No le he cambiado el nombre a la ponente, solo he expresado un calificativo que considero muy apropiado y lo he antepuesto a sus apellidos.
Ayer, miércoles 20 de noviembre comenzaba en el Museo de la Ciudad de Antequera (MVCA), el ciclo de conferencias Conmemorando a Rodrigo de Narváez 1424-2024 en el que con tres ponencias se rendirá recuerdo histórico a la figura del primer alcaide de Antequera.
En la primera de las conferencias, celebrada en el mismo día del fallecimiento de Rodrigo Narváez pero 600 años después, fue Lucía Montes Campos quien disertó sobre ‘Linaje, poder y legado. Rodrigo de Narváez, alcaide y justicia mayor de Antequera’.
Me permito hacer un comentario previo de satisfacción, al ver que el Museo está incorporando y dando cancha a jóvenes muy preparados en distintos campos del saber para que vayan aportando también, en la coexistencia con otros sabios de edad más avanzada, en los temas que les compete.
Pongo ejemplos. Fue el caso de hace un par de meses de Siranush Hamparzoumian, restauradora de obra gráfica del propio museo, quien en sus intervenciones y conferencias, sobre sus temas, ha evidenciado ya en público en varias ocasiones una brillantez admirable en su cometido y en la capacidad de comunicación de su saber.
Sobresaliente fue ayer la exposición de Lucía Montes Campos, que deslumbró por su cabeza tan bien amueblada en la que ha colocado mucha sabiduría y consigue expresarla con una didáctica excepcional para presentar la información de forma clara, atractiva y rigurosa.
Sospecho que el ponente de la conferencia del próximo 27 de noviembre, Ricardo Ocaña Rosa, también nos sorprenderá por su preparación «a pesar» de su juventud. En mis tiempos los llamábamos JASP ( Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados).
Cerrará el ciclo, Juan Benítez Sánchez, otro joven -en este caso de espíritu- aunque con un DNI «algo más antiguo», pero con una trayectoria de prestigio inconmensurable en su campo, digna de millones de alabanzas. En mi opinión, Juan Benítez Sánchez es un orgullo para Antequera.
Un foráneo en el paraíso | ChL para atqmagazine
El propio Director del Museo, José Escalante presentó el ciclo y a la ponente.
En el contexto de esta conferencia, Lucía se encargará de hablar sobre Rodrigo de Narváez, un personaje histórico clave, explorando su linaje, poder y legado, particularmente en su rol como alcaide y justicia mayor de Antequera. Además, su intervención forma parte de un ciclo de conferencias que aborda no solo la figura de Narváez, sino también aspectos como la estrategia militar en las fronteras de la época y el uso pionero de la guerra química en la región… que será expuesto por Ricardo Ocaña; así como las claves del personaje histórico en la literatura épica antequerana que serán contadas por Juan Benítez.
Escalante también anunció que, como parte de este homenaje a Rodrigo de Narváez, se publicará un manuscrito escrito por un descendiente suyo, el Marqués de la Vega de Armijo y Conde de Bobadilla. Este manuscrito, una semblanza histórica del antepasado, será publicado tal como está, con un pequeño estudio introductorio. A pesar de que contiene algunas transcripciones problemáticas, resaltó la belleza de la escritura manuscrita, en especial la caligrafía del siglo XIX, y defendió la importancia de recuperar el hábito de leer textos manuscritos, ya que se consideran más enriquecedores y nos invitan a reflexionar más que los textos digitales, que muchas veces leemos de forma superficial y rápida.
Mencionó finalmente que la publicación de este manuscrito probablemente se realice en 20-25 días.
Lucía Montes es una joven historiadora graduada y máster en Arqueología. Actualmente está trabajando en su tesis doctoral, la cual promete ser innovadora y relevante, particularmente en su aplicación práctica para abordar desafíos contemporáneos relacionados con los recursos hídricos. Con un enfoque académico que incluye estudios sobre la gestión y el aprovechamiento del agua, un tema crucial tanto en el contexto histórico como en el actual. Su formación académica está vinculada a varias universidades, como la de Granada, y está colaborando en proyectos internacionales interuniversitarios.
La conferenciante ha conseguido acercar a los asistentes al ciclo Conmemorando a Rodrigo de Narváez 1424-2024 la figura del primer alcaide de nuestra ciudad, aportando una perspectiva íntima y profunda, sobre un personaje histórico que sigue siendo un referente por el simbolismo que representa en la memoria colectiva.
En su intervención, Lucía ha demostrado no solo una sólida base de conocimiento sobre los entresijos históricos, sino también una capacidad excepcional para presentar la información de forma clara, atractiva y rigurosa. Su habilidad para comunicar hechos, contextos y relatos históricos de manera accesible, sin perder la profundidad de los detalles, es una prueba de su talento y dedicación. Los asistentes a la conferencia no solo hemos disfrutado de una exposición llena de precisión histórica, sino que también hemos podido sentir la relevancia de los hechos narrados, lo cual es un mérito indiscutible de su capacidad comunicativa.
Con ese enfoque preciso y detallado, ha abordado una figura histórica tan fascinante como compleja: Rodrigo de Narváez. En su conferencia, se ha centrado en desvelar los matices más personales del personaje, dejando a un lado por un momento su faceta más bélica y novelesca, para indagar en la humanidad, los valores y la percepción de la época sobre su figura.
A mi modo de ver, es muy acertado el enfoque porque es esencial, ya que permite ir más allá de los hechos militares y políticos que definieron a Narváez como un hombre de poder, para sumergirse en los relatos que lo presentan como un ser lleno de virtudes personales, cuya leyenda sobrepasó los límites de la historia. Y aquí, la mirada de Lucía ha sido crucial, ya que ha sabido balancear la historia documentada con las referencias literarias y los elementos míticos que han llegado hasta nosotros, lo que enriquece la comprensión de este personaje tan emblemático, situando su contexto sociológico.
En su análisis reflejó cómo la memoria de figuras históricas como Rodrigo de Narváez se construye a través de diversos elementos, desde las crónicas y los retratos hasta los actos simbólicos en el momento de su muerte y enterramiento, asegurando que su legado perdure a lo largo del tiempo.
En el discurso expositivo, hizo referencia a las crónicas que reflejan la importancia no solo de las hazañas bélicas de Narváez, sino también a su carácter, magnanimidad y nobleza, aspectos que han perdurado en la memoria colectiva de Antequera.
Rodrigo de Narváez, como bien se destacó en su intervención, fue descrito por cronistas contemporáneos como Fernando del Pulgar como un hombre de «buen seso y buenas costumbres», atributos que reflejan no solo su estatus y honor, sino también una serie de valores que se consideraban esenciales en la época para un caballero de su rango.
En este sentido, Lucía no solo ha rastreado la documentación primaria para situarnos en el contexto histórico, sino que también ha desvelado la existencia de leyendas y las tradiciones orales que, de alguna forma, contribuyen a engrandecer la figura de Narváez. La costumbre de transformar los hechos en relatos, la manera en que la historia se adapta y se nutre de la admiración y la fantasía popular.
Finalizó su intervención con una cita del sacerdote e historiador antequerano, José Benavides Checa (1844-1912) en la que resalta la relevancia de estas virtudes más allá de sus logros militares, sugiriendo que la historia y la memoria de los grandes personajes deben abarcar su humanidad y sus valores, no solo sus victorias en el campo de batalla.
Parece ser que la conferencia se grabó en streaming y que se podrá ver en la web del MVCA, por lo que prescindo de resumir su exposición e invito a verla porque merece la pena.