«Un foráneo en el paraíso» | ChLL para atqmagazine
El evento, organizado por el Área de Equidad del Ayuntamiento de Antequera bajo el título “Antequeranas Inspiradoras”, reunió a cuatro mujeres que no solo han triunfado en sus ámbitos profesionales, sino que se han convertido, por derecho propio, en embajadoras contemporáneas de su ciudad.
También fue un homenaje merecido en presente continuo a su talento.
Ayer, 28 de mayo, ocurrió que nuestra ciudad se vio reflejada en la fuerza y el arraigo, la elegancia, la inteligencia y el arte de algunas de sus «hijas». La sala del Museo de la Ciudad fue testigo de cómo una parte del talento femenino local no solo inspira: representa, proyecta, y pone a Antequera en el mapa global.
No son únicas, ellas lo saben, son parte de un mosaico enorme de talento femenino de Antequera en diferentes facetas, pero sí son por logros propios referentes atractivos de buen hacer en sus trayectorias elevadas al infinito triunfo de sus destrezas.
El evento congregó en sala llena a vecinos y vecinas deseosos de escuchar —y aplaudir— la trayectoria de estas cuatro mujeres que representan la excelencia en distintos campos: la gastronomía, la recuperación de la tradición de la mantilla en la moda, la ciencia y las artes escénicas.
La jornada, estaba enmarcada en la programación del Centro Municipal de Información a la Mujer y prevista para fechas de atrás. Distintas circunstancias trajeron la charla al ahora.

La concejala de Equidad, María Sierras, destacó en su intervención el objetivo del encuentro: “Poner en valor el talento que nace en nuestra tierra. Que estas mujeres sirvan de espejo y estímulo para las nuevas generaciones”.
Estas mujeres representan ejemplos destacados de talento y dedicación en sus respectivos campos, y su participación en el evento subraya el compromiso de Antequera con la igualdad y el reconocimiento del trabajo femenino de quienes rompen las barreras invisibles, los «techos de cristal».
Y agradeció la generosidad de las protagonistas: “Queríamos ofrecer referentes reales, cercanos, y lo que hemos tenido es un testimonio colectivo de valentía y talento. Este acto no termina hoy. Empieza ahora, en cada joven a quien llegue vuestra voz”.
Nota editorial: (en atqmagazine queremos contribuir a que tenga un eco lejano, así que difundimos esta información para ello).

La chef Charo Carmona Tortosa, al frente del restaurante Arte de Cozina —condecorado con un Sol Repsol—, abrió el turno con un elogio a la cocina tradicional como acto de resistencia cultural. “En cada guiso hay una historia. Su aportación fue interesantísima. Charo Carmona es conocida, además de sus innumerables premios y aplausos de miles y miles de comensales que buscan su cocina viniendo desde otros lugares de España y del mundo entero es un referente en el mundo gastronómico internacional y ha puesto en vanguardia la cocina tradicional como solo ella sabe hacerlo.
Le siguió la empresaria Censi Sevilla Arjona, guardiana del arte de vestir la mantilla. Su firma Mi Mantilla, única en España, rescata con gestión, diseño, aguja y pasión el patrimonio textil ceremonial de nuestras tradiciones. “Yo no vendo vestidos, vendo identidad”, dijo con una sonrisa que bordea el activismo cultural. Censi Sevilla exporta al mundo entero mantillas y vestidos, La Abadia de Westsmister es su cliente y México no para de hacerle pedidos, siendo uno más de los países a donde llegan sus diseños…
Carmen Muñoz Chamorro (moderadora) | Censi Sevilla | Charo Carmona | Paula Cuesta | Lourdes Ortiz
Desde Granada, la investigadora biomédica Lourdes Ortiz Fernández viajó al corazón de su ciudad natal para explicar, sin tecnicismos, cómo su investigación sobre enfermedades autoinmunes puede cambiar vidas. “La ciencia no es fría, es profundamente humana”, afirmó. Lourdes podría estar en la Organización Mundial de la Salud o en cualquier otra de las instituciones mundiales, talento y preparación ya la ha demostrado. Estuvo por Estados Unidos investigando y reflexionando después del Covid quiso venir a Granada, cerquita de casa para seguir investigando aquí en su Universidad. Será pronto, lo digo yo, sin dudarlo, directora del Consejo Superior de Investigaciones Cientificas.
Paula Cuesta González, actriz, dobladora de audio y cantante, relató su camino desde los ensayos escolares hasta los escenarios madrileños. “Antequera me enseñó a soñar con los pies en el suelo”, confesó casi en versos que arrancaron también mi aplauso silencioso. A Paola, cuando le aplauden con admiración en sus actuaciones en Madrid y le dicen ¿cómo es que tienes tanto talento?, ella contesta contundente: porque soy de Antequera. Me cuentan en los mentideros sociales del sector que Antonio Banderas quiere traerla a su Soho en Málaga.
La mesa fue moderada por Carmen Muñoz Chamorro. Interlocutora activa, aliada, y espejo. Supo dar ritmo y respeto, sacando lo mejor de cada invitada. Responsable de SolCoworking, un espacio de trabajo colaborativo en Antequera. Además de su labor en SolCoworking, ha estado involucrada en diversas iniciativas que promueven la igualdad de género y el emprendimiento femenino. Su moderación en la mesa redonda «Antequeranas Inspiradoras» refleja su compromiso con la visibilidad y el apoyo a las mujeres en el ámbito profesional.

