José Díez de los Ríos, un «filósofo» de la Fotografía y un gran hombre

Crédito de fotografía de portada | Mikel Cordero

Sí. Para mí lo es, un fotógrafo extraordinario y un filósofo de la Fotografía. Y un hombre interesante, con cabeza bien amueblada, de conversación enriquecedora, con valores humanos, entusiasta y sereno.
Coincidimos en varias rutas culturales y en algún tapeo gastronómico andaluz y comprobé su grandeza, su inteligencia natural e ilustrada y su enorme capacidad de sensibilidad ante hechos y realidades humanas distintas a las de la sociedad acomodada que vivimos.
José Díez de los Ríos es de esencia, no de apariencia. Contagia integridad y empatía.
También he coincidido en algunas explicaciones suyas, talleres prácticos y… ¡Caramba, cómo explica!, parece que se haya tragado un maestro.

¿Hay una foto en tu mente que te gustaría hacer?. ¿O algún momento pasado que se te escapó la oportunidad?
No, en estos momentos no. Pero sí estoy seguro que mis mejores fotografías, están por llegar y más que fotos en mi mente, almaceno proyectos y viajes fotográficos.
En cuanto a la segunda parte de la pregunta, no tengo la sensación de haber desaprovechado mis oportunidades fotográficas, entre otras cosas porque no he ambicionado nada; aunque sí, he dejado de hacer fotografías maravillosas por muy distintos motivos.

La fotografía es un lenguaje (sin duda), pero ¿es un lenguaje técnico?, ¿emocional?
Lo que está claro es que es un lenguaje.
Bruno Barbey decía que es el único lenguaje que entiende todo el mundo.
Es un gran medio de expresión y comunicación. Pero es difícil de definir qué tipo de lenguaje. Por una parte, la fotografía nace ligada a la tecnología, empezando por el propio artilugio que toma la foto (ya sea la propia cámara fotográfica, móvil, tablet, o como poco una caja donde alojar una placa sensible a la luz). Pero una cámara por sí sola, por buena que sea, no es capaz de hacer una fotografía, ni siquiera de tomarla. Por otro lado, no todas las fotografías son capaces de trasmitir un mensaje. Para que esto ocurra el fotógrafo ha de volcar en ella, sus emociones y sentimientos en el momento de la toma. Una fotografía habla, cuando deja una impresión y una emoción tanto en quien la hizo como en quien la mira.
Henri Cartier-Bresson opinaba que “Fotografiar es colocar la cabeza, el ojo, el corazón en un mismo eje”.
“… una buena foto es como un buen chiste. Si tienes que explicarla, no es tan buena” (Anónimo).
El ser humano tiene el don de la palabra. Pero no todo se puede explicar con palabras, igual por eso se inventó la fotografía.


¿Qué es el tiempo para ti como fotógrafo? (filosofa un rato, que se te da bien).
Jajaaaaa. El tiempo fotográfico ya ha pasado cuando miras la foto que has tomado, incluso ya es tarde cuando tu mente piensa lo que está viendo. Nadie fotografía nada de lo que ve en tiempo real por muy rápido que sea de gatillo, porque cuando la imagen llega a tu cerebro, este manda una señal para que aprietes el dedo y se toma la fotografía en el tiempo que la cámara necesita para ello, lo que viste ya es pasado. Por eso todo el mundo pierde en ocasiones una buena foto. Pero esto es, filosofando un poco como tú dices, la realidad que en esas centésimas de segundo puedes capturar un momento prácticamente igual o incluso a veces mejor.  
Por seguir un poco con las citas, Berenice Abbott decía: ”El fotógrafo es el ser contemporáneo por excelencia; a través de su mirada, el ahora se vuelve pasado”. Y Cristina García Rodero también comentaba que “La fotografía es una lucha. El enemigo es el tiempo y vences cuando consigues congelarlo en el momento adecuado…”

¿Qué obras quedan para la Historia?
Todas, hasta aquellas que se hicieron sin ninguna pretensión artística. Todo lo que sea capaz de aguantar el paso del tiempo, ya sea en un medio digital, papel o cualquier otro material. Lo único que tiene que ocurrir es que en un momento determinado alguien las desempolve y las muestre a otros como una parte de la historia pasada.
Me agrada ver cómo están surgiendo en Internet y Redes Sociales muchas páginas donde sus propietarios son auténticos coleccionistas de fotos antiguas, que nos muestran cómo eran las gentes, las calles, las ciudades y la naturaleza de hace años. Poner todo eso en valor es una señal, de que la fotografía sobrevive al que la tomo. La mayoría de ellos fotógrafos anónimos.
Personalmente, ahora estoy inmerso en un proyecto, conjuntamente con otros fotógrafos, con la única idea de crear un Fondo Fotográfico donde los fotógrafos andaluces puedan depositar sus obras, tanto física como digitalmente y de esta manera, nos sobreviva cuando ya no estemos. Para eso estamos intentando contar con el apoyo de Federación Andaluza de Fotografía y ojalá Antequera se mostrase dispuesta a ser la sede de ese gran proyecto, que con el tiempo iría recopilando la obra de lo mejor de la fotografía andaluza.

