«Una noche-cita en el museo»

«Un foráneo en el paraíso» |

Y a mí, que no me hacen falta muchas excusas para irme conmigo mismo en los recorridos de la mente al oír lo escuchado, cuando salía del museo, he imaginado que se quedaba «Ben Stiller, como vigilante nocturno del Museo de la Ciudad de Antequera» y que descubre que cuando los visitantes nos hemos marchado, empieza de verdad la aventura, ya que las piezas del museo cobran vida.
ChLL para atqmagazine



Juan Manuel Ortiz, miembro del equipo del MVCA, explicaba este 18 de mayo, con motivo del día internacional de los museos, algunos «secretillos» guardados a la visita habitual del Museo de la Ciudad de Antequera.

Desde su parte más alta, se tiene visión de casi todo el cuerpo museístico de esta Caja de Escalera , pero al no estar en el itinerario de la visita normalizada al propio museo y con señales de no acceso, es bueno conocer en una de estas citas -exclusivas pero abiertas al público- algo más de lo que a simple vista se ve.

Explicaba Ortiz a los visitantes que el Museo nos ofrecía con esta visita una herramienta más que ayuda a que la gente entienda que un museo no es una mera colección de objetos. «Sería muy fácil disponer de un edificio y llenarlo de piezas y ya está. Lo difícil es el trabajo diario de un museo, que es la parte que casi nadie conoce. Es cómo se mantienen las piezas, qué criterios se siguen para exponer unas piezas sí y otras no…»
Comentó que el MVCA tiene tres almacenes muy grandes que están llenos de piezas que no se exponen pero están en conservación para rotarlas a criterios de decisiones comisariadas.

Que la razón de ser de un museo es conservar y difundir. «La conservación es vital porque nosotros, antes o después, nos vamos y nuestra responsabilidad ahora mismo, de quienes trabajamos en esta institución, es la de conservar todos los bienes museísticos que están en nuestras salas y almacenes, para que todas esas generaciones que vienen en el futuro puedan disfrutar de ello. Y además puedan reinterpretarlas.

«La segunda labor del museo, aclaraba, es difundir. Difundir, muy especialmente a través de los niños, y mayores muy especialmente a través de la investigación y la educación «.

La última vez que se realizó una visita pública guiada a la Caja de Escalera fue en 2016.

Hablar técnicamente de esta caja de escalera no tendría sentido si no se encuadra en la importancia del propio edificio. Y eso hizo a continuación Ortiz: remontarse a sus orígenes.


Hay constancia, ya en los padrones de los años 1596, 1637, 1639, de que aquí, en la zona donde está el palacio de Nájera, o quizás un poquito en la parte que pega más a la propia calle de Nájera y menos al coso viejo, había una serie de casas de vecinos.
Parte de una serie de construcciones que tendrían su origen prácticamente en el final del siglo XVII. También hay constancia de que hay un edificio de gran porte a finales del siglo XVII, principios del siglo XVIII.
Además, en las crónicas se le describe como arquitectónicamente importante propiedad del regidor de la Antequera por aquel tiempo, que es Fernando Chacón. Y bueno, ese edificio en concreto, puede ser la base del edificio del que parte nuestro palacio. Porque sabemos que cuando Antonio Eslava, que es quien construye esta casa, lo hace para construirla sobre la base de un edificio prácticamente en ruinas del siglo XVI. Él aprovecha lo único que queda entero que es en realidad una parte de la fachada.
(contó anécdotas de las variantes del estado del edificio)


Antonio Eslava empieza la construcción del edificio pero no llega a verlo terminado. Fallece en 1736.
A él le sucede su hijo. A Ignacio Eslava Almazán le debemos el edificio tal cual lo conocemos hoy día. Reinterpretó un poco el proyecto original. Él va a ser el que va a construir ese ático que está sobre el edificio principal, que para el edificio es muy importante porque lo convierte en algo más estirado, y mucho más elegante. Construye el patio… pero sobre todo construye la que probablemente sea la pieza arquitectónica más importante del palacio, que es la Torre Mirador. Es una sobrada en toda regla para estar en Antequera, obra de Nicolás Mejías un auténtico maestro trabajando en ladrillo.

En los padrones de 1753 y 1756 se cita como habitante de la casa al mozo Francisco Eslava, de Estado civil soltero. En el padrón de 1759 ya no aparece su nombre. Y ahí pues me imagino que empieza el lento discurrir, declive de esta casa. Este edificio se ha utilizado para mil cosas. Sabemos que ha sido casa de audiencia en 1883. Sabemos que fue en 1892 colegio San Luis Gonzaga; sabemos que en 1914 se reacondiciona como cuartel de la Guardia Civil; sabemos que en 1940 pasa a ser propiedad municipal por gracia de Ramón Sorzano Santolalla. En 1941, Escuela de Arte y Oficio municipal.

Es en 1966 el momento clave de su historia porque es el momento en el que arranca una lentísima rehabilitación. En 1984 es un momento también clave porque se acomete una obra muy, muy importante. En 1984, entre otras muchísimas cosas, se va a colocar en el tramo de escalera el zócalo de azulejo del zaguán del antiguo hospital de San Juan de Dios Antequera.

