Pepi Soriano expone 60 obras de variados estilos y temáticas realizadas en óleo y pastel como muestra de una vida entera aficionada a la Pintura.
La Sala ‘Antonio Montiel’ del Ayuntamiento de Antequera acoge en ‘Toda una vida’, retratos, bodegones y paisajes que reflejan la trayectoria artística de Pepi Soriano, anónima ante el gran público hasta ahora, pero muy apreciada por quienes han tenido ocasión de conocerla.
Pueden contemplarse desde el 2 de febrero al 16 del mismo mes en horario de lunes a viernes, 18:00 a 21:00 horas con entrada libre y gratuita.
Pepi Soriano ya mostraba en su niñez una afición vehemente por el dibujo.
«Con siete y ocho años, cuando salía del colegio cogía cuartillas y copiaba los tebeos y las muñecas recortables que existían entonces; a las que les diseñaba los vestidos para jugar a desfiles con ellas.. Las pintaba con trajes largos a lápiz y carboncillo hasta que salieron los lápices de colores que pusieron otra nota en mis dibujos. Era para mí un imán, como un vicio al que le entregaba todo el tiempo que podía».
«Mi padre tenía una fábrica de sombreros y hacían también cestas de palma que yo decoraba con anilinas de colores dibujando distintos motivos, cervatillos… y se vendían muy bien».
Puedo observar en algunas de sus obras una minuciosidad en rasgos (ver, por ejemplo, «Retrato Asiático») cuyos trazos han debido ser pintados con pincel cero/cero, más fino imposible, que reflejan la gran habilidad de la autora.
Así mismo observo una gran destreza «copiando» caras que afloran la exactitud de su modelos en la más bonita estética de su expresión gráfica (ver, por ejemplo entre otros, los retratos de sus hijas, MªEugenia, Raquel y Laura o el cuadro «Madre», de una belleza artística señalable).
Ya en la tarde del mismo día acudieron a la apertura pública de la sala, multitud de amigos, familiares y público, más de 150 personas que acaloraron a Pepi Soriano en este primer día de su exposición. Una muestra del cariño y la admiración que se le tiene.