¿Las fotos te esperan? ¿Te buscan? ¿Las buscas?.
Es curioso, pero, aunque no lleve la cámara en las manos y no pueda tomarlas, me vienen las fotografías cuando camino o me muevo de aquí para allá.
En principio salía a hacer fotos, estaba deseoso de tener un gran archivo y fotografiaba casi todo lo que veía. Con el tiempo evolucionas y te vuelves más selectivo. Ahora decido en qué momento y que es lo que quiero fotografiar, se lo que me gusta y espero que la foto venga a mí, se me presente. Aun así, sigo almacenando muchas fotografías sin ninguna pretensión artística, simplemente como recuerdos o documentos para un futuro.

Lo que si tengo claro es que ninguna foto te espera. O estás en el lugar adecuado y en el momento oportuno o el fugaz instante se disipa como el humo.
Esto no debe preocuparnos, no es grave, en el mundo se dan infinidad de momentos y escenas que fotografiar a cada segundo. No podemos estar a todo.


Tienes un curriculum lleno de premios internacionales. Reafírmate o no, en si tu línea es mirar lo sencillo.
Si, si prefiero fotografiar lo sencillo, lo cotidiano, lo vulgar. Todo aquello que hable y cuente de mí y de la gente humilde. No tengo ninguna pretensión, solo fotografiar lo que me atrae y lo que me gusta.
Mi curriculum puede que sea amplio, pero he llegado a él, sin ninguna pretensión de ser famoso ni de ganarme la vida con la fotografía, ni de destacar, ni nada por el estilo. Ha sido un método para permanecer motivado e inspirado en este mundillo, donde muchos son los que empiezan, pero que va dejando un reguero de abandonos en el camino. Me ilusiona tanto la fotografía que no me permito lo de aburrirme.

La Fotografía es un medio de expresión subjetivo. Se habla de reflejar la verdad, pero la verdad es subjetiva. ¿Verdad y veracidad son lo mismo?
A ver, este es un terreno pantanoso, donde hay tantas opiniones como personas que quieren opinar sobre el tema. Por tanto, mi opinión es sólo una más.
En cuanto a si es un medio de expresión subjetivo, entiendo que sí, que lo es, estoy en la línea de los grandes maestros como Ansel Adams que tenía claro que: “El componente más importante de una cámara está detrás de ella”.
En el momento que interviene un sujeto, el resultado es subjetivo. Salvo falsas creencias, no hay nada en la fotografía que le haga distinta al resto de actividades humanas y artísticas. Escribir un libro, un artículo, pintar un cuadro, diseñar un edificio, crear una escultura, etc, todos son medios de expresión humanos y todos inevitablemente llevan un componente subjetivo, una intención.

Aunque no pensemos en ello, estamos influenciados por nuestro entorno, por nuestra educación, por nuestras ideas y por nuestra propia visión de lo que queremos mostrar. La fotografía no se libra de eso.

Pero esto no tiene por qué restar verdad al momento fotografiado. La mayoría de los fotógrafos nos limitamos a fotografiar lo que vemos con independencia de que le demos esa pátina artística que nos diferencia, que lo hagamos con una mirada diferente al resto de la gente o que subjetivamente volquemos sentimientos y emociones en el momento de la toma.

Robert Capa decía que “…la verdad es la mejor fotografía”
La veracidad en mi opinión es más bien aplicable al fotógrafo y no a la fotografía. Un fotógrafo será más veraz cuanto más a menudo exprese la verdad a través de sus fotografías.

¿Hay modas en la Fotografía o sigue una línea estable en alguna dirección?
No lo considero yo modas, más bien existen tendencias. La tendencia actual se centra en sacar el máximo provecho a la tecnología aplicando conocimientos, habilidades y destrezas para obtener imágenes realistas y cautivadores, para que sean vistas y admiradas en el principal medio de difusión utilizado hoy en día, que no es otro que internet.

Si una cosa es escribir y otra ser escritor, ¿saber hacer fotografías es ser fotógrafo?
Lo que no te garantiza el saber de fotografía, es que hagas buenas fotos. La mayoría de los que empuñan una cámara, toman fotografías, el autentico fotógrafo las hace. Ahí radica la única pero gran diferencia.

¿Toda fotografía debe tener una intención?
Opino que sí. A veces es solo mostrar la belleza o transmitir paz y sosiego, otras veces será dar a conocer lo que ha sido fotografiado, impresionar atrapando la mirada o la simple intención de crear un determinado sentimiento en el espectador.
Henri Cartier-Bresson uno de los genios que ha dado la fotografía, opinaba que “El fotógrafo no puede ser un sujeto pasivo, no puede ser realmente lúcido si no está implicado en el acontecimiento”. El Maestro lo dejó muy claro, no seré yo quien se lo discuta.

