma.
El concierto se abre con un primer bloque de villancicos clásicos, de esos que parecen vivir en algún rincón de la memoria colectiva. Sonarán “Din, don, dang” y “En la más fría noche”, y, como no podía ser de otra manera, llegarán dos imprescindibles: “Adeste Fideles” y “Noche de Paz”. Canciones que no se escuchan, se recuerdan. Canciones que traen consigo imágenes, personas, ausencias y abrazos.
Después, la Coral se adentra en un bloque de villancicos populares, con un marcado acento andaluz. “Duérmete niño chiquito” abre este tramo con la esencia de nuestra tierra. Le sigue “Los tres más guapos”, un arreglo muy especial realizado por el director de la Coral, Manuel Ruiz Campos, a partir del villancico original de Joaquín Pareja-Obregón de los Reyes, que además acompañará a la Coral en esta cita tan señalada. Un detalle que, como subraya Ana, convierte este momento en algo aún más emotivo.
Continuarán “Tan, tan, ya vienen los Reyes” y “Los campanilleros”, villancico popular andaluz en el que habrá un instante especialmente esperado: nuestra compañera Tere Ruiz se arrancará con un pequeño solo de quejío flamenco, de esos que erizan la piel y silenciará la iglesia entera.
El viaje musical cruza después el Atlántico con tres villancicos latinos, cada uno con su ritmo y su carácter: el venezolano “Alegres pregonan”, el argentino “A la huella” y el colombiano “Pedacito de luna”. Una Navidad que se ensancha y se vuelve mestiza, alegre y cercana.
Y para cerrar, un bloque de villancicos modernos, pensado para conectar con todos. Sonará “Estoy aquí”, un villancico precioso con arreglo musical también de Manuel Ruiz Campos; después “Navidades blancas”; “Somewhere in my memory”, la inolvidable banda sonora de Solo en casa; y, como broche final, “Todo lo que quiero eres tú”, versión en español del famoso All I want for Christmas is you de Mariah Carey. Difícil no sonreír.
Ana lo resumía mejor que nadie, con esa naturalidad suya:
“Como veis, es un repertorio variado, precioso y muy dinámico, que estoy segura de que vais a disfrutar mucho”.







