Conferencia de Miguel Guerrero Díaz | ‘Acciones para la Prevención del suicidio’ | Biblioteca de Antequera | 9 mayo |

«Durante mucho tiempo se ha mantenido la idea de que hablar del suicidio induce al suicidio. Hoy la postura científica internacional es firme y tajante: hay que dialogar sobre ello».

 

Dentro de la salud mental que, ya de por si es un tema bastante tabú, más lo es el suicidio, que lleva también una serie de conductas, de comportamientos estigmatizantes por parte de la sociedad y del que cuesta mucho hablar, también en los medios de comunicación y a nivel sanitario. Es un compromiso ético el poder visibilizar este problema social que arroja cifras que son preocupantes.  


Miguel Guerrero Díaz es especialista en prevención del suicidio. Psicólogo Clínico experto en conductas suicidas. Prevención del Suicidio en el sistema público de salud. Premio Hestia 2020. Coordinador de la Unidad de Prevención e Intervención Intensiva en Conducta Suicida UPII Cicerón. Más de 12 años de experiencia en Salud Pública. Investigador principal del Grupo Cicerón. Proyecto compartido entre HUVV y HCS. Coordinador técnico del grupo de mejora del paciente en riesgo de suicidio del SSPA. Socio de Papageno. Docente colaborador de la EASP, la universidad de Málaga y Psicólogos Princesa 81.

«Pese a la magnitud de las cifras y a su enorme transcendencia en términos de salud pública, el suicidio sigue siendo un tema tabú del que apenas se habla. No obstante, desde hace años se considera imprescindible una visibilidad responsable de esta realidad».


“Si se desconoce la magnitud de este problema seguirá tratándose como algo menor, sin invertir recursos al no considerarlo un problema de salud pública prioritario”.

“Es importante saber que para tener un comportamiento suicida, no hace falta tener una enfermedad mental. La falta de información y visibilidad invita a creer que es algo anecdótico, exótico incluso. Y no, cualquiera puede verse desbordado en un momento puntual y decidir acabar con su vida voluntariamente”.

“Una comunicación apropiada permite saber que las crisis de suicidio son pasajeras, así como incluir historias de esperanza y recuperación, recursos de ayuda o señales de alarma que ayuden a identificar a aquellos individuos que puedan encontrarse en esta situación”.