¿La cámara analógica es peor que la de última generación?. ¿Se pierde el gusto a hacer fotos al igual que el que hoy en día conduce un coche automático pierde el gusto a conducir?
Un escultor actual tiene muchísimos más medios que uno del Renacimiento, pero eso no le garantiza que pueda esculpir una maravilla como el David de Miguel Ángel.
La Cámara es sólo una herramienta que sirve a un fin. Nada interviene esta en el arte fotográfico. Si tenemos que valorar la herramienta en sí, es como si sometemos a valoración un Ford Mustang de los años sesenta con un BMW actual de última generación. Yo creo que ni siquiera es comparable, pero estoy seguro que los amantes de lo vintage elegirían el Mustang, mientras que los más, elegirían el BMW por sus avances tecnológicos, por su seguridad y por la comodidad que ofrece.

La Cámara analógica cumplió su finalidad, ya no es posible en la época digital, o más bien no tienen mucho sentido. Las cámaras actuales vienen cargadas de tecnología, para facilitar la tarea fotográfica, pero dejando que sea el fotógrafo el que decida en cada momento. La mayor parte de los fotógrafos de todo el mundo dieron el salto de lo analógico a lo digital, sin perder el gusto por la buena fotografía, sabiendo que lo único que cambiaba era la herramienta. Sólo unos cuantos perdieron el tren de las nuevas tecnologías, por empeñarse en demonizarlas.

La Cámara de cualquier época es al fotógrafo, lo que los pinceles, oleos, lienzos y caballetes es al pintor. La cámara fotográfica es la herramienta que nos permite pintar con luz, sólo eso.


Consejo a los que empiezan.
Que aprendan hoy fotografía como si de un oficio se tratase, para que mañana puedan evolucionar como artistas.
No basta con comprarse una cámara y lanzarse a fotografiar como un poseso. Hay que ser paciente. Primero hay que aprender el manejo de la herramienta que vas a utilizar, hasta que se vuelva intuitiva y no tengas que pensar para manejarla. Hay que leer mucho, no solo a fotógrafos famosos sino también a pintores, sobre todo a los clásicos. Contemplar sus obras, aprender de ellos las reglas de composición. Visionar deteniéndose en su trabajo.
Por último, le aconsejo que se asocien con otros que compartan la misma afición y se dejen aconsejar por los fotógrafos experimentados que sin duda, se van a encontrar en la Asociación o Agrupación Fotográfica.

¿Añoras los tiempos de la fotografía química?
Por edad pertenezco a la época analógica, pero fotográficamente soy hijo de la época digital. No tuve mucho contacto con la fotografía química, no la añoro. Me siento muy cómodo en el procesado digital.

Aprendí de ti, que lo rápido, en fotografía casi nunca es lo eficaz…(digo yo que como en la vida).
El sabio refranero español, siempre nos recuerda que “La paciencia es la madre de la ciencia” e incluso yo diría que la madre de todas las virtudes y sin embargo posiblemente es la virtud que más choca y confronta con la sociedad en la que estamos instalados. Todo fluye muy rápido y la inmediatez es lo que prima, incluso en la fotografía. Quiero una foto y la quiero ya, y quiero subirla a la red social ya y quiero comentarios ya, para contestar ya a esos comentarios.
Para hacer buenas fotografías hay que tener paciencia, hay que ser constante, insistente, hay que esperar que se produzca el “instante decisivo” al que hacía referencia Cartier Bresson.

Te sientes adicto a la fotografía? ¿Cómo es tu enganche?.
La fotografía siempre ha ejercido sobre mí una atracción difícil de explicar. La propia herramienta, la cámara me produce bienestar cuando la coloco entre mis manos, aun cuando no la dispare.
Desde 2010 forma parte de mi vida, condicionando incluso mis días. Pero no es una adición del tipo que puedan ser las drogas, la bebida o el tabaco. Es una adición de tipo cultural, como el que le gusta leer, pintar o ir al teatro. De manera que, si durante un tiempo no puedes hacerlo, no por eso te sientes mal o te viene la ansiedad. Se puede dominar sin problemas. Más bien es al revés, es bueno establecerse metas, con las cuales mantener ese enganche y que la pereza no termine por arruinar una afición tan bella y que tanto aporta al ser humano y al propio fotógrafo.

¿Si no tomas decisiones al hacer una foto, la cámara las toma por ti?
De momento y no me gustaría que pasase lo contrario, la cámara no puede tomar decisiones por ti. Sí puedes programarle automatismos, pero aún no pueden decidir por ti.
Además, en mi caso y como siempre digo, mi cámara está configurada a modo de caja tonta, a fin de que cada una de las decisiones que haya que tomar pase de mis dedos a la botonera. Con el tiempo he aprendido a ser muy rápido y saber lo que requiere cada escena, cada hora del día e incluso los distintos tipos de situaciones, personas, paisajes, nocturnas, etc.

