El pasado 27 de octubre se presentó en la renovada Sala Antonio Parejo de la Biblioteca Municipal San Zoilo la edición del libro ‘Nos queda la palabra’, recopilación de relatos y poesías de los componentes del Taller Antequerano de Escritura Creativa.
Autores y autoras de este libro tesoro: Rosa Arjona, Carmen Becerra, Susana María Carmona, Luisa Casero, María Córdoba, Remedios Fernández, Juan López Rama, Cati Martínez, Carmen Menjíbar, María del Carmen Morillo, Ana Muñoz, Carmen Parejo, Manuel Pedraza, Inmaculada Puche, Lola Serrano, Ángeles Venteo y Antonio Vera.


y enorme sensibilidad, poniendo foco en que cada momento fuera especial. (Foto: ChLL)
Eran las siete y un minuto en punto de la tarde (¡García Lorca!).
El propio Concejal de Cultura, Medina Galeote, además de impulsar la publicación de este tesoro literario, fue quien con entusiasmo y simpatía, presidió la sesión, que apoyaba y daba espacio y voz a los escritores y escritoras que vieron sus relatos y poesías reflejados en la obra.
La presentación del libro Nos queda la palabra marcó un momento significativo para el Taller Antequerano de Escritura Creativa y, por extensión, para toda la comunidad de Antequera. A través de este sencillo pero valioso librito, se dio voz a los relatos y poesías de quienes participaron en el taller durante el curso pasado, una muestra tangible de cómo las palabras, cuidadosamente tejidas, pueden ser un verdadero tesoro.
El título, según contó Juan A. Lopez Rama, inspirado en el verso de Blas de Otero «Me queda la palabra», se transforma en un «nosotros» que, al decir «Nos queda la palabra», recoge la fuerza colectiva de quienes creen en la escritura como una herramienta potente de expresión.
Esta transformación resalta la idea de que la palabra, aún en tiempos de incertidumbre o silencio, sigue siendo un refugio y un acto de resistencia, una forma de preservar lo humano, de comunicar lo que nos mueve, y de hacer frente al olvido.
Lo que se vivió durante la presentación no fue solo un acto literario, también un recordatorio de que la escritura tiene el poder de sanar, liberar y revelar.
Este evento fue además una invitación a reflexionar sobre cómo, a través de nuestra propia voz, podemos enriquecer el lenguaje y conectar con otros, creando puentes entre nosotros y el mundo que habitamos.

Sin duda, la publicación de este libro no solo celebra la creatividad local, también la capacidad de las palabras de trascender el tiempo y el espacio, de llevarnos más allá de lo visible.
En el prólogo del libro se define a este colectivo abierto, (…) «sus reuniones cada dos lunes donde lograban una «burbuja» de serenidad y placer literario en la premura del tiempo.
Eran encuentros nutrientes para almas y mentes donde se resolvían dudas, se intercambiaban escritos, se provocaban reflexiones, se contrastaban inseguridades, se activaba la mente, se avistaban panoramas literarios, estilos… y hasta se limaba el ego. Un lugar donde leían en voz alta sus escritos y analizaban y criticaban, profundizaban, cuestionaban, comparaban, hablaban de buenas lecturas… ¡Y se aplaudían unos a otros con ganas!.
Cada uno de sus estilos sorprenden. Sus textos conquistan por alguna traza especial, marca propia de cada uno y cada una.
Algunas (femenino inclusivo referido a personas) ya han obtenido interesantes premios por sus escritos, otras han logrado publicar en diferentes medios de comunicación de gran audiencia. Incluso hay libros publicados en solitario o en participación con otros colectivos, que ya muestran el arte individual de este grupo de «locos» (viva su locura) que entregan sentimientos pintados a teclado para regalárselos al mundo.
Es verdad que no son Paul Auster, ni Cortázar, ni Irene Vallejo, ni Ángel González, ni Salinas, ni Vargas Llosa, ni Almudena Grandes, ni García Márquez… (muestra indiscutible de otros cientos de autores que han llenado nuestras mentes y confortado nuestra respiración y nuestro ánimo de miles de noches y días); pero son hoy por hoy semilla de un fruto que no necesita invernadero porque va floreciendo a aires de primavera de literatura buena.«

Tanto el Concejal de Cultura, José Medina Galeote, como el Director del Taller Municipal de Escritura Creativa, Juan Antonio López Rama, lanzaron un guiño de reconocimiento también a José A. Ramos quien hasta hace tres años dirigía este Taller. Así mismo agradecieron su presencia a los ciudadanos que se acercaron a escuchar y celebrar este valioso esfuerzo colectivo.
(Copy foto: Ayuntamiento)
Fue particularmente interesante la metodología empleada durante la lectura: lo que yo llamo el «Lectus interruptus». Con esta dinámica, los autores y autoras leyeron solo fragmentos breves de sus textos, dejando al auditorio con la sensación de querer más, creando una especie de tensión literaria que provocaba la curiosidad por descubrir el resto de los relatos y poesías por cuenta propia. Así, a lo largo de la sesión, tuvimos el honor de escuchar a Rosa Arjona, Carmen Becerra, Susana María Carmona, Luisa Casero, María Córdoba, Remedios Fernández, Juan López, Cati Martínez, Carmen Menjíbar, María del Carmen Morillo, Ana Muñoz, Carmen Parejo, Manuel Pedraza, Inmaculada Puche, Lola Serrano, Ángeles Venteo, Antonio Vera y María Teresa Becerra; quienes, cada uno a su manera, ofrecieron una breve pista de su obra, dejando entrever la profundidad y la belleza de sus textos.
Disculpen los lectores la escasa calidad gráfica de las siguientes imágenes que solamente están aquí con mi ánimo de documentar este blog de ciudad, sin ninguna habilidad fotográfica. Si se desea apreciar sonido y calidad de imagen remito para ello a 101TV Antequera ya que la genial periodista y presentadora de TV, María Rosales estaba en primera fila tomando vídeos de la intervención de cada escritor y escritora.













Al mejor estilo editorial, como era tradicional, la última página del libro lleva esta anotación. ‘Nos queda la palabra’ se terminó de imprimir el 8 de enero de 2025, festividad de Santa Gúdula, en Antequera«
¡Ojalá muchos más!…
Es deseable que cuando pasen los años nos siga quedando la palabra…
