La Coral ‘Ciudad de Antequera’ abrió la ‘IV Noches Clásicas’ | La primera en el corazón, que no en la frente, ¡Y para bien!

«Un foráneo en el paraíso» | ChLL para atqmagazine

A través de la Concejalía de Cultura y Patrimonio Histórico, el Ayuntamiento de Antequera ha organizado durante los días 28, 29 y 30 de junio, en el acogedor escenario de su patio, con ciprés casi centenario y monumentalidad manifiesta, la IV edición de sus Noches Clásicas.

En mi opinión, un regalo para los sentidos. Ha sido precioso desde la primera noche a la última.


Hoy quiero recrearme en la primera de las noches, de las otras les hablaré mañana y pasado, quiero volver a saborearlas lentamente en mi pensamiento.

¡Qué gran acierto que esta IV edición de Noches Clásicas, la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento haya abierto la cortina de un tesoro que sabíamos que teníamos, pero que pocas veces veíamos en nuestra ciudad. ¡Cómo agradezco haber podido escuchar a la Coral ‘Ciudad de Antequera’ interpretando también por «lo civil» temas tan emocionantes como los que la primera noche del ciclo pusieron en escena cautivando a quienes escuchábamos.

Que tengamos esta impresionante agrupación musical en nuestra propia tierra y que podamos escucharla entre las piedras históricas de nuestra ciudad es un lujo que muy pocas ciudades en el mundo pueden brindarse. Es como descubrir un tesoro de voces y música en tu propia ciudad. Quizás por ello, Medina Galeote, que es también concejal de Patrimonio Histórico ha decidido (¡Ole tú!) poner acento y foco en otro de nuestros patrimonios antequeranos inmateriales que llenan nuestro espíritu, esta Coral de Música Polifónica.
¡Yo quiero un Efebo para ellos! ¡Y para su director!

La Coral comenzó la noche noche seduciéndonos con la impresionante creación de Vangelis, que fue banda sonora de la película ‘1492 La Conquista del Paraíso’. Continuaron con La Nuit ( Los Chicos del Coro) y con la fantástica y conmovedora Nella Fantasía de Ennio Morricone, ambientadora de ‘La Misión»
Tan solo con ello, ya nos habríamos marchado felices de haber vivido este sueño (y tan cerquita, en la Calle Estepa, que llamaban mis mayores). Pero continuaron con la magia de sus voces y de los acordes musicales de instrumentos convocados al efecto. Iniciaba un bloque de tres temas, la música de Los cuentos de Hoffman de Offenbach, ‘Barcarola’, y enseguida -como quien tiene fácil hacerlo- empujaron nuestras almas con la fuerza de Il Trovadore, en su «coro Gitanos» y el vibrante Nabuco (Ava Pensiero) ambos de Giuseppe Verdi. (¡Para morir!).


Hicieron un brevísimo «apagón» para dejar «posar» tanta belleza auditiva y decidieron tocar otras de las cuerdas más sensibles de nuestras emociones con Habanera; con ‘Regresa a mí’ imitando la versión que popularizara Il Divo, con arreglos del propio director de la Coral, Manuel Ruiz Campos y ‘Con te Partiró’ (deslumbrante), también en adaptación de Manuel Ruiz.


Entraron en la última parte del concierto con una danza venezolana muy animada (no recuerdo el título, pero bonita a más no poder); le siguieron otros temas de música latina, una canción mexicana y un tema a ritmo de salsa.
Millones de aplausos y bravos conquistaron de estos virtuosos de la música polifónica un bis, regalo final: ‘The Lion Sleeps Tonight’, receta mágica de alegría y calma.

Un concierto magistral que ojalá pueda volver a escuchar algún otro día en este paraíso de ciudad.


Nota1, probablemente cursi, pero real:
Mis padres me decían de adolescente: embriágate de poesía, de música, de arte, de amor… no de otras cosas. Y así marchaba esta noche a casa ebrio de sensaciones preciosas, andando, como es lógico en esta ciudad donde casi todo está a mano (otro de los lujos de este paraíso) y me iba tropezando con farolas y límites de acera absorto en lo bonito que había sido recordar esa música que en otro tiempo llenó momentos de mi vida en películas únicas o en matinales de domingo en mi «caset»-e.
Al entrar en casa, ‘The Lion Sleeps Tonight’, cumplió en mí el objetivo de su autor, Solomon Linda, que creó esta nana para «alejar los miedos a los más pequeños» ( y a los mayorcitos, como yo, que en los últimos tramos de la vida nos aprietan en el pecho «musarañas» irracionales).

Así que, Gracias, Coral Ciudad de Antequera por vuestro arte. Gracias, Ayuntamiento, por regalarme este momento mágico en la ciudad en la que vivo y por descubrir para mí y mis vecinos que también tenemos en Antequera como patrimonio el tesoro cultural de las voces musicadas de esta interesante agrupación coral.

Nota2, evidente:
Nadie hace fotografías como yo, ¡verdad?. Tan malas, ¡imposible!. Perdón por no ofreceros mejores. Eso sí, documentan el tema.