¿Un fotógrafo como tú, está siempre en alerta de capturar un instante o convive tu mente como en un medio más natural?
En mis viajes fotográficos sí me transformo, los días previos me preparo mentalmente, visiono posibles tomas que sólo están en mi cabeza, decido mi estrategia fotográfica. Una vez que estoy en el lugar, mis sentidos se tensan y se vuelven muy sensibles, sobre todo la vista, así como ese otro sexto sentido que es el de la intuición. A veces intuyo que algo va a pasar y espero tenso y preparado, curiosamente la mayoría de las veces ocurre lo inesperado y puedo traerme ese momento no solo en mi tarjeta de menoría, sino también en mi recuerdo.
Aquí me pasa algo muy parecido cuando emprendo algún trabajo en estudio, o cuando salgo a fotografiar la Semana Santa o cualquier otra actividad humana; mis sentidos se mantienen muy alerta.
El resto del tiempo, en el que no estoy empleado en ella, la fotografía está en mi mente compartiendo espacio con otras muchas cosas.


Has dado la vuelta al mundo visitando países, ¿en cuál has visto un color especial o unas imágenes especiales?. ¿Qué has visto y qué ha podido «reflejar tu cámara» en esos países?.
Principalmente quedan en mi retina tres: Etiopia, Cuba e India. Volvería a cualquiera de ellos sin pensármelo dos veces. Como bien dices sus colores y su luz, te dejan atrapado. Pero lo que ha hecho especiales mis imágenes en estos países han sido sus gentes. Gentes pobres, sencillas, amables y que te ofrecen lo poco que tienen de corazón y con una sonrisa en sus caras. Personas maravillosas a las que les encanta ser fotografiadas y sobre todo se sienten felices si te acercas a ellos para saludar, reír, acariciar a sus hijos y jugar con ellos.
He traído en mi cámara imágenes de su pobreza, miseria, hambre, enfermedad y lucha por la supervivencia (precisamente lo que a la mayoría de la gente no le gusta ni ver ni saber). Sin embargo y curiosamente la mayoría de estas personas, sobre todo los niños, no están tristes. Muy al contrario, ríen y juegan como si su vida sólo fuese un sueño del que pronto despertarán.

También he fotografiado sus tradiciones ancestrales y su más pura religiosidad. Su manera de vivir, donde comen, donde duermen, donde trabajan, como se relacionan. Todo eso y mucho más ha quedado atrapado en el sensor de mi cámara y en mi corazón.

¿Hacer fotografía es un acto revolucionario?
Al menos en mi caso no. Para mi hacer una fotografía se ha convertido en un acto veraz tal como comentábamos antes. Raramente comento una foto, muestro lo que he captado y dejo que el espectador la interprete en función de lo que le muestro. Me gusta fotografiar al ser humano preferiblemente en su entorno; en sus fiestas, en sus celebraciones religiosas, en sus relaciones humanas, mostrándolo todo con la mayor crudeza e imparcialidad y fuera de todo tinte político y religioso. Para conseguirlo, utilizo la subjetividad incorporando mis emociones, empatía y sentimientos en el momento de la toma e intento ganarme su confianza interactuando con ellos y siendo amable, cosa que valoran muy mucho.

Imagino que en Instagram hay mucha foto pasable de gente no profesional. ¿Es fácil detectar una buena fotografía de la que es simplemente una fotografía aparente? ¿Cuáles son esos puntos básicos para distinguir una de otra?
Tengo la suerte de ser miembro del Cuerpo de Jurados de la Confederación Española de Fotografía y de la Federación Andaluza de Fotografía, también he sido jurado en algún que otro Concurso Fotográfico Internacional, he visto y puntuado miles de fotografías muy buenas, buenas y regulares. Mi ojo está educado para apreciar una buena fotografía
En Instagram podemos ver a grandísimos fotógrafos amateurs exponer su obra y ciertamente se distinguen fácilmente del común de los fotógrafos.
Los puntos que siempre tengo en cuenta a la hora de valorar una fotografía son: primero, el impacto visual que me produce al verla, segundo me fijo en la técnica, tercero en cuan creativa y novedosa es y cuarto en la dificultad que ha supuesto para el fotógrafo hacerla.

Tú eres un fotógrafo premiadísimo. Me imagino que no es algo que te quite la vida tener cientos de premios; pero los tienes. Si estás tan reconocido, hay que decirlo. Tiene su importancia un currículum artístico, ¿no?
No era para mí un objetivo. Tener ni premios ni distinciones. Pero sí que es verdad que entré en el tema por motivación. A mí, concursar o luchar por una distinción fotográfica, lo que me repercute es estar permanentemente motivado en la fotografía, que es lo que yo quiero. Estar permanentemente motivado, permanentemente creando y fotografiando cosas. ¿Qué es lo que pasa?. Que cada uno se busca, digamos, su ninfa, su agarradero, en qué me fijo para que yo pueda progresar continuamente sin aburrirme en esta historia. Yo puse el tema en la concursística y en obtener distinciones. Me interesa mucho más las distinciones que la concursística. Los premios en sí, una medalla o una mención de honor o lo que sea, me alegra como le pueda alegrar a cualquier ser humano. Pero lo que me interesa es, a dónde me llevan esas medallas y esas menciones de honor. Me llevan a obtener una distinción de maestro, una distinción de talento, de excelente, una distinción de artista. Eso es lo que yo voy buscando y lo busco además por mantenerme permanentemente motivado. Con lo cual siempre tengo un reto por delante, siempre cuando llego aquí me pongo el siguiente reto para permanecer otra vez en las fotografías digamos un poco motivado sin que me aburra. Hay muchos fotógrafos que empiezan con la fotografía muy fuertes y terminan aburridos en un par de años o tres y son buenos; pero no se motivan y yo lo que no quiero es que me falte esa motivación.

