Ni un besito a la fuerza | Una bonita forma de empezar a educar

El 25 de noviembre se señala en el mundo como el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

En  la concienciación de las personas sobre esta lacra, es necesario sobre todo educar. Será bonito que este microcuento de Marion Mebes sea leído en familia en la cena del día anterior (o en cualquier día del año) para poner el foco en el respeto a decidir las caricias y los besos.

Para los niños, cualquiera que sea su sexo, será muy bueno el que sus padres le enseñen desde pequeños este mensaje.
¿Te imaginas el efecto que puede tener también en un joven o una joven, incluso en un adulto?.
Puede ser definitivo si logramos que entre en sus mente y lo interioricen.

Te sugiero que una noche de familia le pases el texto a tu hijo o a tu hija y le digas que lo lea en voz alta y para todos antes de cenar o después, con el rito que tú suelas dar a las cosas que importan. Es muy importante poner bien el foco y el silencio adecuado en escuchar el mensaje para que el momento produzca el impacto de su interiorización.

¿Qué tal si lo hacemos también en nuestro lugar de trabajo?.
¿Te imaginas que un jefe o una jefa ordene parar la actividad laboral durante un par de minutos para que todos los que trabajan en su empresa escuchen esta simpática reflexión?.
Será una maravillosa idea y una «píldora» para educar con sensibilidad y para marcar límites necesarios. Cosas como esta han movido al mundo desde la simplicidad.

Ah! … Como en toda esta lucha, es muy necesaria la implicación de los varones. El padre, los compañeros de trabajo…
¡Ojalá la Vida!. 




NI UN BESITO A LA FUERZA
Hay besos de buenas noches, o besos de simple alegría por un regalo. 
Hay besos para sanarte si te haces daño. 
Hay besos porque sí, porque alguien te tiene cariño.  
También se dan besos sin tocar: por ejemplo, besos de papel en una carta o besos que se soplan y se mandan por el aire. 
No todo el mundo besa con la boca: la gente esquimal besa con la nariz.  
Los besos son casi siempre agradables y dan sensaciones estupendas. 
También hay besos que te dan sensaciones raras, a veces incluso asco.  
¿Te han dado alguna vez un beso tan fuerte en una oreja que luego no oías nada? 
O… ¿conoces la sensación de los lametazos y besos de un perro con la nariz mojada y fría?  
Los besos son maravillosos cuando te apetecen y dan sensaciones agradables.  
Tú puedes escoger. 
Quizá quiera besarte alguien que no te cae bien; entonces puedes decir no.  
O tal vez quiera que le des un beso alguien que te cae bien.                          
Pero si no te apetece en ese momento, también puedes decir no. 
Puede ser que la otra persona no lo entienda o que le parezca mal.   
Pero tú puedes decidir cuando besas y a quien besas.  
Marion Mebes
  
Tu tienes derecho a decidir. Puedes decir no.