Juan Manuel Ruiz Cobos es un experto en Jardinería con más de 30 años de experiencia en el diseño, creación y mantenimiento de espacios verdes urbanos. Director técnico de Jardines de Icaria y presidente de la Asociación Multisectorial de la Jardinería Andaluza.
Ávido de conocimientos y actualización de técnicas tiene una extraordinaria formación en Infraestructuras Verdes Urbanas. Apasionado por la lectura y por Antequera, por su historia y por su desarrollo como ciudad, por sus costumbres y por su patrimonio cultural, artístico, paisajístico y gastronómico. Gran conocedor, amante y defensor de su pueblo, al que lleva siempre donde quiera que vaya.
Me acerco a usted, Juan Manuel, porque considero que sabe como el que más, del tema que me interesa preguntar. Su trayectoria y su prestigio profesional, más allá de las fronteras de Antequera, así lo demuestran. Quiero hablar de árboles y de árboles en Antequera, y de “no árboles” en Antequera… Es usted un abanderado defensor de la ciudad con árboles y naturalizada (bendito sea por ello).
En sus escritos, que esta revista agradece, se perfila su concepto; pero haga, por favor, un poco de pedagogía y explique la importancia de los árboles en la ciudad.
El árbol ha sido considerado hasta hace bien poco como un ornamento, casi un elemento más del mobiliario urbano de la Ciudad y de ahí su apócrifo de árbol ornamental. Ahora sin embargo se entiende que su presencia entre nosotros es algo más que primordial por sus grandes beneficios ecosistémicos. Imagínese por un momento, que su vivienda estuviere encuadrada en vez de en un páramo de granito, en el centro del Paseo Real. Verdad que si fuera así, que en estos días no le importaría hasta salir a pasear en las horas centrales del día. ¿Y si además tuviese la posibilidad de ir desde nuestro fabuloso Paseo antequerano, hasta el mercado, la casa de su amigos, etc siempre bajo los doseles verdes y refrigerantes de estos ingentes colaboradores?
La mitad del oxígeno que respiramos en nuestra vida, es decir, de los 32 millones de veces que respiramos al año, 16 nos los regalan estos vecinos grandotes. 16 millones de veces al año, el alma verde de los árboles se nos cuela dentro.
Juan Manuel Ruiz Cobos
La inclusión de árboles en los núcleos urbanos es realmente importante: los humanizan, ofrecen un alivio natural frente al calor, la contaminación, la congestión del tráfico, mientras que la falta de vegetación en las urbes se asocia con problemas de salud y altos niveles de estrés. El árbol es todo generosidad, nos regala oxígeno, atrapa perjudiciales gases y partículas, refrigera y, un largo etc de servicios que no valoramos en su debida grandeza. Hemos de extremar está simbiosis que nos ofrecen y hacerla aún más productiva. Seremos más felices y, tendremos mejor vida. Está cuantificado.
1. Un árbol maduro puede absorber hasta 150 kg de CO2 al año. Especialmente en ciudades con altos niveles de contaminación, los árboles pueden mejorar la calidad del aire, haciendo de las ciudades lugares más saludables para vivir.
2. La ubicación estratégica de los árboles en las ciudades puede ayudar a enfriar el aire entre 2 y 8 grados Celsius, reduciendo así el efecto de «isla de calor» urbano y ayudando a las comunidades urbanas a adaptarse a los efectos del cambio climático.
3. Los árboles grandes son excelentes filtros para contaminantes urbanos y partículas finas. Absorben gases contaminantes (tales como monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, ozono y óxidos de sulfuro) y filtran partículas finas como polvo, suciedad o humo del aire atrapándolos sobre las hojas y la corteza.
4. Los árboles juegan un papel importante en el aumento de la biodiversidad urbana, proporcionando a las plantas y animales un hábitat, alimento y protección.
