Cristina Díaz Reina: ‘La terapia EMDR no es magia, es ciencia y ayuda a curar heridas emocionales’

EMDR es el acrónimo en inglés de Eye Movement Desensitization and Reprocessing, en español, Desensibilización y Reprocesamiento por medio de Movimientos Oculares

| «Esta terapia está basada en la idea de que los pensamientos, sentimientos y comportamientos negativos son el resultado de recuerdos no procesados.
El tratamiento consiste en procedimientos estandarizados dirigidos por un especialista que incluyen centrarse simultáneamente en:
Las asociaciones espontáneas de imágenes traumáticas, pensamientos, emociones y sensaciones corporales, recuerdos...
Y en la estimulación de los dos hemisferios del cerebro, mediante movimientos oculares reiterados.» |
Organización Mundial de la Salud

ATQ|Magazine ha llegado a Cristina Díaz Reina por recomendación desde muchas vías que ensalzan su amplio curriculum y su prestigio profesional consolidado con más de 23 años de experiencia en la Salud Emocional y Mental.
Fue una de las psicólogas pioneras en Andalucía en aplicar EMDR, terapia recomendada por la Organización Mundial de la Salud.

Desde 2005 lleva aplicando y desarrollando con éxito este tratamiento como parte de su modus operandi.
Entre sus especialidades profesionales, figuran el tratamiento de la Ansiedad, de la Depresión, del Trauma, Disociación y Estrés postraumático, de las Fobias, del TOC
(Trastorno Obsesivo Compulsivo), Terapia de pareja y sexualidad, así como de la aplicación acreditada de EMDR como Clínica Especialista.

Crédito de foto y portada: Helena Luprie

¿Qué es la terapia EMDR?
EMDR es una terapia desarrollada por Francine Shapiro, que era doctora en psicología e investigadora senior en el Mental Research Institute de Palo Alto, California (EEUU).
Ha sido utilizada en EEUU y en el resto del mundo durante los últimos 30 años. Está avalada por la Organización Mundial de la Salud y científicamente validada por las principales referencias mundiales (asociaciones profesionales, como la Sociedad de Psicología Clínica, APA –American Psychological Association o la ISTSS -International Society for Traumatic Stress Studies;  y otras entidades de diferentes países, como el Sistema Nacional de Salud (SNS) de España o el NICE –National Institute for health and Clinical Excellence de Inglaterra, entre otras…


Integra mucho de los elementos eficaces de una amplia gama de estrategias terapéuticas, pero con aspectos propios del EMDR que son únicos.
En concreto, los terapeutas guíamos al paciente en una serie de movimientos oculares de un lado a otro, mientras el paciente se centra de forma dirigida en varios detalles de un recuerdo perturbador.

Este movimiento de los ojos de izquierda a derecha de la terapia con EMDR es una forma de estimular los hemisferios cerebrales denominada «estimulación bilateral«. Ello activa zonas cerebrales como la amígdala, el hipocampo y la zona prefrontal de la corteza cerebral que están también relacionadas con el procesamiento de la información, con la memoria y con las emociones.
También existen otras maneras de hacerlo: alternando golpecitos en las piernas, las manos, la espalda; reproduciendo pitidos a través de unos auriculares, etc.
Se utiliza para ayudar a poder procesar experiencias vividas que han supuesto un trauma o que han dejado una huella emocional de sufrimiento que no ha sido superada, que no se ha «digerido» bien.

«La terapia EMDR ayuda al cerebro a procesar estos recuerdos y permite que se reanude el proceso de curación natural que quedó interrumpido. La experiencia aún se recuerda, pero la respuesta de lucha, huida o congelación asociada a la situación pasada se resuelve».

Hay evidencia y comprobación científica de que guiando los movimientos oculares, al estimular ambos hemisferios de modo alternante, con el protocolo adecuado se consigue un efecto positivo sobre aquellos recuerdos que nos hacen sufrir, logrando disminuir su intensidad y ayudando a asimilarlos.

