Foto de portada: Archivo Histórico Municipal de Antequera
Toda ciudad que se precie posee en su valioso callejero una zona de recreo y esparcimiento para sus habitantes y turistas que la visitan. Los jardines y parques son pulmones para las ciudades que llenan de luz, color y vida los paisajes urbanísticos, dotándolos de mayor belleza y esplendor.
La ciudad del Torcal puede presumir de tener un paseo histórico, ideado por el señor alcalde don Francisco Guerrero Muñoz en el año 1881, llamado en su origen Paseo de la Ciudad. Pasó a llamarse Paseo de Alfonso XIII, sobre el año 1909. Durante el periodo de la II República, se llamó Paseo de la República. Terminada la Guerra Civil, en 1939, se denominó Paseo del Generalísimo o Paseo del General Franco. Más tarde adoptó el nombre con el que se conoce en la actualidad: Paseo Real.
Antequera dio un salto cualitativo, urbanísticamente hablando, en el último tercio del siglo XIX. Por este motivo, es propio dignificar la figura del alcalde Guerrero Muñoz, siendo propulsor de grandes transformaciones que tan bien hicieron para la fisonomía del municipio, como fueron las que se efectuaron en las principales arterias, los empedrados de calles, cuidar los accesos a la ciudad, así como el esmero en plazas y jardines.
La entrada al paseo de Alfonso XIII tenía una elegante portada de arcos de hierro (sustituidos por unos pedestales de cerámica en 1931), dando paso a cinco calles llenas de arboleda. La parte principal y central llegó a ser bautizada como “salón”, siendo más amplia que las colindantes laterales y exteriores.
La vegetación del paseo era muy variada. Unos bonitos árboles y macizos de aligustres, perfectamente alineados y combinados, separaban las calles. Abundaban los árboles exóticos como plátanos orientales, eucaliptos y palmeras; añadiendo bancos en su recorrido para que cualquier paseante pudiera demorarse en su trayecto para disfrutar del espectacular entorno que lo rodeaba.
El paseo antequerano era lugar de encuentro, fiestas y festejos populares. Fue testigo de algunos momentos memorables de la historia de la ciudad como detallaremos a continuación.
En el año 1910, discurrieron una serie de actos conmemorativos como la celebración de actividades y juegos florales que tuvieron lugar en honor del primer centenario de la muerte del capitán antequerano don Vicente Moreno, héroe de la guerra de la Independencia. El rey Alfonso XIII accedió a ser presidente de honor de los actos del Centenario a título de Gran Protector y el coronel Miguel Primo de Rivera fue designado como Mantenedor de los Juegos Florales. Desde esa fecha se decidió levantar una estatua en el paseo en honor del capitán Moreno, la cual ocupó un lugar principal durante mucho tiempo, hasta que fue trasladada hace unos años a la Alameda de Andalucía, a los pies del decimonónico edificio de San Luis.
En la década de los años veinte del pasado siglo, el paseo de Alfonso XIII se enriqueció, no solo de los jardines del Quiosco, sino que se nutrió también de los cercanos jardines de María Cristina, Corazón de Jesús y Corazón de María.
Un 10 de septiembre de 1922, delante de la estatua del Capitán Moreno, se llevó a cabo la Coronación Canónica de la Virgen de los Remedios, patrona de Antequera. Se alzó un retablo con los colores de la bandera rojigualda y, expuesta delante, la talla de la virgen. Representantes municipales, eclesiásticos, civiles y militares estuvieron presentes en la tribuna para el acto, además de cientos de antequeranos y curiosos.
Detrás de la estatua dedicada al Capitán Moreno, se encontraban los jardines del Quiosco, con una gran variedad de plantas entre las que destacaban rosales, margaritas, azahares, verónicas, dalias, magnolias… entre palmeras, abetos y otros árboles que combinaban con la presencia de algunos elementos como un moderno chalet (casa del Guarda), el Quiosco, la fuente de la Negrita y otro mobiliario urbano de la época.
En estos jardines se instaló un templete donde la Banda Municipal, bajo la batuta de don Dionisio Millán desde sus inicios en 1908, daban auténticos recitales de música para los presentes. Fue una agrupación musical que gozó de un reconocido prestigio. La banda pasó por algunos contratiempos hasta que volvió a reconfigurarse bajo la dirección del maestro asturiano don José Ortega López (1922) dotando al conjunto de más instrumentos y enriqueciéndolo con incorporaciones de músicos foráneos y de jóvenes a los que formaba musicalmente.
En los albores de los años treinta, en la casa del Guarda ubicada en los jardines del Quiosco, se encontraba la Biblioteca Pública Municipal. El maestro don Francisco Catena fue el promotor de esta iniciativa. La encargada de la biblioteca, según medios locales, fue doña Remedios Tomás. Este proyecto contó con el apoyo de la Junta de Intercambio de Bibliotecas Públicas, que aportó 300 volúmenes en sus inicios. El Ayuntamiento también adquirió lotes de libros por valor de 500 pesetas para la biblioteca, además de contar con donaciones particulares contribuyendo a la causa, aumentando así la disponibilidad de volúmenes para uso y disfrute de ávidos lectores. El inspector de Bibliotecas Públicas de España, don Juan Vincent de la Llave, que visitó el lugar en septiembre de 1935, la catalogó como una de las mejores de Andalucía.
El Paseo Real ha sufrido remodelaciones con el paso del tiempo. Entre ellas, podríamos mencionar la Casa del Guarda, reconvertida en zona de restauración, y el renovado Parque Infantil de la Negrita, inaugurado en abril de 2015, galardonado con “el Columpio de Oro” en marzo de 2016. Este premio se entrega a las mejores áreas de juegos para niños a nivel nacional en la categoría de ciudades medias, aquellas que son inferiores a 50.000 habitantes, convirtiéndolo así en un referente del ocio infantil.
BIBLIOGRAFÍA:
- “Historia de Antequera”. Antonio Parejo Barranco. (1987).
- “Antequera, callejero histórico”. Juan Manuel Moreno García. (2013).
- “Antequera por su amor”. Edición Agosto 1925. Edición Agosto de 1926.
- “Nueva Revista Comarcal Ilustrada”. Edición Marzo de 1936.
- Archivo Histórico Municipal de Antequera.
Ester Cortés Romero es brillante (Carlos L.| editor).
Diplomada en magisterio y Licenciada en Publicidad y RRPP. Enamorada de la Historia, del Arte, de la Cultura, de los libros, y de su ciudad, Antequera, dando valor a muchas otras del resto del mundo -en especial Sevilla y París-.
Una persona JASP (acrónimo de Joven Aunque Sobradamente Preparada). Con capacidades enormes de documentalista, puede dedicar el esfuerzo de horas “de ratón de biblioteca” hasta encontrar un dato fidedigno para dar rigor a sus escritos y a todo lo que hace, porque a ella no le vale cualquier cosa. Su capacidad didáctica descriptiva es otra de sus virtudes, a la que une la pasión por contar a los lectores cosas interesantes de su Antequera natal donde ha sido y es feliz.
Genial conversadora, culta, inteligente, actualizada, sencilla, familiar, deportista practicante, excelente persona…