5. Las investigaciones demuestran que vivir cerca de los espacios verdes urbanos y tener acceso a ellos puede mejorar la salud física y mental, por ejemplo disminuyendo la tensión arterial y el estrés. Esto, a su vez, contribuye al bienestar de las comunidades urbanas.
6. Los árboles maduros regulan el flujo del agua y desempeñan un papel clave en la prevención de inundaciones y en la reducción de riesgos de desastres naturales. Un árbol maduro de hoja verde permanente, por ejemplo, puede interceptar más de 15.000 litros de agua al año.
7. La colocación correcta de los árboles alrededor de los edificios puede reducir la necesidad de aire acondicionado en un 30% y reducir las facturas de calefacción en invierno entre un 20-50%.
8. La planificación de paisajes urbanos con árboles puede aumentar el valor de una propiedad en un 20% y atraer turismo.
Muchísimos pueblos de Andalucía están pelados de árboles. No es el caso de Antequera que, al menos… Pero si todos estamos de acuerdo en que los árboles aportan tanto, ¿por qué no se plantan más en Antequera?
Antequera tiene un núcleo urbano, sobre todo el que está bajo la protección del PEPRI, que hace complejo el integrar arbolado. No obstante, veo que en las obras municipales que se ejecutan, se van integrando nuevos ejemplares. Siempre será bueno que donde haya espacio para ello, se posibilite la integración de estos verdes compañeros. Es una extraordinaria inversión con importantes valores y beneficios medio ambientales, sociales y hasta económicos, futuro de calidad para nuestros hijos. Lo que sí es primordial es que detrás de cada plantación exista una planificación, o lo que es lo mismo «plantar el árbol adecuado, en el sitio correcto «.
He visto datos que hablan de buenas prácticas en Antequera sobre este tema, que está entre las ciudades andaluzas que sí se preocupan de naturalizar. ¿Es así?, ¿qué faltaría?¿cómo se completaría esa intención?
Habrá leído que Antequera se ha integrado en el grupo de ciudades andaluzas más preocupadas por su infraestructura verde, un selecto grupo hasta ahora de treinta localidades, donde sus dirigentes han dado el paso al frente en su compromiso público para hacer que la Ciudad sea más verde, más resiliente, más amable. Manolo cómo Alcalde y Teresa en su responsabilidad como Delegada, así lo muestran y no dudan en seguir estando comprometidos, muestran estar calados por el programa y en ello su apuesta por hacer más verde la Ciudad. El programa no es una competición entre municipios, es un compromiso con la propia Ciudad que gestionan, para ir mejorando en su gestión sobre la IVU (Infraestructura Verde Urbana).
La tendencia urbanística ¿va por separar las zonas de cemento de las zonas de arbolado en las ciudades o por el contrario mezclarlas con más densidad de arbolado en sus calle?
Las ciudades, sobre todo las mediterráneas, se han de hacer más permeables, pues con ello ganan en frescura y bajan la intensidad del albedo que potencia la isla de calor urbana. Cuanto antes asumamos un cambio de modelo urbano que comience por virar hacia pavimentos más amables y frescos, antes mejoraremos el confort ambiental, si ello lo acompañamos con un uso más intenso de la vegetación y el agua en juegos con un diseño sostenible y eficiente, mejoraremos muchísimo un espacio urbano que cada vez más, está llamado a convertirse en refugio climático. Hemos de asumir que, sin permeabilidad bajo nuestros zapatos, la temperatura, la humedad ambiental e incluso la armonía que se da cuando uno va posándose sobre algo vivo, se esfuma. La vegetación y el árbol en particular, es hacedor del espacio público, así fue y hoy, está claro que debe volver a serlo.
Son tendencia ya los Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS), estos configuran el medio urbano desde la responsabilidad para una mejor gestión del agua de lluvia por ejemplo. Son muchas las ciudades, que invierten en su futuro más verde con la implementación de esta y otras técnicas de ingeniería civil, que tienen por objeto devolver el medio urbano al peatón y, no de cualquier forma, sino que esto se hace asegurando que la vegetación forme parte indiscutible de los trazados de calles y plazas en suelos cultivables viables, que aseguren la pervivencia de unos seres que deben de acompañar a muchas generaciones, para ofrecer funcionalmente el máximo de servicios.
