Joaquín Serrano y Elena Moreno, de la Compañía Gangarilla Producciones han llevado a escena magistralmente esta mañana, 6 de marzo, en la Casa de Cultura de Antequera, ‘Historia de un amor’.
La representación en estreno ha sido organizada por el CEPER «Ignacio de Toledo», en este caso con la mano dinamizadora de María Jesús Morente, profesora del Centro, en un homenaje rotundo a tantas y tantas mujeres que sufren esta desgarradora situación de maltrato en sus parejas.
Con una sala repleta (no cabía un alfiler), hemos asistido a una matinal de teatro en el que se ha puesto a prueba nuestra resistencia al drama y que sin duda ha tocado la fibra de la sensibilidad de los asistentes.
Está muy bien contada, con una naturalidad en la trama y con un guion tan real en algunos casos.(como en la vida misma) y tan lleno de crudeza, que el estremecimiento ha saltado la cuarta pared y le ha «azotado» al público asistente como dardos de palabras, reflejo de la violencia doméstica y de género que algunos malvados cultivan en sus relaciones conyugales.
Si los primeros diálogos han sido dulces (también como en la vida misma) en esta historia de pareja; el nudo del relato cuenta (más que contar, enseña) una infinitésima (y ya es fortísima) parte del espantoso drama que viven algunas mujeres.
Con un final que pide a gritos esperanza en un «No te rindas», que es un canto a un verdadero y contundente ¡Basta ya! en el que estamos implicados todos, no solo ellas. (¡No te rindas, mujer!. No te dejaremos sola)
¡Qué bien representada y qué realidad más cruda!.
Felicité a los actores, Elena y Joaquín y cuando me preguntaron ¿»Te ha gustado»?. Le contesté: Vosotros me habéis encantado, ¡qué bien habéis actuado!, tan bien que me ha revuelto las entrañas. ¡Qué bien lo habéis contado!. Os confieso que he llorado (he visto de reojo que no solo yo, que éramos muchas personas quienes nos secábamos los ojos) de pena ¡y de rabia!. ¡maldito y cobarde maltratador!.
Un hombre mayor como soy yo, casi viejo, con algunas cicatrices en el alma no había presenciado nunca una escenas tan crudas.
Me quedaba el consuelo de que es una obra de teatro, pero desperté mi inocencia al pensar que la realidad es todavía peor.
No me voy sin felicitar la labor pedagógica que esta obra inspira, mostrando una realidad que la mayoría solamente conocemos en datos de periódicos o de otros medios de comunicación, pero que la sufren muchas mujeres con el corazón encogido cada minuto de su día a día. Por eso creo que aun siendo muy dura, es interesante que la vean los y las adolescentes, para que no repitan esos clichés.
Ojalá estemos pendientes de la solución de este problema 365 días del año (366, los bisiestos) y no solo un 8 de marzo y un 25 de noviembre.
¡Ojalá la vida!
No somos amigos de spoilear las obras. Os pasamos solo unas breves tomas, hemos omitido las más duras; pero cuidado, aun puede morder vuestra sensibilidad. (y POR FAVOR, que no las vean niños pequeños)
Chiqui se plantea quitar la denuncia, pero no…
¡No te rindas!
Merecidos aplausos