Parece fácil de aplicar
No lo es. Quizás parezca que la técnica es pura mecánica y no es así; porque exige cierto procedimiento y porque la parte más compleja está en descubrir mediante su aplicación qué recuerdos son importantes trabajar, encontrar el nudo emocional para poder desbloquearlo y hacerlo fluir. Mover los ojos, los mueve cualquiera. Hacer que los muevas, igual; pero el procedimiento es mucho más completo, es una intervención de Salud Mental y precisa de una formación con una base clínica que te pueda acreditar como profesional formado en ello. EMDR solo debe ser aplicado por profesionales con formación sanitaria (médicos y psicólogos) que además hayan accedido a las formaciones acreditadas, en el caso de España, nuestra Asociación EMDR España solo reconoce únicamente cursos y entrenadores que han pasado por un proceso de acreditación independiente por la EMDR Europe Association.

¿Cómo explica la bondad de esta técnica a sus pacientes para que confíen en su efectividad?
De forma general y previamente les hablo del funcionamiento de nuestro cerebro similar a un gran ordenador que precisa de disponer la información muy bien clasificada. Hay situaciones a lo largo de nuestra vida desde nuestra más tierna infancia que se pueden ir acumulando sin «archivar» adecuadamente y produciendo «basura» consciente o inconsciente en la memoria. Lógicamente los acontecimientos agradables fluyen con normalidad, pero los desagradables pueden quedarse sin procesar y acumular esa basura que impide el funcionamiento ágil bloqueando el sistema porque no han podido ser procesados. Se producen entonces heridas emocionales muchas veces inconscientes que van a darnos la lata posteriormente sin saber el porqué, pero con claros síntomas de sufrimiento y de inestabilidad emocional sin causas aparentes o visibles (miedos, inseguridades, fobias…).

Póngame un ejemplo, por favor, de cómo se produce esa situación en nuestro cerebro
Cuando estás en una situación que te desborda emocionalmente y tu cerebro no ha conseguido procesarlo, es porque se ha producido en él una interferencia en la información de lo que te ha ocurrido, porque probablemente te haya superado emocionalmente y tu cerebro no ha procesado esto bien y ha dejado el «archivo» como mal situado. Así, a partir de ese momento todo lo que tenga más o menos relación con este hecho puede provocar una mala reacción conductual y emocional con efectos de todo tipo.
Yo siempre pongo el ejemplo de un niño pequeño que de buenas a primeras un día es mordido por un perro. A partir de ahí desarrollará un esquema inconsciente de «los perros son malos y me atacarán». Hasta el punto que aunque no le esté mordiendo ningún perro, simplemente el hecho de escuchar unos ladridos, va a activar en su cuerpo todo el sistema de alarma del miedo. Fisiológicamente hablando, tendrá palpitaciones, ansiedad, nerviosismo, cuando ese hecho no está ocurriendo en ese momento. ¿Cómo es posible?. Porque el cerebro tiene su propio mecanismo de alarma que en ese caso por el simple hecho de escuchar unos ladridos o pasar cerca de un perro, incluso simplemente imaginarlo, va a ser activado.

El tratamiento con EMDR va a hacer un reprocesamiento de ese esquema que tu cerebro ha hecho de manera inadecuada porque se basó en una sola experiencia. EMDR ayudará a «D«esensibilizar ese estímulo y a su «R«eprocesamiento. Al desensibilizar la visualización perturbadora que tenía un nivel de malestar 10, va a ir bajando hasta llegar a nivel de malestar cero. Tu cerebro va a reprocesar consciente e inconscientemente ese esquema de «un día un perro me mordió, pero no significa que todos los perros sean malos y que vayan a morderme».

Crédito de foto y portada: Helena Luprie


Hemos pedido a Cristina Díaz Reina que ayude a los lectores de este digital durante algunos capítulos a situar en la mente y orientar algunos malestares emocionales que se viven en la sociedad actual. A pesar de su agenda repleta y su total ocupación profesional, nos ha confirmado su colaboración desinteresada. Por nuestra parte no cabe mayor reconocimiento a su bondad por ello.
El agradecimiento es la memoria de nuestra alma. ATQ|Magazine