¿Cuánto tiempo llevas? ¿Cómo te nace la vocación?
A mí la fotografía me ha gustado desde que yo recuerdo. Lo que pasa es que, de hecho el simple hecho de jovencillo, cuando me ponía una cámara de fotos en la mano, aquello me transmitía unas sensaciones que no me transmitía cualquier otro objeto que pudiese tener entre las manos. Era muy curioso, pero ya había un flechazo entre lo que era el simple mecanismo, la simple máquina, el simple objeto y yo. Lo que pasa es que claro, yo por circunstancias personales no pude acceder a la fotografía prácticamente de pleno hasta 2010 porque no me podía costear el equipo fotográfico. Fue en 2010 cuando ya yo tenía otro nivel, otro nivel familiar, otras posibilidades y ya ahí sí me pude empezar a comprar material adecuado y hacer fotografías, más o menos, ya en condiciones.

¿Tú tienes a la cámara o la cámara te tiene a ti?. ¿Cómo lo conjugas?
Yo creo que yo… Yo tengo la fotografía. De hecho prácticamente, lo que yo entiendo por fotografía desde que vine en octubre de la India, no he vuelto a hacer. Que llevo la cámara en algunos momentos, como por ejemplo ocurrió ayer, que vamos a ver una villa romana y hago cuatro fotos… pero eso no es lo que yo quiero, eso no es la fotografía que yo practico. A lo mejor hago fotografía dos veces al año, en semana santa y en viaje fotográfico. También alguna que otra cosita que me puede encartar o yo veo un personaje que me llama la atención y lo puedo fotografiar, lo quiero retratar … pero realmente son pocos momentos al año en que yo la fotografía la saco de dentro. Otra cosa es cuántos días llevan la cámara encima, ¿no?. Pero eso no quiere decir que hagas fotos.

Tú la llevas encima un poco como el que lleva un bolígrafo ¿no?. ¿Una extensión de ti?
Exactamente. A veces por compromisos también, con compromisos que te piden que hagas fotos en determinados eventos. Yo las hago sin problemas porque además tiendo a colaborar con cualquier profesión cultural, pero no es la fotografía que yo llevo dentro. Esa la saco para en dos, tres ocasiones al año.

¿En el arte fotográfico qué prima más la técnica o lo que te sale de dentro ?
Yo sinceramente creo que es el conjunto de varios factores. Primero, si no tienes nada dentro, obviamente no vas a transmitir nada. Para transmitir algo con una fotografía, antes que nadie, tú tienes que haber sentido esa fotografía. Y después tener el arte o la capacidad de que con esa fotografía los demás sientan lo mismo que tú. Pero claro, eso es difícil de conseguir si tú además no dominas la herramienta que llevas. Porque al final, para expresarnos, necesitamos una herramienta. El pintor necesita pinceles y óleo, y el escultor necesita un martillo y un cincel. Y el fotógrafo necesita una máquina de fotografiar. Tienes que dominar la máquina y después tienes que tener determinada técnica para procesar eso, porque la máquina es una herramienta tonta. Tienes que tener a dominar mínimamente lo que es la técnica del revelado. Entonces yo diría que es la suma de las tres variantes, es decir, el sentimiento humano, el fotógrafo, lo que lleva dentro, lo que quiere, lo que siente, lo que ve y después el dominio técnico de la máquina, la cámara fotográfica y por supuesto tener un mínimo de conocimiento de revelado. Eso siempre ha sido así. Ahora y en la analógica pasaba igual. En la analógica había que dominar revelado para poder transmitir más arte a una fotografía que la que salía simplemente en un cliché, en un negativo. Siempre ha sido así.

¿Tú eres de Antequera?
Sí, soy antequerano de pura cepa.
O sea, te has educado de niño aquí .
Sí.
Hay buen ambiente de fotógrafos, ¿no?. El hecho de que haya ciento y pico asociados en AFA y otros que no están asociados, dice mucho y noto un ambiente en el que siempre está presente la Fotografía en Antequera, con fotógrafos muy buenos ¿Cómo lo has vivido?
Antequera sí que tiene buen ambiente fotográfico.
Bueno, AFA es referente en la fotografía antequerana, pero aparte de eso, no solamente se compone de fotógrafos antequeranos, también de fotógrafos cordobeses, malagueños y de otras muchas localidades, de Alameda, de Mollina. AFA se ha convertido un poco como el centro comarcal de la fotografía. A parte de ser referencia a nivel nacional, internacional y andaluz. Pero sí que es verdad que es el centro cultural de fotografía comarcal. Digo comarcal, porque en los pueblos mucho más pequeños que Antequera no hay cantidad suficiente para montar una agrupación fotográfica. Antequera sí que la tenía y lo que hacemos es acoger a todos esos fotógrafos que se encuentran solos en otro pueblo y que vienen aquí a unirse con nosotros.
Hay mucha afición a la fotografía en Antequera. Yo cada día descubro que hay muchos fotógrafos que no están con nosotros. Mi labor desde que estoy como presidente, es precisamente atraerlos, porque siempre he considerado que estar asociado es un lujo, la única manera donde realmente se comparten conocimientos y se pueden hacer amistades unidas por la misma afición, porque la agrupación fotográfica no es solo para hacer fotos, es para compartir experiencias, es para compartir conocimientos, es para compartir amistades… Es lo que estamos haciendo en AFA.