La velada transcurrió agradable y estas cuatro mujeres antequeranas —cuatro referentes— se sentaron a contar no solo sus éxitos, sino también lo que les ha costado alcanzarlos. Y esa fue la gran fuerza del encuentro: la honestidad sin adornos. Lejos de ser quejumbrosas, fueron potentes. Contando crudezas a veces. A ratos, incluso irónicas, pero siempre auténticas.
Yo, que fui un espectador más, vi un matiz común denominador en las cuatro mujeres inspiradoras antequeranas que componían la mesa: son embajadoras de Talento y de la preparación nacida en su tierra. Me explico:
Charo no necesita moverse de Antequera para que la catalogue el mundo entero y su sector como una de las grandes chefs investigadora del arte de la cocina centenaria y de la ejecución de suculentos manjares sencillos. Censi demuestra también día a día en el mapa de su conquista de clientes en el mundo, el buen trabajo que ella realiza desde su tierra. Paola lleva con raíz artística el nombre de Antequera en la capital que acoge a millones de gentes de otras latitudes. Y Lourdes, que descubre elementos que ayudan al mundo entero en la Salud, lleva con orgullo el haber nacido en Antequera.
Charo Carmona Tortosa: La vanguardia que cocina como su abuela

Charo Carmona es una leyenda viva de la cocina tradicional andaluza. No necesita presentación en el mundo gastronómico. Su restaurante, Arte de Cozina, es peregrinación obligada para los amantes de la gastronomía auténtica, con comensales que llegan de todas partes de España o de París, Nueva York o Tokio buscando ese sabor que ella rescata con manos firmes y memoria fiel, el sabor auténtico de Andalucía.
Reconocida con un Sol Repsol y múltiples galardones, ha elevado la cocina popular a los altares de la alta gastronomía sin perder ni un ápice de raíz.
Con innumerables premios —entre ellos un Sol Repsol— y reconocimientos nacionales: Divulgación de los Valores de la Gastronomía en 2019; Premio a la Mejor Jefa de Cocina por la revista Origen… Además, forma parte del colectivo gastronómico Gastroarte con alto nivel de prestigio mundial. Charo ha hecho de la cocina tradicional un acto revolucionario, poniéndola en primera línea de la vanguardia culinaria internacional.
Cada receta es una carta de amor a la memoria de las mujeres que cocinaron en silencio. Cada plato, un trozo de Antequera que viaja en boca de quienes la visitan. Ella cocina con la voz de su madre y de otras madres y con la historia de su ciudad.
Antequera no tiene una estrella Michelin (peor para Michelín), pero tiene a Charo Carmona, y eso (desde mi punto de vista) vale más.
Censi Sevilla: “Al principio me tomaban por folclórica”

