Algunas claves que te harán disfrutar aún más la exposición ‘El museo oculto’ | Ampliado hasta 4 febrero

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El Museo de la Ciudad de Antequera | MVCA | graduó la intensidad de luz artificial de su Sala Manuel Cascales hasta una conseguida penumbra, para que muestren brillo propio algunos de los tesoros que exhibe en la exposición ‘El Museo Oculto’, hasta el próximo 28 de enero de 2024.

Son piezas de una riqueza extraordinaria, que no están en exhibición pública habitual, custodiadas y conservadas en sus espacios cerrados al público como reserva técnica.

Te comentamos algunas claves para apreciar su valor.


En clave de introducción  | La importancia de los fondos de un museo

El director del MVCA, José Escalante, hizo referencia en la inauguración de la exposición el pasado noviembre a la importancia que tienen las colecciones que un museo custodia y conserva en sus almacenes y que, como en esta ocasión, algunas pasan ahora a ser parte expositiva temporal. Piezas de mucho interés arqueológico, histórico y artístico.

El almacenamiento adecuado es esencial para su conservación y protección a largo plazo. Los fondos de museo permiten que roten las piezas en exhibición, lo que ayuda a mantener el interés público de su exhibición.
Objetos de valor museístico que no se han exhibido aún, o que se han retirado después de formar parte de alguna exposición, o que se han adquirido recientemente, o pendientes de catalogación, investigación…

Tanto el alcalde Manolo Barón como la teniente de alcalde Ana Cebrián felicitaron al director del MVCA, José Escalante, por la originalidad de la exposición, muestra que viene a servir como presentación del nuevo rumbo que quiere dotarse al MVCA a lo largo de los próximos meses y años desde que el propio Escalante asumiera la dirección de dicho Museo.
(Ver Algunos de los Planes para el MVCA en la ‘Era Escalante’)

Presentación de la Exposición ‘El Museo Oculto’ / nov 2023 | En el centro, Manuel Barón, Alcalde de Antequera acompañado de la Teniente de Alcalde, Ana Cebrián; el Concejal de Cultura y Gestión del Patrimonio Histórico, José M. Medina Galeote; el director del MVCA, José Escalante (esq izqda) y Concejal de Anejos, Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Sostenibilidad, José M. Fernández (esquina dcha).

En clave de 1 | El profeta Daniel en el foso de los leones


Para mí (¿Quién es «mí»? * ver al final del artículo), la pieza estrella de la exposición, sin lugar a dudas, es esta, el profeta Daniel en el foso de los leones. Segundo tercio, siglo V. Es una pieza, que únicamente tiene un paralelo, solo uno, que además es un frente de altar completo, que sigue oficiando y que está si mal no recuerdo en Écija y, como pieza de época visigoda, es que no hay paralelo.
Aquí en Antequera, las únicas piezas que tenemos de esta época, en torno al siglo V, o están muy fragmentadas, o en fin, son piezas de otro carácter. Del famoso dintel de la iglesia de San Pedro, o del ladrillo paleocristiano, que es una pasada, es una maravilla.
Y esta es una pieza que está ahí en Fondo del Museo esperando una museografía para sus condiciones. Por unas cosas o por otras no se le ha podido dar aún, porque esta es una pieza que se quiere exponer no solo como fragmento, sino en la recreación de cómo habría sido la totalidad del sarcófago.
¿Qué es exactamente?
Casi con total seguridad, es parte de un sarcófago. Y la piedra, aunque no se ha terminado de analizar, pero casi con total seguridad, es caliza marmórea del torcal, lo cual indica que es una pieza fabricada aquí, in situ.

En clave de 2 | Mosaico del Caserío Silverio

Esta es una de las mejores piezas de la colección. Si habláramos de piezas estrellas de la colección, en mi opinión esta sería la segunda.

Es un mosaico fantástico, un fragmento de un mosaico, y procede del peristilo de la villa romana Caserío Silverio.
Este es un fragmentito que es muy interesante porque si te das cuenta es un mosaico totalmente figurativo. Muy bueno. Se puede fechar en torno al siglo III.
Lo consolidó Rafael Ruiz de la Linde en una técnica muy moderna, que es lo que además ha permitido traerlo aquí. En otros tiempos, cuando tú encontrabas un mosaico y lo extraías de la tierra, donde tú montabas el mosaico ahí se quedaba. Por eso se hacía con morteros de calarena, calcarenita y eso quedaba hecho un mazacote, una piedra y moverlo era impensable. Esto a día de hoy, aunque suene un poco extraño es portátil. Está montado en aeroland que es el material del que se fabrican los aviones. Es una fibra parecida a la fibra de vidrio, con una cámara de aire en el medio, una cámara de aire y aluminio por dentro. Y eso permite, primero, aligerar peso y, segundo, aunque suene un poco extraño, darle un poquito de flexibilidad. Y es lo que ha permitido traerlo aquí. Es una pieza muy buena.