¿Cuál es tu estilo personal de fotografía?. ¿Un fotógrafo se circunscribe normalmente a la faceta que más le gusta?. Por ejemplo, hace poco en la exposición ornitológica de fotos¿el fotógrafo suele ser temático siempre?
Bueno, pues depende. Depende de cómo nazca en ti la afición. Por ejemplo, hay fotógrafos que llegan a la fotografía porque le gusta una determinada actividad. Entonces, terminan comprando una cámara fotográfica para fotografiar la actividad primaria, que es la que le gusta. Era el caso, por ejemplo, que hablábamos de Antonio Rodríguez Madrigal, que es un ornitólogo de naturaleza. en esa exposición de hace semanas a las que haces referencia. La fotografía llegó a él como un medio para poder estudiar lo que era la naturaleza, la ornitología, los pájaros, las aves. Pero no siempre es así. Yo, por ejemplo, practico muchos estilos de fotografía distinta, me gusta mucho, pero en mi caso, por ejemplo, todo ha sido distinto, porque ha sido la fotografía la que me ha llevado a mí a donde ahora estoy.
Yo no he tenido que hacer nada especial, he practicado paisajes, he practicado nocturnas, he practicado fotografías de ciudad, de retratos, pero ha sido la propia fotografía la que practicando distintas modalidades, me ha ido llevando a lo que realmente me gusta y a donde yo ahora mismo me sitúo: la fotografía de viaje, de autor, fotografiar gente. A mí una fotografía si no lleva un personaje dentro ya no me lleva.


Sin embargo, yo te he visto disfrutar con motivos donde no había un personaje.
Sí, yo ya te digo, puedo fotografiar cualquier temática, pero la que realmente a mí me llena, cuando lo hago, es la fotografía donde aparece el ser humano, fotografía de autor, de viajes, fotoperiodista, donde yo hago un reportaje de algo o de alguien o de una determinada sociedad en un determinado punto del mundo.

¿Eres de fotodenuncia?
No voy buscando especialmente eso.
Hay autores que dicen: «yo no fotografío la gente que tiene la cara deformada». Yo no fotografío tal o cual….
Yo no puedo decir eso. Yo fotografío lo que veo. Si feo es feo. Si es un niño riéndose, pues será un niño riéndose. Pero si el niño está llorando también lo enseño. El mundo tiene que saber que hay niños que lloran. Que hay niños que pasan hambre y que hay niños que lo están pasando muy mal. Por el hecho de que eso transmita pena, yo no dejo de fotografiarlo. Hay autores que sí lo hacen, solamente fotografían a niños sonrientes. Bueno, pues mire usted, está en su derecho, pero yo disparo mi cámara a lo que me llama la atención, a lo que quiero después enseñar, esté triste o esté alegre. Eso no me lo planteo en ese momento, ni después cuando tengo que exponer.
Creo que la gente cuando ve tu fotografía tiene que ver lo que tú has visto, sin desechar nada. No solo enseñar lo bonito, ¿no?. Tiene que enseñar lo que es tu trabajo y hablar de todo. Habrá gente que le desagrade ver la pobreza. Pues mire usted, no vaya a ver mi exposición. Pero yo voy a exponer lo que yo he visto. No para que usted no se moleste, voy a dejar solamente lo bonito de ello. No. Hago lo que hago, fotografío lo que veo y me llama o me transmite algo. Y eso es lo que yo muestro a los demás y que intento que también, cuando lo vean, se sientan atraídos o les transmita algo.

Yo te he oído decir a ti en alguna charlita interesante, que hablabas de algo que a mí me parece fundamental para todos los órdenes de la vida, que es encontrar el momento adecuado, la calma. «No vayas disparando, ve pausadamente buscando el momento y ya llegará». ( Pienso que tú eres muy bueno para dar conferencias, para dar charlas sobre Fotografía. La verdad que lo haces muy bien. Explicas muy bien. Llegas muy bien, tienes una buena capacidad didáctica, eres capaz además de incorporar otros elementos en la comunicación humana muy interesantes. ) . ¿Es fundamental mantener la serenidad?
Sí, porque generalmente yo creo que ya somos todos conscientes que estamos dentro de una dinámica a nivel general, a nivel mundial de que todo tiene que ser muy rápido, que todo tiene que ir muy deprisa, que todo tiene que fluir corriendo. La paciencia parece que ya no es una cualidad, sino que más bien se ha convertido en un defecto. Hay gente que no soporta a alguien explicando mucho rato porque no tienen paciencia para escuchar. Y es porque la estamos perdiendo a base de que lo queremos todo muy inmediato.
Nos estamos perdiendo esa facultad de tener paciencia, de saber esperar. La fotografía tiene mucho de ese momento decisivo, ocurre mucho ahí.
Pueden estar ocurriendo muchas cosas, pero hay una centésima de segundo que es cuando pasa lo especial. Entonces si tú tienes esa calma, esa paciencia, esos nervios, digamos, de acero para esperar ese momento decisivo, es cuando tú consigues esas fotos extraordinarias que se destacan y sea diferencia de cualquier otra de los que están a tu alrededor fotografiando. Tú te has traído la toma, el momento…
Desgraciadamente, cada vez estamos perdiendo más esa facultad de dominar nuestro tiempo, de dominar nuestra paciencia y de saber, esperar.



