El pasado mes de abril, Antequera fue el escenario de una nueva edición del Festival Literario Las Cosas del Campo (21 al 27 de abril), un evento que congregó también a destacados escritores emergentes y a lectores en una celebración de la literatura y la reflexión cultural.
Entre los participantes más esperados estuvo Paz Fanlo, una autora que ha logrado conquistar al público con su capacidad para transportar a los lectores a épocas pasadas y sumergirlos en narraciones cargadas de emoción, historia y profundidad humana.
Conocida por sus novelas históricas, aprovechó su participación en este festival para compartir con los asistentes la fascinante labor de reconstruir el pasado, a través de sus dos libros publicados hasta el momento: Cautivas y Los abrazos que no nos dimos. En un ambiente cálido y acogedor, la autora dejó claro que, para ella, la historia no es solo un telón de fondo, sino un vehículo para explorar los sentimientos más profundos de sus personajes, quienes se enfrentan a las contradicciones de su tiempo con una intensidad que atraviesa los siglos.
Una escritora que revive la Historia con pasión y precisión
Con un talento excepcional para recrear épocas pasadas, Fanlo ha logrado adentrarse en las complejidades de la historia de España, como lo demuestra en sus dos novelas publicadas.
Paz Fanlo no solo es una escritora de novelas históricas, sino también una narradora que sabe transmitir la profundidad emocional de los personajes y la complejidad de los momentos históricos que elige retratar. En sus libros, la historia se convierte en un vehículo para reflexionar sobre la condición humana, el dolor de la pérdida y la necesidad de la memoria colectiva. Su habilidad para capturar los matices de una época y entrelazarlos con los sentimientos universales de sus personajes es lo que convierte su obra en una rica y profunda exploración de la historia y la humanidad.

Una Málaga del Siglo XVII: entre la nostalgia y la realidad
En su última novela, Los abrazos que no nos dimos, Paz Fanlo sitúa la trama a comienzos del siglo XVII, en una Málaga que, según ella, «había de ser escrita con cariño». La historia nos presenta a Juan Mateo, un pescador malagueño que, tras ser capturado por piratas berberiscos, es llevado a un cautiverio que cambiará su vida y la de quienes lo rodean. «Decidí situar esta historia en ese tiempo y lugar porque Málaga, en esa época, era un crisol de culturas y tensiones. El siglo XVII representaba para mí un espacio ideal para explorar las emociones humanas en su máxima expresión: la pérdida, la desesperación, pero también la esperanza», nos contó la autora.
El personaje de Juan Mateo es tan complejo como su contexto histórico. Un hombre dividido entre la dureza de la vida y una ternura escondida, entre el amor por su tierra y la realidad cruel de su cautiverio. “Juan Mateo es un hombre lleno de contradicciones. Su vida se ve trastocada por su destino y, a través de él, quise abordar una serie de temas universales, como el arrepentimiento, la nostalgia y la lucha por la supervivencia en circunstancias extremas», señala la escritora. En cuanto a sus influencias, Fanlo confiesa que se inspiró en historias reales, pero también en la literatura clásica. “Al igual que en otras novelas históricas, hay algo de mitología, de grandes epopeyas, pero mi objetivo era siempre humanizar a los personajes, mostrar su vulnerabilidad», añade.

Desafíos en la reconstrucción histórica
Reconstruir la Málaga del siglo XVII no fue tarea fácil, especialmente cuando se trata de una ciudad que ha cambiado tanto con el paso de los siglos. Sin embargo, para Fanlo, la documentación histórica fue fundamental, aunque no exenta de retos: «Lo más complicado fue conseguir una visión precisa de cómo era la ciudad en esos tiempos. La Málaga que conocemos hoy está muy transformada. Tuvimos que sumergirnos en fuentes antiguas, mapas, y relatos de la época para poder plasmar con fidelidad los detalles de la ciudad: sus calles, sus puertos, las costumbres, la vida cotidiana».
La obra toca temas poco explorados en la novela histórica, como la esclavitud en el sur de España y la presencia de los corsarios berberiscos. Fanlo explica que su decisión de abordar estos temas surgió de un profundo interés por los aspectos más oscuros de la historia: «Pocos conocen cómo la piratería berberisca azotaba la costa mediterránea y cómo la esclavitud morisca afectó a tantas vidas en el sur de España. A través de la vida de mis personajes, quise visibilizar estos aspectos de nuestra historia que, aunque dolorosos, forman parte de nuestra identidad colectiva».
La fuerza de la memoria y la emoción
Una de las grandes características de la obra de Paz Fanlo es la capacidad de transmitir sentimientos profundos a través de las circunstancias históricas. En Los abrazos que no nos dimos, la historia no solo se centra en los eventos históricos, sino también en las emociones de los personajes. Juan Mateo, atrapado en su cautiverio, se ve obligado a confrontar sus propios miedos y arrepentimientos, especialmente sobre los afectos que nunca expresó. «La novela tiene un fuerte componente emocional. Quería mostrar cómo la memoria de los que se han ido sigue viva en nosotros, y cómo las palabras no dichas o las oportunidades perdidas nos acompañan durante toda la vida», nos contó Fanlo con los micrófonos abiertos también para Onda Internacional.
Por otro lado, la escritora habla también sobre el exilio y la pérdida como temas recurrentes en su obra: «Para mí, la novela es una reflexión sobre lo que queda por decir. El exilio no solo es físico, también lo es emocional. Juan Mateo se encuentra separado de su tierra, de su familia, y eso le genera una enorme tristeza, pero al mismo tiempo, también le da una perspectiva diferente sobre su vida y sobre la importancia de las relaciones humanas».

Cautivas: Un Viaje al Corazón de la Esclavitud
En Cautivas, Fanlo se adentra en el siglo XVI, tras la rebelión de las Alpujarras, cuando una parte de la población morisca fue sometida a la esclavitud. La historia se centra en Ana y su hija, víctimas de este cruel comercio, narradas a través de la voz de María, la nieta de Ana.
“La esclavitud es un tema que siempre me ha interesado, no solo por su dimensión histórica, sino por lo que revela de la humanidad. A través de los ojos de mis personajes, traté de mostrar la dureza de esa realidad, pero también su capacidad de resistir, de luchar por un futuro mejor».
Fanlo señala que la documentación fue clave para recrear con realismo esa sociedad de esclavitud, en la que mujeres y niños eran tratados como mercancías.
«Lo más difícil fue entender las dinámicas sociales de la época y cómo la esclavitud se entrelazaba con las estructuras de poder y economía».
Paz Fanlo ha demostrado ser una maestra en la creación de historias que trascienden su contexto histórico. Sus novelas no solo recrean una época, sino que nos invitan a comprender las complejidades emocionales de sus personajes, quienes, aunque atrapados en los dilemas de su tiempo, nos hablan con una voz atemporal. Con una prosa precisa y evocadora, Fanlo nos deja una lección de humanidad, invitándonos a reflexionar sobre el poder de la memoria, la importancia de expresar lo que sentimos y la fragilidad de la vida.
«Lo que más me interesa como escritora no es solo recrear el pasado, sino explorar cómo las emociones humanas siguen siendo las mismas, independientemente del tiempo y el lugar»,