En clave de 3 | José María Fernandez reciclaba algunos de sus lienzos

Anverso
Reverso

Esto que vamos a ver dice mucho de José María Fernández. La reutilización. Dos cuadros en una sola tabla. Y además la reutilización no en cualquier obra, sino en una de sus mejores obras, porque esto en realidad es el último boceto que él presenta para el cuadro que está presidiendo a día de hoy la caja de escalera de la casa consistorial, que es obra suya, un cuadro de un tamaño importante.
Esta es una pieza sumamente importante para él, y coge y la reutiliza, sin más historia. Así era José María Fernández, genial, ni más ni menos.
El Infante Don Fernando a caballo. Y en el reverso tenemos un retrato de la niña, más con un perfil muy académico, muy chulo. Es un retrato muy, muy bueno, técnicamente muy bien resuelto y que no tenemos que olvidar que José María Fernández es mejor dibujando que pintando.
Y bueno pues como curiosidad ya que estamos exhibiendo piezas que no se exponen habitualmente y que no se conocen habitualmente, esta ha parecido curiosa y muy interesante.

En clave de 4 | Dos curiosidades de Cristóbal Toral

En cuanto a Toral, no tenemos que olvidar que empieza pintando aquí, en este edificio. Entonces, esta obra, que es un retrato de una mujer desnuda, año 1970. Es de lo primerito que deja aquí en Antequera. Se expone ahora, además de por su importancia, por esa curiosidad de contraste en la obra de Toral, que puede chocar al espectador acostumbrado a un Toral de las maletas y es que… ¡Hay Toral más allá de las maletas!.
Y el segundo cuadro de Cristóbal Toral se ha sacado casi, casi, por petición popular. Sí, porque esa es la que estaba en el museo antiguo. La gente lo pedía: ‘La espera’. Este cuadro se ha puesto en la antigua sala de Toral y es un cuadro muy curioso, porque simplemente jugando con las sombras de los pies consigue el efecto de que la chica te siga donde vayas. A la gente le gustaba mucho (popularmente «la mujer que mueve los pies»), le resultaba muy curioso.
Estas dos piezas son de propiedad municipal. No son de depósito del autor.


En clave de 5 | «Las Verónicas»

La representación de esta Verónica, de las mejores piezas de la exposición. Que además es el cartel de la exposición. En el Museo de la Ciudad de Antequera tenemos cuatro verónicas en fondo. Quizás la mejor de todas está en exposición permanente, está en la caja de escalera barroca.
Pero esta pieza tiene un porte magnífico, está muy bien resuelta y aparte tiene un marco de época que es también muy bueno, entonces se escogió como pieza representativa de la exposición porque hay más Verónicas en el museo. Esta en concreto es del siglo XVII.

Y también se ha expuesto esta, que es también del XVII, un poquito más temprana y que es una de las piezas que se ha restaurado un poco y se va a pasar a exposición permanente si todo va bien dentro de no mucho.
La Verónica es la representación de la Verónica que aparece por ejemplo en el evangelio de San Mateo, San Lucas… es la persona que cuando Jesús se cae, le acerca ese paño y cuando Jesús se limpia la cara pues aparece el rostro de Cristo. Imagínate que en Antequera hay mucha devoción por la capillita del Cristo de la Verónica.
Este tipo de representaciones, siempre son planitas, son muchas veces como si fueran fotografías, pero pintadas en aquellos tiempos cuando todavía no existía la técnica de las fotografía.

En clave de 6 | La familia Palma

Este rinconcito de la exposición se le ha reservado a la familia Palma. El último artista vivo de la familia ahora mismo es Esteban Pérez Palma, vive en Alhaurín, tiene muchos trabajos artísticos realizados. Hace ya unos años cedió al MVCA una serie de obras, y entre ellas está este Cristo Yacente, que en realidad es un proyecto de una pieza de más porte que tiene en Alhaurín. Como pieza es muy interesante, la verdad es que es una composición a un tamaño importante, una pieza que sorprende.

Se ha incluido en este espacio el pequeño homenaje que le hace, un alto relieve, a la familia. Ahí están Francisco Palma García y Francisco Palma Burgos, son los dos escultores conocidos.
Está ese Cristo crucificado, que antes de que me lo diga, no está torcido, lo que está torcido es la cruz.
Yo me imagino que el artista habrá hecho lo que es la obra escultórica en sí y luego le ha adaptado la cruz. Además la cruz es de hierro de cuadradillo, de hierro simple, sencilla. Da la sensación de que está torcido, pero no está torcido, te lo garantizo porque lo he colgado yo.
Es curioso porque es verdad que una cruz perfecta no sería tan real. A mí me gusta mucho, no sé si el artista lo ha hecho aposta, pero me gusta mucho el hecho de que haya hecho una cruz tan sumamente sencilla porque la realidad de la obra es el crucificado y no la cruz en sí.