¿Puede contarnos o citarnos por encima algún proyecto de ciudad que podemos copiar sin alterar nuestras condiciones de bienestar, que las aumentaran para bien en nuestra Antequera paraíso?
Bueno ya sabe aquello de que las comparaciones… Cada territorio, cada bioclima, cada Sociedad y sus pormenores, son valedores de implementar la mejor cultura verde que puedan sostener y con ello disfrutar de los grandes recursos que esta es capaz de gestar. Con ello quiero decir, que no hay un modelo bueno ni malo que copiar, sí me gustaría en todo caso poner acento a determinados espacios que con potencialidades totalmente antagónicas, manifiestan de forma muy clara cuál es el modelo de ciudad que quieren a futuro desde una perspectiva de la sostenibilidad verde, donde el árbol como no puede ser de otra forma, como eje de la IVU se erige en el emblema de sus acciones. Cieza en Murcia, Vitoria en El País Vasco o Allariz en Galicia, secundan modelos verdes que reciben la admiración ya no solo de nuestro ámbito técnico sino incluso socio político a nivel internacional. El caso de Vitoria, además, lo viene haciendo de forma reiterada y con importantes reconocimientos por una dedicación que encuentra a mi juicio, una primordial faceta, que es la unanimidad política para mantener los planes verdes en continuidad y siempre a largo plazo.
Hasta casi una decena de evidencias sustenta la ONU sobre el árbol urbano como gran benefactor. La calidad del aire mejora muchísimo con su presencia, pues a la consabida absorción de dióxido de carbono (CO2), hemos de sumar, la gran capacidad de filtración y fijación de contaminantes y partículas finas en suspensión que, de no ser mitigadas por las hojas de los árboles, serán nuestros alveolos los que los recibirán y no para bien precisamente | Juan Manuel Ruiz Cobos
Le he oído hablar de podas buenas y podas malas… Y sobre esto, también me interesa su opinión sobre la moda de decoración de árboles con forma «chupachups» ¿es necesaria o capricho de adorno según gustos?
Partamos de la máxima de que funcionalmente, de los árboles podemos esperar unos beneficios que vienen dados por la cantidad de hojas que pueblan sus copas y no tanto, por la cantidad de árboles que tengamos. Un sólo árbol en porte natural puede ser más beneficioso que muchos otros sometidos a caprichosas formas.
Tallar los árboles es innecesario, una moda muy cara, carente de la menor justificación técnica y para colmo, una estrategia que debilita a los árboles al dejarlos un año sí y otro también, desprovistos de su fábrica de alimento y máxima fundamentación, que no es otra que tener el máximo de superficie foliar activa y productiva. Como bien dice una buena amiga del sector, “La topiaria es un arte jardinero bellísimo cuando tiene un porqué y está bien realizada”. Hacer bolas de todo y en todo, es a mi juicio una falta de compromiso profesional, una gamberrada por la que se cobra y con ello, se estafa a la Propiedad. Necesitamos árboles, grandes árboles, con su porte natural y toda su cobertura foliar en acción. Así conflictos aparte, tendremos un árbol funcional pleno.
Por si quieres más sobre árboles y Antequera:
ARTÍCULOS DE Juan Manuel Ruiz Cobos para ATQ|Magazine Antequera Futura
ARTÍCULOS DE Juan Manuel Ruiz Cobos para ATQ|Magazine Antequera Sostenible
¿CONOCES LOS ÁRBOLES SINGULARES DE ANTEQUERA Y DÓNDE ESTÁN? | Carlos L.
UN RECORRIDO DESDE EL «PASEO DE LA CIUDAD» AL «PASEO REAL» | Ester Cortés