Conferencia cautivadora en la Real Academia de Antequera

(Ver vídeo al final del artículo)

El pasado 23 de febrero, el académico y arquitecto Sebastián del Pino Cabello presentaba en la Real Academia de Nobles Artes de Antequera al también prestigioso arquitecto malagueño, Francisco González Fernández, autor del proyecto de rehabilitación y conversión en el actual Museo Revello de Toro de Málaga de “La casa taller de Pedro de Mena. Rehabilitación de una casa del siglo XVII”.


Un recorrido por la historia de dicha construcción desde que fuera vivienda y taller del artista barroco. De sus estructuras, planos, ubicación, restos arqueológicos, costumbres habitacionales de la época, anécdotas históricas, obras necesarias…hasta la actual dedicación como museo.

Supo adaptar el lenguaje y la dinámica de su exposición, Francisco González, al numeroso público asistente; no solo a los entendidos en la materia, que también a los que no somos conocedores de ella, haciendo muy atractiva esta charla. Se apoyó en registros visuales tanto históricos como en la larga y fidedigna colección de imágenes desde el inicio de la restauración del edificio hasta su actual dedicación: Museo Revello de Toro.

Miguel Ángel Fuentes dio la bienvenida al acto y saludó a los asistentes y conferenciante en nombre de la Real Academia.
Sebastián del Pino, aún convaleciente de operación de rodilla, ya mejorado pero con muletas y siempre pleno de capacidad intelectual y labia, presentó al autor y su extraordinario curriculum profesional (ver vídeo final artículo). Al finalizar la exposición del ponente y coincidiendo con la última diapositiva en la que aparecía un equipo numeroso de activos en el proyecto, Sebastián del Pino comentó para cerrar el acto y rueda de preguntas la importancia de los equipos y de la realización minuciosa y entregada de cada profesional que interviene ( desde el albañil hasta el director de obra, etc.) para que un proyecto arquitectónico salga bien.
Además de su habilidad profesional como arquitecto, Francisco González contagió la poesía en la transmisión de sus conceptos sobre la rehabilitación de estos edificios singulares haciéndose eco también de Leopoldo Torres Balbás ( ver frase completa final en vídeo) …para armonizar de nuevo todo y que las gentes que nos sucedan puedan seguir gozando de ellas.

«En la calle Afligidos de Málaga, en las proximidades de la Catedral, tuvo su casa y su taller el célebre escultor del barroco español, Pedro de Mena y Medrano. Allí vivió el último periodo de su vida, hasta su muerte en 1688.

La casa, ejemplo de nuestro patrimonio doméstico del siglo XVII, fue rehabilitada para uso museístico, teniendo como marco su protección por Catálogo General de Patrimonio Histórico Andaluz. En el expediente para la inclusión en dicho Catalogo, se hizo mención de que el interés arquitectónico del edificio va unido al valor histórico de haber sido la casa donde vivió y murió el escultor Pedro de Mena.

La primitiva casa acumuló con el tiempo sucesivas intervenciones, y esto alteró progresivamente su carácter original. Si bien se fue dañando con ello la estabilidad del edificio, la endeblez de las soluciones y su carácter acumulativo permitió que debajo de las sucesivas capas de reformas, nos llegase la casa como principal documento para poder rehabilitarla.

Teniendo como norte el valor histórico de la casa por ser donde vivió y tuvo su taller el escultor Pedro de Mena, en el proyecto rehabilitación se cuidaron especialmente los aspectos materiales del inmueble vinculados a la persona que lo habitó, recuperándose los elementos originales que se conservaban de la casa del XVII escondidos debajo de las capas de sucesivas reformas. Destaca la recuperación de la galería alta del patio principal oculta dentro de un cerramiento añadido, con la que el patio volvió a tener su carácter ligero y airoso de origen castellano.

Las reformas necesarias para dotarlo de un nuevo uso, se hicieron dejando claro la lógica del «proceso acumulativo de arquitecturas en el tiempo», y se realizaron buscando la neutralidad expresiva de las aportaciones, siguiendo la austeridad formal que se desprende de la propia casa del XVII, manteniendo así el mismo espíritu en distintas generaciones constructivas. Lo nuevo convive con lo histórico sin colisiones formales, haciendo que el protagonismo de la rehabilitación recaiga sobre lo antiguo. Después de haber intervenido sobre esta edificación con una actitud que busca el necesario realismo en el respeto y consideración de los datos de la casa original, utilizando los recursos de la tecnología constructiva de hoy para su adaptación museística, la presencia histórica del escultor Pedro de Mena permanece unida a su casa de calle Afligidos, donde habitó y tuvo su taller, como era el objetivo de su protección».