Otra pieza destacable, realmente buena de este pequeño espacio dedicado a la familia Palma, es el relieve dedicado a Francisco Romero Robledo, que este sí es de Francisco Palma, es una pieza buenísima que la tenemos en fondo temporalmente, y que si todo va bien va a salir a exposición dentro de poco, que ya sabes que el museo se sigue moviendo, se sigue remodelando, que además por cierto se ha aprovechado para darle un repasito. Ha sido Rafael Ruiz de la Linde quien le ha conservado un repaso al yeso, se le ha hecho una limpieza de mantenimiento artístico
Es otra cosa que mucha gente no sabe y es que una exposición como esta es una excusa perfecta para restaurar y enmarcar. Que es la segunda parte de esta exposición, el hecho de que algunas de las piezas ya se han tocado y las demás se van a tocar. Ello pone de relieve el máximo cuidado que se tienen con todas las piezas del Museo.

En clave de 7 | El por qué de estas magníficas piezas religiosas

Alguna gente se pregunta por qué la mayoría de las piezas de esta exposición son obras religiosas. Pues porque el Museo de la Ciudad Antequera, el grueso de su colección, son piezas de carácter religioso. No tenemos que olvidar que estamos en la Ciudad de Los Conventos. Y además hemos tenido la enorme suerte de que en Antequera no hemos perdido prácticamente patrimonio religioso..
Todos conocemos circunstancias por ejemplo del mayo del 31 en Málaga, allí el patrimonio religioso prácticamente desaparece y aquí sin embargo se pudo conservar.
Se da también la circunstancia de que hay alguna iglesia aquí en Antequera que sí ha desaparecido, como es por ejemplo la iglesia de San Isidro y gran parte de ese amueblamiento original, que mucha gente no lo sabe, aparte de alguna que está repartida por otra iglesia de Antequera, lo tenemos en el MVCA.
Y hay piezas que poco a poco se van sacando adelante y se van restaurando. Que hay que recordar siempre, que la principal función de un museo es conservar. Exponerlas es también una buena oportunidad para conservar.

En el recorrido de la muestra encontrarás otras obras importantes como el Crucificado del siglo XVII en madera policromada. Es una pieza muy buena. Está muy repintada, es cierto. No hay que hacerle caso a la cruz que es totalmente moderna, modernísima. Lo realmente interesante es la pieza escultórica, no la cruz.
O como el ECCE HOMO que tiene detrás una leyenda del bandolero de Antequera que fue atrapado porque tenía devoción por esta pieza escultórica en concreto y de vez en cuando bajaba de la sierra. Esto es una leyenda curiosa. Solía bajar de la sierra porque tenía devoción a la imagen y le gustaba verlo. Y parece ser que lo agarran una de las veces.

Puedes ver piezas de platería bastante bastante buenas que se mueven en la antigüedad entre el s. XVII y el XVIII. Aunque también hay alguna más modernita. Junto a ellas dos piezas curiosas, dos portacálices. En otros tiempos cuando una parroquia tenía cierto empaque, cierto tamaño o incluso cuando era muy pequeñita y el sacerdote se movía, los portacalices se utilizaban. Hay algunos más buenos como este que es una pieza muy buena es madera forrada en piel, con el tirador de latón.

En fin, también observar distintos óleos sobre lienzos de entre los siglos XVII y XVIII de cierta importancia y que merece la pena visitar.

*

No nos podíamos perder esta exposición, habría sido la primera que no llegáramos a ver de todo lo que se ha organizado en Antequera en este año.

Pedí a Juan Manuel Ortiz algunas pistas para saborear mejor esta exposición. Dejó sus vacaciones por un rato y se vino conmigo para contármelo. No se puede ser más atento.

Él, que conoce como nadie el MVCA y es un dinamizador de actividades y de mucho bueno de lo que ocurre en el museo, como parte integrante de sus equipos de eficacia, tuvo el detalle de darnos estas claves con las que mirar esta exposición.

Su actitud generosa fue un magnífico regalo para nosotros por Navidad. No porque sea mi amigo (ojalá me considere así alguna vez), sino porque es una bellísima persona siempre presto a ayudar con su sabiduría callada a quien se lo pida.

Lógicamente no transcribo la magia con la que él me lo contó, ni todo lo que me contó, no sabría hacerlo. Y además soy partidario de no hacer «spoiler» contando todo, porque creo que cada experiencia hay que sentirla en vivo, un museo nos acerca a la experiencia sensible de poder pararte y contemplar en directo una obra de hace cientos de años y conectar con ella. ¡Eso no tiene precio!…ni lo podría sustituir la mejor foto que alguien pudiera hacer.

Lo que también me quedó mucho más claro, gracias a él, es que cada pieza expuesta tiene un valor incalculable.