Cultura de Vino | Carmen Aparicio para ATQmagazine
Estando a estas temperaturas y con la intención del clima caluroso de acompañarnos aún durante un largo periodo de tiempo, hablaremos de esas bebidas que tomamos y que a veces delante de un “experto” nos da vergüenza reconocer.
Amantes del vino, sé que este artículo traerá debate, ¿pero acaso no es cierto que una de las excusas para tomar un vino es rodearnos de amigos, y qué para ello no debemos excluir a nadie?
¿Cuántas veces hemos escuchado eso de, yo mi copa la quiero con un chorrito de gaseosa fresquita y alguien cerca de nosotros, ha dicho “sacrilegio” cómo se te ocurre? Pues bien, con un calor sofocante que a veces nos impide respirar, ¿por qué no beber el vino como nos plazca?
Yo debo de admitir que he sido muy estricta con estas cosas, con seguir unas reglas no escritas para tomar un vino de forma correcta, es cierto también que yo me las sigo aplicando, pero vivo cerca de quien no lo hace, mucho más relajada. Lo importante es saber que queremos y como lo queremos tomar. He bajado a la realidad y he visto que hemos evolucionado en cuanto a los formatos y los estilos y que todo tiene cabida en un mundo tan bonito como es el vino. ¿Por qué no hacer mezclas con bases tan chulas como los vinos dulces que hacemos en la provincia?, si con ello podemos atraer a consumidores que rechazan tomarlos solos. Ya se hace una lista muy extensa de cócteles que llevan base vino, os invito a que sigáis a @victorvarelamolina, uno de los mejores barman de Málaga y que cuenta con toda la tipología de vinos dulces y vermut en sus preparados.
Hace cuestión de un mes, vi en mi trabajo un espumoso (estilo cava) en un formato de lata y me saltaron todas las alarmas… ¿pero cómo puede ser que una bebida que para mí es un imprescindible en mi nevera, estuviera en un formato donde están las bebidas azucaradas y carbonatadas que tanto desprecio? Me negué a tomarlo, hasta que alguien me lo puso en una copa sin decirme de que recipiente salía y voilâ ¡me encantó! Y ahora va en mi nevera de playa fresquita para tomar cuando me apetezca (eso sí, siempre llevo la copa de cristal, eso me va a costar más de dejar).
Pues tanto el formato como las mezclas ya preparadas nos hacen la vida más fácil y atrae a quién aún no se ha adentrado a descubrir el mundo de los vinos.
Creo que en una sociedad en la que todo va tan rápido, a veces, es necesario desconectar y tener la capacidad de poder disfrutar sin necesidad de que todo sea perfecto.
Os dejaré como cada número una lista de esas bebidas “demonizadas” para que disfrutéis sin ningún estrés.
Imperfect Brut Eco, tu espumoso en lata.
Un abrazo Perfecto, de los amigos del Novio Perfecto, una bebida con tan sólo 5.5 grados alcohólicos y un dulzor muy apetecible.
Spritz & Roll Originale es un cóctel preparado con vino espumoso, aperol y refresco. Tiene un sabor fresco con notas de naranja y pomelo. Listo para tomar.
Tas Tolo en versión blanco y tinto, unos vinos que lo único que pretenden es que los abras y los tomes, olvidando la rigurosidad que hemos implantado a la hora de tomar un vino.
LODEIROS | FACTORÍA DE GENIALIDADES. Luis, el padre, y Pablo Lodeiros con sendas botellas de Tás Tolo, un vino sin D.O. que es una gozada.
Foto: F. Blanco | El Correo Gallego
Espero haberos refrescado un poco el verano y sobre todo quitaros esa carga que asumimos por no tomar lo que es políticamente correcto.
El consumo de alcohol, no lo olvidéis: debe ser responsable, todo con su límite es disfrute.