Es una caja de escalera que arquitectónicamente está muy bien resuelta teniendo en cuenta la diferencia de altura que hay entre el patio y la primera planta.
En cuanto a la cúpula, es una auténtica maravilla, pero es una cúpula encamonada, no está hecha de piedra, está hecha de caña, ladrillo y mortero. Como parte buena es que es flexible, es ligera, es más económica de mantener. Está muy bien hecha. No tiene además ninguna grieta.
Su decoración es la típica del barroco. Aunque ha perdido prácticamente toda la policromía se adivina muy vistosa con algo de imaginación.


Dos cuadros grandes, Santa Tecla y Santa Eufemia son dos cesiones hechas en los años 60 por la iglesia de San Juan Bautista.
Las cornucopias pequeñitas proceden de la iglesia de San Isidro, extinta iglesia de San Isidro de Antequera. Las cornucopia grande vino de San Juan de Dios.
El escudo de la Familia de los Tejada, Barón de Sabasona, procedente de su Casa, actualmente el colegio Romero Robledo.

El balcón es también de la iglesia de San Juan de Dios. Al ser dicha iglesia de propiedad municipal, todos los bienes de valor están depositados en este museo.

El marco de yesería es original de la casa, probablemente. El cuadro, no. Es una Inmaculada decimonónica no es una pieza especialmente buena.
Los dos doseles son compra a la Cofradía nuestra Señora del Socorro.

El Arcángel es una compra de un particular año 1975 y La Verónica que quizás sea la mejor de las tres que tiene el museo.


En las cuatro pechinas, los cuatro escudos nobiliarios de la familia.

Y el farol que es el gran desapercibido de la caja de escalera, obra de otras de esas grandes personalidades de aquí de Antequera, que tampoco se han reconocido suficientemente y que tiene mil y un trabajo aquí de Antequera, el gran maestro de farolero de Antequera, Frasquito Burgos. Es un farol gemelo del que tenemos en el zaguán de la Casa. Lo que pasa es que el del zaguán de la casa ha aguantado mil vientos, tempestades, frío, lluvias, humedades, etcétera,.

La caja en la que estoy sentado es otra de las piezas originales. Todos ustedes ha oído la expresión arcas municipales. Esta es el arca municipal del Ayuntamiento de Antequera.
Cuando no se tenían bancos como tales, el dinero se guardaba en este tipo de cajas y para que la gente no tuviera la tentación de meter la mano en lo que no es suyo, pues lo que se hacía era que se le ponían cuatro llaves cuatro clave-ros, entonces tenían que reunir a las cuatro personas que tenían esas claves para poder abrir esta arca.



Los azulejos. Son esos grandes desconocidos que alguna gente nunca los observa.
Con los azulejos de San Juan de Dios de Antequera siempre han corrido ríos de tinta. Que si azulejos de Manises, azulejos de los Alfares de Triana, ¡qué no!. Los azulejos están perfectamente datados, perfectamente fechados. Los priores de la Orden de San Juan de Dios en el siglo XVIII, prácticamente todos, son cordobeses o lucentinos. Lógicamente a todos nos gusta trabajar con la gente de nuestra tierra. En Lucena hay una serie de alfares, una serie de talleres que se dedican al trabajo del barro y en concreto dos o tres talleres que se dedican a la realización de azulejos.
Hay azulejos exactamente iguales que estos, exactamente iguales en dos sitios. Uno, el antiguo hospital de San Juan de Dios de Lucena y dos, el antiguo hospital de San Juan de Dios de Granada. Hay una gran diferencia entre los alfares de Manises de Triana y los alfares Lucentinos y es la especialización.
En Manises y en Triana, el trabajo está muy especializado, me explico. Hay una serie de señores que se dedican a cortar el barro, una serie de señores que se dedican a meter el barro en los moldes, hay una serie de señores que se dedican a… y hay una serie de señores que se dedican a pintarlos. Eso en Lucena no pasa, no hay especialización. Todos hacen todo. Eso conduce a una cosa menos buena y es al hecho de que la terminación, no sea todo lo buena que es, por ejemplo, en el caso de Manises o de Triana. Entonces son unos azulejos que son muy bonitos, muy vistosos, pero que no tienen una terminación tan sumamente buena como los de allí. Por eso están perfectamente identificados.
¿De dónde vienen?. Porque como digo, los dos paralelos que hay, Lucena y Granada, salen los dos del mismo taller. Del taller de Pascual-Burgueña.
Son muy curiosos. Les aconsejo cuando bajen luego los miren detenidamente. Esta colección de pájaros entre peldaños donde están sentados algunos de ustedes
(los visitantes -nos habíamos sentado en elas escaleras para mejor concentración descansada) , esta de aquí … y un poquito más abajo hay una colección de personajes muy curiosos, vean.

La ventana que llamamos aquí de pecho de paloma, la reja conventual. La reja sabemos que procede de la iglesia de los Remedios de aquí de Antequera. Se desmontaría allí en algún momento y procede de allí. Y la madera que hace el panel de confesionario es moderna. Puede ser de los años sesenta y tanto, setenta y tanto. Del gran carpintero antequerano José Del Pino.

¿Hay más cuadros de Verónicas en el museo? Sí. De hecho sacamos otras dos para la exposición que tuvimos hace meses, y hay una cuarta. ¿El nivel de importancia de ésta?. Ésta es muy buena.

Los Príncipes de España, entonces; hoy día Reyes Eméritos, visitaron el Museo Municipal de Antequera el 15 de marzo de 1972. Es la fecha que se da como inauguración oficial del museo. En realidad el museo llevaba funcionando y abierto desde el año 1966-1967.