Redes sociales, ¿Vienen bien a la fotografía?, ¿Perjudica?, ¿Hay que mantenerse en su punto justo?.
Bueno, al principio las redes sociales es un elemento. Yo creo que cualquier avance a nivel general en la humanidad hay que verlo como bueno. Las redes sociales en principio tal cual no tienen por qué ser malas. Será mala en función del uso que cada cual le de a esas redes sociales. A nosotros particularmente, y a mí personalmente y a la agrupación fotográfica antequerana, las redes sociales nos viene bien, nos ponen en la palestra, la gente sabe de nosotros. Difícilmente nadie de Madrid o del resto del mundo sabría de nosotros, si no estuviésemos en las redes sociales. O casi nadie, porque siempre hay relaciones entre agrupaciones que estén donde estén, en la zona del país que estén, sobre todo porque después los congresos y todo eso, siempre hay contactos físicos y directos; pero que muchísima gente no sabría de mí o de otros fotógrafos de AFA o de la propia AFA si no fuese por las redes sociales. En principio yo estoy de acuerdo con ellas y que hay que utilizarla como dices en su punto justo para que no te domine nada a ti.

Y a la Fotografía en sí, ¿Cómo le afecta? porque por ejemplo, si antes la gente conocía una fotografía expuesta físicamente, ahora esa fotografía va al mundo entero, eso tiene una parte muy buena, como bien dices; pero el momento ese de vivir en directo una exposición, que yo creo que tiene una magia especial también, se desvirtúa un poco con la difusión masiva en las RRSS.
No. Hay que cuidar un poco qué es lo que tú quieres que se vea de ti. Por ejemplo, yo cuando subo fotografías a las redes son fotografías que ya he explotado. He explotado, o bien ya no le voy a dar más utilidad. Pero si yo, por ejemplo, quiero hacer una exposición y empiezo a pasarlo a las redes sociales, obviamente esa exposición no va a tener ningún interés en ir a visitarse porque ya está vista en el mundo. Entonces, vuelvo a decir lo mismo, es el uso que tú le das y el control que tú ejerces sobre las redes sociales el que hace que las redes sean buenas.
Si sabes que es lo que estás subiendo, porque tu te puedes ir promocionando con tus fotos, pero siempre sabiendo que es lo que tienes que sacar y que es lo que tienes que dejar en ese armario para después colgar en papel en una buena exposición o hacer una proyección.
¿Qué pasa?. Que, por ejemplo, en AFA ahora yo tengo un empeño personal en que se hagan «exposiciones virtuales» que van a hacer proyecciones de fotografías, pero que en vez de en papel, pues las vamos a visionar en un aparato de plasma.
¿Por qué tengo tanto interés en eso? Porque desgraciadamente no todos los fotógrafos se pueden costear mil euros que valen el precio de una exposición en papel. Entonces no todos los fotógrafos han podido recorrer medio mundo, a lo mejor haciendo fotografía. No todos los fotógrafos tienen un archivo fotográfico con capacidad de 50 fotos para exponer. Esto va a abrir la vía a que todos estos fotógrafos que por falta de medios económicos o de material no pueden colgar en la pared, sí van a poder presentar su trabajo. Es decir, vamos a conocer a una serie de fotógrafos que están ahí, que nunca les vemos su trabajo, pero que ahora van a tener las oportunidades de exponerlo.

Hay ahí un componente vital, no de vanidad, pero sí un poco de querer exhibir vuestro trabajo ¿no?. Como todo artista, necesitas que tu obra se vea…
Claro.
No sé, tú la vives para adentro, pero también para enseñarla.
Claro, lo que yo les comento muchas veces a mis compañeros es que saquen su fotografía de los discos duros. Que lo saquen de ahí, porque en el disco duro no sirve para nada. Nadie la puede ver. Ni siquiera el propio fotógrafo está buscando todos los días en su disco duro fotografías que hizo en el 2020. Eso se queda ahí y están muertas. Si de alguna manera, somos capaces de motivarlos para que, aunque sea digitalmente, las saquen, las muestren y las enseñen, pues seguramente vamos a aprender todos un poquito más de ese fotógrafo, vamos a ver sus cualidades, él va a tener la posibilidad de exponer sin necesidad de coste.

