Los «Clandestinos Culturales», eventos que celebraron los cambios de estación el año pasado, regresan en 2025 para dar la bienvenida a los equinoccios y solsticios, pero esta vez con una propuesta única: saludar al Universo desde el aire, sobrevolando Antequera en globo.
A lo largo de 2025, personas con distintos simbolismos representativos – algunas de ellas anónimas pero igual de representativas– serán invitadas a sobrevolar Antequera en globo coincidiendo con fechas próximas a los equinoccios y solsticios. Durante el vuelo, se llevará a cabo un acto sencillo y significativo en la propia barquilla del aerostático, con el fin de darle un sentido especial a esta experiencia.
En los próximos días, se dará a conocer la fecha exacta del 1er vuelo, que está sujeta a las condiciones del viento y a otros elementos de la meteorología. Según nos comentan los organizadores, están a la espera de ajustar el momento más adecuado, cerca del equinoccio de primavera. Además, muy pronto se podrá conocer quiénes serán los primeros invitados a este evento tan especial.
Volarán con la compañía granadina Glovento Sur que lleva volando desde 1997 con más de 3.000 vuelos en distintas zonas geográficas de España, además del Geoparque de Granada, y que desde meses atrás han incluido a Antequera en su Ruta de Vuelos.
El equinoccio de primavera es una celebración muy especial que marca el comienzo de una nueva estación llena de renovación y esperanza. En muchas culturas, este fenómeno astronómico ha sido interpretado como un momento para saludar a la naturaleza en su ciclo de renacimiento. La llegada de la primavera simboliza el florecimiento, la abundancia y la conexión con la tierra.
A través de ritos y ceremonias, las personas dan la bienvenida al cambio de estación, agradeciendo por las bondades que traerá el clima cálido, la cosecha y la vitalidad renovada. Las festividades suelen incluir danzas, cantos y encuentros al aire libre para celebrar la energía positiva de la primavera.
Este cambio no solo es un evento cósmico, sino también una invitación a reflexionar sobre el crecimiento personal, la renovación interior y el florecimiento de nuevos proyectos y sueños. Es una forma hermosa de conectar con la tierra y con el ciclo eterno de la vida.