La empresaria Censi Sevilla, fundadora de Mi Mantilla, narró con orgullo cómo logró profesionalizar un sector que se veía con cierto desprecio: el diseño de la moda ceremonial tradicional. “Cuando empecé, algunos me miraban con condescendencia. Me tomaban por artesana amateur. Hoy vendo en Londres, México y hasta en la Abadía de Westminster. Pero hubo que romper muchos techos”.
Empresaria y gerente de Antequeruela y su firma Mi Mantilla, especializada en vestidos de mantilla y complementos para mujeres. Es la única firma española dedicada exclusivamente a este sector, ofreciendo diseños exclusivos y fabricación propia. Además, brindan servicios especiales a cofradías de Semana Santa.
Censi ha hecho de la moda una misión cultural. Sus piezas, diseñadas y confeccionadas en Antequera, visten a mujeres en toda España. Su trabajo recupera tradiciones con visión de futuro: “Cada diseño lleva el alma de Antequera en sus costuras”.
“Exportamos tradición”, explicó, “porque lo que hacemos aquí no se encuentra en ninguna parte del mundo”.
Su trabajo no es solo diseño: es patrimonio textil con alma cofrade, y con la dignidad de la artesanía convertida en arte.
También confesó que ser mujer emprendedora en el comercio tradicional conllevó sacrificios familiares. “Conciliar no era una palabra habitual entonces. Yo tenía que estar cosiendo, vendiendo y educando… todo a la vez”.
Lourdes Ortiz: “Ser científica no era cosa de chicas. Yo no me lo creí”

La investigadora Lourdes Ortiz Fernández, recordó cómo desde pequeña sintió la duda ajena: “Una niña que quiere ser científica… no encajaba. Yo no me lo creí. Y aquí estoy”.
Licenciada en Biología por la Universidad de Granada, con un máster en Investigación Biomédica de la Universidad de Sevilla. Realizó su tesis doctoral sobre las bases genéticas de la Enfermedad de Behçet y actualmente trabaja en el Instituto de Parasitología y Biomedicina «López-Neyra» en Granada, investigando enfermedades autoinmunes
Con paso por EE. UU. investigando en la élite científica. Tras la pandemia, eligió volver cerca de casa, a Granada, donde hoy continúa su investigación sobre enfermedades autoinmunes. “Aquí es donde puedo mirar al mundo, pero con los pies en mi tierra”, asegura. Con posibilidades de investigar en distintos organismos internacionales, Lourdes eligió volver al sur para seguir investigando desde cerca de su gente. “No quiero volver a irme para valer. Quiero valer aquí, y desde aquí abrir puertas”.
“Ser de Antequera me enseñó a mirar con lupa lo pequeño, pero también a entender el todo”, dijo con emoción.
“Después del COVID supe que quería investigar desde aquí. Con los míos. Desde la tierra que me enseñó a preguntar”.
Con paso sereno y claridad en la palabra, Lourdes personifica esa nueva generación de científicas que demuestran que el talento andaluz no necesita validación externa.
Habló también de la falta de mujeres en cargos de dirección científica: «quiero que más niñas vean que se puede”
No sería extraño verla pronto al frente del CSIC, porque su rigor y vocación no conocen fronteras. Su compromiso con la ciencia desde lo local es una lección de coherencia y futuro.
Paula Cuesta González – El Arte que nace en casa

En Madrid, cuando los aplausos inundan los teatros, alguien pregunta: “¿De dónde ha salido esta chica?”. Y ella responde, sin dudarlo: “Soy de Antequera”.
Actriz y cantante, Paula Cuesta está abriéndose paso con firmeza en el competitivo mundo del musical y la interpretación.
En los mentideros culturales se susurra que Antonio Banderas la quiere en su Teatro del Soho de Málaga. Si es así, solo estaría reconociendo lo que ya es evidente: Paula lleva el duende y el carácter de su ciudad a cada escenario donde pisa fuerte
Actriz y cantante, formada en Málaga y Madrid, representa a una nueva generación de artistas que no renuncian a sus orígenes. Desde series, doblajes, musicales y hasta producciones teatrales, lleva su acento y sensibilidad por bandera. “Mi acento es mi raíz. Y mi raíz es Antequera”.
Graduada en interpretación musical por la Escuela Superior de Arte Dramático en 2016. Desde pequeña, mostró interés por la música y el arte dramático, disciplinas que ha combinado en su carrera profesional. Su enfoque artístico busca comunicar y expresar emociones a través de la interpretación.
Paula Cuesta contó al público sus primeros años en Madrid: “Me decían que neutralizara el acento, que suavizara mi forma de hablar. Que me adaptara. Hasta que un día, en una audición, alguien me dijo: ‘Qué fuerza tienes. ¿De dónde eres?’. Y yo respondí: ‘De Antequera’. Ahí entendí que mi raíz no era una traba, era mi identidad”.
Y también contó que aún lucha contra estereotipos de género en los escenarios. Pero ahí estamos, empujando las bambalinas con voz propia.
Ella no olvida de dónde viene, y eso la hace aún más poderosa.