«Un foráneo en el paraíso» | ChLL para atqmagazine
En un salón lleno de admiración contenida resuelta en aplausos y afecto auténtico, el pasado 6 de junio se celebró Sesión Solemne y Pública para la recepción como Académico de Honor del Ilmo. Sr. D. José Luis Sánchez-Garrido Reyes, y cuya laudatio corrió a cargo del Ilmo. Sr. D. Juan de la Cruz López García-Berdoy, Secretario y Académico Numerario de la Sección de Ciencias de la Real Academia de Nobles Artes de Antequera.
Con méritos sobrados en su trayectoria formativa y profesional, tal y como reconoce esta institución al nombrarle Académico de Honor, José Luis Sánchez- Garrido Reyes representa una figura algo distinta (a mi modo de ver) a la habitual idea de que las Reales Academias las componen solo cabezas pensantes. Me explico:
En las Reales Academias, suele imperar la cabeza sobre el corazón porque la misión fundamental es la preservación objetiva del conocimiento, la norma y el criterio, por encima de pasiones, emociones o impulsos personales. Entiendo que estas instituciones están diseñadas para funcionar bajo principios de racionalidad, análisis y evidencia, buscando decisiones fundadas en el rigor intelectual más que en la empatía, la emoción o el juicio algo subjetivo.
Sin embargo, la inclusión de un Académico con corazón —entendido como sensibilidad humana, empatía y conciencia del impacto social y cultural del conocimiento— aporta un contrapeso valioso a la rigidez técnica. La presencia de esta perspectiva más humana permite que la institución no pierda de vista su responsabilidad con la sociedad a la que sirve.
Este tipo de Académico (que seguro hay más en el seno de la institución) puede actuar como puente entre el rigor académico y la realidad social, aportando estabilidad interna mediante una visión integradora y dialogante, y evitando que el exceso de formalismo convierta a la Real Academia en una entidad aislada o ajena a su tiempo. En este sentido, aunque él utiliza la cabeza también con rigor; en mi opinión, su enorme corazón aportará equilibrio a ambas legitimidades.
En su conferencia de ingreso y con el bagaje que soporta su conocimiento teórico y práctico, después de más de cincuenta años de su actividad profesional en el mundo agrícola, de conocer el amplio campo andaluz con total detenimiento, de viajar por todo el territorio español en su profesión, así como de recorrer muy diversos países, José Luis Sánchez-Garrido tiene claro que hay una opinión bastante equivocada para gran parte de los ciudadanos sobre la agricultura y ganadería debido al bombardeo de incorrectas informaciones en redes sociales y que ello incluye a muchos de los propios agricultores que se encuentran desorientados.
Expuso de una forma breve y sencilla, puntos que considera destacables reseñar y que son conclusiones existenciales profesionales como Perito agrónomo y escritor: “Reflexiones sobre la agricultura andaluza”. Un discurso de datos objetivos y de opiniones contundentes y personales sobre su forma de ver estos temas.

El acto siguió el protocolo institucional de su laudatio y fue Juan de la Cruz López García-Berdoy, Secretario y Académico Numerario de la Sección de Ciencias de esta Real Corporación quien hizo una semblanza de su excelente formación con números uno en diferentes titulaciones y una trayectoria profesional de excelencia en el diseño y construcción de fábricas y recursos pro desarrollo de la agricultura. Con coronación y éxitos en múltiples logros.
A continuación el Director de la Real Academia, José Escalante permitió (desconozco si rompió grácilmente y con excepción el protocolo) que después de la laudatio, la propia hija del nombrado nuevo Académico de Honor, Eva Sánchez -Garrido García expresara, en este caso, una «amatio» en favor de su padre que arrancó más de una lágrima de emoción.
Ambas, laudatio y «amatio», así como el acto completo pueden verse en el vídeo del Canal Institucional a través de youtube:




Momentos de espera…

Coletilla personal:
Yo también estuve allí, tuve el privilegio de ser invitado por el propio José Luis Sánchez – Garrido.
Es mucha la admiración que le profeso en algunas de sus vertientes como ser humano y mucho el afecto que siento por él y por su musa, Trini. Razones suficientes para no faltar a este acto y para ser su escudero si fuera necesario en nuevas andanzas quijotescas de su vida. | ChLL