Al hilo de esto, te he escuchado alguna vez hablar de un archivo fotográfico andaluz.
Sí, te comento que por ejemplo ahora estoy metido en un proyecto de un otro compañero de la Federación Andaluza de Fotografía porque tenemos muchísimo interés en crear un fondo fotográfico de los fotógrafos andaluces porque todos nos vemos con la misma inquietud: cuando no estemos,
¿qué pasará con nuestra obra?. Posiblemente ni hijos ni descendientes van a estar interesados por la fotografía, no les va a interesar todo esto, es una pena que se pierda cuando si somos capaces de crear un fondo fotográfico, todos los autores que quieran van a poder depositar su obra en este fondo que va a permanecer. Por eso te digo que yo apuesto por el papel, pero comprendo que hay fotógrafos que no se lo pueden permitir de momento. Creo que va a ser una ventaja buena, yo sigo apostando por el papel, a mí lo que me gusta es exponer en papel. Y lo que va a quedar de un fotógrafo posiblemente para la eternidad, sea lo que sea capaz de imprimir.

¿Tu próxima exposición?
En unos meses. Etiopía. Con formatos grandes. Será fascinante, ya verás. Con los colores tan llamativos de las vestimentas que hay de allí, los colores de la tierra, las gentes…

Ya la espero.
Gracias por atenderme.
Las próximas cervezas las pagas tú, te toca a ti ( y no olvides unas gambitas) jajajajja.
Hecho. Whenever you want.

Además de un gran fotógrafo, es de sobra conocido que es el presidente de la Agrupación Fotográfica de Antequera y fue inevitable en nuestra conversación que charláramos sobre los planes de esta nueva era a casi un año desde que una nueva directiva entró, sin trauma anterior ( al contrario, con reconocimiento pleno a la anterior junta y a su presidente Alfredo Sotelo -de quien también me ha hablado maravillas-) a dirigir el presente y el futuro de la AFA. Planes preciosos, inspiradores y sugestivos que están poniendo en marcha y que vislumbran un panorama muy atractivo tanto para los socios como para los aficionados a la Fotografía y los amantes de la Cultura.

¡Claro que es interesante conocer esos planes!. Me lo reservo para cuando haga un reportaje de AFA y lo mucho que ha aportado al mundo de la Fotografía y a Antequera. Hemos charlado sobre sus líneas generales y también sobre algunas concreciones, pero me los guardo cautelosamente por discreción. No es el momento de hablar de ello, tal vez porque es él con su equipo quienes van contando con hechos día a día esta nueva andadura y porque he buscado en esta ocasión expresamente poner «su cámara» apuntando hacia él como artista de la fotografía, no como presidente de su Agrupación. Espero que haya salido al menos un fehaciente retrato.

Ojalá «mi bolígrafo analógico» haya captado una buena «foto». Si no ha sido así, confiad en mi criterio: sobre él se puede decir más, pero no menos, es un personaje atractivo, una persona de esencia. Un gran tipo.

Un poco más para conocer a José Díez de los Ríos López, Antequera,
Email: josedr1959@gmail.com

– Presidente de la Agrupación Fotográfica Antequerana
– Miembro de la Federación Andaluza de Fotografía
– Miembro de la Confederación Española de Fotografía
– Miembro de la Féderation Internationale de l’Art Photographique
– Miembro de la Photographic Society of America
– Miembro de la Global Photographic Unión
– Miembro de Master of Light Photographic Association
– Miembro Image Sans Frontière
– Miembro del Cuerpo de Jurados de la Confederación Española de Fotografía
– Miembro del Cuerpo de Jurados de la Federación Andaluza de Fotografía.

Distinciones (sólo las más significativas):
– Excelencia Federation Internationale de L´Art Photographique
– Excelencia Photographic Society of America
– Maestro Confederación Española de Fotografía
– Maestro Federación Andaluza de Fotografía
– 3 Coronas en la Global Photographic Union
– R-ISF 8 en Image Sans Frontière
– c MoL en Master of Light
Gran Maestro otorgada por la Sociedad Agile Photographic Society de Bangladesh
– Maestro otorgada por la Serendib Society of Photographers de Sri Lanka
– Maestro otorgada por la Sociedad Nicosia Photographic Society de Chipre
– Artista otorgada por la Sociedad Campina Photographic Exhibition Society de Rumania.

Viajes Fotográficos:
Viajes fotográficos por España, Francia, Italia, India, Suiza, Portugal, Qatar, Vietnam, Camboya, Etiopia, Rumanía Cuba y Marruecos.

Participaciones en concursos:
Participación en los cinco Continentes y en 62 países diferentes.
Premiado en 37 países diferentes, con un total de 323 premios Internacionales.
Aceptaciones: 2.959 fotografías valoradas y aceptadas internacionalmente.

Exposiciones: Más de 25 colectivas y dos individuales. Algunas de mis fotos han estado expuestas además de en Antequera, en Madrid, Andorra, Atenas y Flobecq (Bélgica).

Formación Impartida: Numerosos talleres, cursos y Master Class, impartidos en AFA y en diferentes Asociaciones Fotográficas de Andalucía.