La Navidad, esa época de luz y esperanza, se ve enriquecida por las tradiciones de nuestra Andalucía.
En el sur, la Navidad no solo se vive con el calor de las familias y el bullicio de los mercados, sino también con la fuerza y el alma de una tradición profundamente arraigada: el flamenco. Y en este contexto, las figuras de artistas como María Cortés se destacan, fusionando lo sagrado de la Navidad con la magia de la guitarra, el cante y el baile flamenco.
María Cortés es una artista que, con su elegancia y pasión, ha sabido impregnar el espíritu flamenco en el imaginario colectivo de la Navidad. En su semblanza navideña, la cantaora andaluza trasciende lo convencional, llevando a sus oyentes a un universo lleno de emociones y sensaciones que evocan tanto la espiritualidad de estas fiestas como la autenticidad del flamenco.
La raíz del flamenco en la Navidad
El flamenco, nacido en las entrañas del pueblo gitano, pero también influenciado por diversas culturas que pasaron por el sur de España, tiene un alma profundamente conectada con la emoción, la pena y la alegría. Estas emociones son perfectamente compatibles con el espíritu de la Navidad, una época que invita a la reflexión, la intimidad y la celebración.