Así fue para mí la V EDICIÓN DE ‘NOCTURNAE’, MÚSICA Y POESÍA CON VISTAS AL MEDITERRÁNEO | Por Juan A. López Rama

Organizada por la Editorial ExLibric con la colaboración del Ayuntamiento de Benalmádena se celebró el pasado 21 de marzo 2024, en el Castillo de El BilBil, el Día de la Poesía con la V edición de ‘Nocturnae’, un recital poético de autores en el que también intervino la poeta antequerana Teresa Pérez del Pino.

Por Juan Antonio López Rama

No dejes de creer que las palabras y la poesía sí pueden cambiar el mundo.

Walt Whitman.

Con el corazón dividido, pues en Antequera hay otro evento musical (‘Clandestino Solo Saxo’) del que también me hubiera gustado disfrutar en compañía de personas muy queridas, asistí la tarde del jueves 21 de marzo a la quinta edición del recital poético Nocturnae en Benalmádena organizado por la editorial Exlibric. Pues allí también encontraría a personas muy apreciadas. Y porque, arrastrado por mi vinculación y querencia natural hacia la poesía oral que me acompaña desde la cuna, no podía dejar pasar la oportunidad de disfrutar del momento mágico en que una o un poeta nos recita de viva voz sus versos. Que si leer un buen poema es un acto sublime, eso de escucharlo de boca de su autor es poesía en vena… ¡Poesía directa al corazón!

El lugar elegido no podía ser más acertado, una coqueta sala con vistas a la playa de Santa Ana. Inmediatamente, como un resorte, acuden a mi memoria los versos de Joan M. Serrat:

«Quizás porque mi niñez
sigue jugando en tu playa
y escondido tras las cañas
duerme mi primer amor
llevo tu luz y tu olor
por dondequiera que vaya…

Qué le voy a hacer, si yo
nací en el Mediterráneo».

Allí me saluda la luminosa sonrisa de Teresa Pérez. No hay que ser un Bécquer para que ella, y su obra, nos inspiré y nos haga recordar aquella, por más que repetida, siempre certera metáfora: «poesía eres tú».

Carlos Torres, con su elegancia y lucidez habituales, presenta el evento con un bello alegato sobre lo que representa la poesía en nuestras vidas como lectores y creadores.

Seguidamente, una polifonía de voces poéticas, acompañadas por la música de Carlos Rossell, nos seducen: María Ramos, Pepe Criado, Antonio José Royuela, Francisco Pozo, Jorge Villalobos. Libertad Córdoba no puede asistir finalmente y lee sus poemas Mariló Berdún.

Me enamora a bocajarro la voz singular de María Ramos que, más que recitar, interpreta cada verso con una honda pasión que nos sacude y encandila. En cada uno de sus afilados versos palpita una historia…

«Voy a tragarme todas tus balas».

O habita la memoria… (Maria crece en La Carihuela)

«Amo el azar
que puso mis primeros pasos en la arena
de un pueblo marinero
de casas blancas y sillas en la puerta…

No hay mayor papiro que la volcánica tierra
de una orilla húmeda y plana
para escribir versos con una caña.
Prehistoria del poeta
de infancia salada
y torpes letras,
trazadas un atardecer cualquiera».

Me sorprende agradecido la poesía social de Antonio José Royuela, de honda humanidad que, aunque nos pudiera recordar a otros poetas, nos suena distinta con una voz poética muy particular y auténtica.

La poesía transparente de Pepe Criado, con poderosas metáforas, nos hace reflexionar sobre el sentido de la vida y la condición humana.

Me conmueven de un modo muy especial los poemas de Francisco Pozo inspirados en la métrica de los palos del cante jondo: tangos, fandangos, alegrías, rondeñas, malagueñas… Acompasados a la suya, resuenan en mi interior los ecos de las voces de los lúcidos poetas orales a la intérprete de mi niñez. La de mi padre, siempre madrugador, cuando en plena vega antequerana comenzaba su campesina jornada «arrancándose por malagueñas»… Incluso los cantarines gallos enmudecían admirados ante aquella maravilla que nos anunciaba un nuevo amanecer. Así, gracias a Curro Pozo, recordé una vez más emocionado lo afortunado que fue aquel niño que fui yo. Pues, como María Ramos, también «amo el azar» de mi «prehistoria».

Libertad Córdoba «ni alumbrando con un candil», que decían mis mayores, pudiera haber encontrado mejor embajadora para sus versos que la voz de Mariló Berdún. Como agua de mayo acogieron mis hipoacústicos oídos la sobrecogedora cadencia de su voz dulce y cristalina de dicción impecable, mientras mi corazón, dichoso, abrazaba relamiéndose cada sílaba, cada palabra… ¡Si ya solo su nombre, Libertad Córdoba, representa en sí mismo un bello verso que, de seguro, convirtió en trovador, al menos por un rato, al venturoso funcionario que lo estampó en el registro civil!

Cierra el recital como invitado especial Jorge Villalobos. Sus premios Hiperión en 2018 con su poemario Desgarro y de Unicaja en 2023 con Nada desaparece para siempre le avalan. Con un lenguaje directo y sencillo, su voz lúcida y desgarrada nos conmueve hasta la lágrima, nos zarandea como la vida misma cuando nos golpea sin piedad. Heridas lacerantes: la perdida de su madre…, la de su tía, la de su abuelo víctima del alzheimer:

«Al otro lado de la puerta vi a mi abuelo morir sin ser mi abuelo.
¿Cómo se puede morir sin lo vivido?»

Sin embargo…

«Nada en esta vida muere por completo, permanece en algún lugar de nosotros. Aún somos su último aliento».

«Golpe a golpe, verso a verso» la poesía viva y vivida de Jorge Villalobos, a pesar de tanto sufrimiento, me parece un lúcido canto a la vida, el amor y la esperanza, mientras me trae a la memoria los últimos versos del poema Aliento de nuestra querida y admirada Teresa Pérez del Pino, que le precedió:

«Escribir no me salvó
la vida.
Me la dio».

¡Ay, Teresa!, cuya sincera voz siempre tan verdadera de poeta sin medias tintas, a tumba abierta, como el acertado título de su segundo poemario, cautivó, y de que manera, a todos los agraciados allí reunidos. Pues su poesía en vena, directa al corazón, nos provoca una benéfica sobredosis de sensaciones muy hondas; una catarsis que nos purifica y nos libera, esperanzados, de las pesadumbres de la vida.

Aferrados a la palabra e insumisos ante el silencio, el tozudo patriarcado, la ñoñería, la indiferencia, el dolor, la precariedad, barbarie, la desmemoria, el acomodo… Grandes poetas a viva voz nos sacuden, provocan, estremecen y emocionan, mientras nos invitan a una sosegada reflexión… Poesía viva y en vivo con vistas al Mediterráneo, que más se puede pedir…

Gracias a la editorial Exlibric y a todos ellos por este inmenso regalo que disfrutamos gozosos en el Día Mundial de la Poesía.

Un recital que, en muchos momentos, me transportó a las sesiones de nuestro Taller Antequerano de Escritura Creativa, en ese momento tan mágico en que mis queridos compañeros leen sus poemas y relatos, que crean también aferrados a las palabras e insumisos ante esa extraña negrura que nos acecha tras el reto de la hoja en blanco.