25 marzo / 2023
Ángel Sarmiento BURGOS presentó su obra
‘Cordero de Dios’
Este joven, pero ya consolidado artista, ¡es increíble!.
Como una extensión de su arte, días antes había creado en la ciudad una campaña de expectativa en una convocatoria que sabe mucho de atractivo y de diseño | otro arte que también domina.
Y alegra comprobar que un acto cultural en un viernes noche, cuando solemos dispersamos a otros encuentros, pueda reunir a las aproximadamente quinientas personas que pudimos apreciar su escultura imaginera en ese momento.
Con su voz joven en balbuceo emocionado agradeció, en protocolo sencillo pero también con la cercanía y el encanto que le caracteriza, la presencia de todos en el acto, destacando claro está a algunas personas más significativas en él.
En una escenografía cuidada, muy bien sincronizada, …el templo estaba en penumbra, algunas luces suaves envolvían el ambiente predispuesto para apreciar esta obra de arte imaginero,
dijo…
«SE LO LLEVA TODO, EL TIEMPO, LAS GANAS,
LAS HORAS DE INVIERNO EN LA PENUMBRA
Y LOS PRIMEROS SOLES DE ESTA NUEVA PRIMAVERA.SE LLEVA LO QUE DEMUESTRO Y LO QUE SÉ;
PERO TAMBIÉN LO QUE NO SABÍA Y HE SABIDO,
Y LO QUE AÚN NI SABIENDO HA QUEDADO EN ÉL.SE LO LLEVA TODO, LAS PRIMERAS VECES,
LOS PRIMEROS MIEDOS, LOS TEMBLORES DE
TALLER Y TAMBIÉN LAS PRIMERAS ALEGRÍAS.… HOY NO VENGO A HABLAROS DE
MADERAS, ESTUCOS, ÓLEOS O PULIMENTOS.
HOY, AQUÍ, CONMIGO, SOIS EL PUNTO Y FINAL,
LA ÚLTIMA PINCELADA DE ESTOS TRES AÑOS
DE TRABAJO.TRES AÑOS RESUMIDOS
EN TRES PALABRAS QUE DAN TÍTULO ARTÍSTICO
A ESTA OBRA,’CORDERO DE DIOS’
Ángel Sarmiento Burgos
La imagen de Jesús Cautivo presidía la escena pero todavía no se apreciaba en la penumbra la definición de sus rasgos.
Dedicó «flores» a su equipo, buscándoles con su mirada: «Este trabajo es también vuestro. De quienes os habéis sumado con vuestro trabajo y vuestro amor para que esté junto al mío: mi carpintero, compañeros de taller, restauradores, costureras, técnicos de luz, fotógrafos, diseñadora gráfica, coordinadores de redes»
Se llevó las manos al pecho en un gesto de recogimiento: «A mis amigos, los que están siempre conmigo y los que cruzan Andalucía para estar junto a mí».
Miró de nuevo al público. «Gracias, gracias por estar aquí, contemplando esta obra que, en mi osadía, pretende volver a retratar | como lo haría Zurbarán | al Cordero dispuesto para el sacrificio».
Y a las instituciones y a la gente: Gracias a los que hoy me permiten cumplir este sueño en mi ciudad, al Ayuntamiento de Antequera abriendo siempre para mí sus puertas de par en par. A la Cofradía de Villanueva de la Concepción, gente buena que desde hace tiempo también llamo familia, porque ellos van a rezar a un padre al que yo siento como si fuera el mío».
Un último ruego, una última cosa… «Todo lo que está aconteciendo hoy aquí, este que para mí ha sido tanto tiempo mi sueño, también lo es por amor a mí, el de cuatro personas que están hoy aquí sentadas. Hay aquí hoy otros cuatro artistas, cuatro personas que saben de mis ausencias y agobios. Cuatro personas que saben estar cuando lo necesito y, sobre todo, saben el dolor de no estar cuando más me aprieta la soledad en el taller. Eso es querer, eso es amar. Por eso os digo que la artista es mi madre, el artista mi padre, mi hermana Alba y Alejandro. Sí. Sois vosotros los verdaderos artífices de todo lo bueno que pudiera tener mi trabajo pues no hay mayor belleza que el amor sin medida. Ese amor que me dais y desde el que os pido perdón por tanta ausencia y desvelo. Todo esto… vuestro»
Yo aún estaba visualizando mentalmente el profundo significado de lo que este creador estaba diciendo sobre las personas íntimas a las que mientras el proceso de su arte ha dado de sí, él les ha dado de no. Me encontraba mirando cómo su madre limpiaba sus lágrimas emocionada por ese reconocimiento tan sentido…
A Ángel le invadió la ternura y también le brotaron las lágrimas.
La multitud había enmudecido compartiendo el momento.
Con la voz rota por emoción, en ese mismo instante, como una banda sonora de una película, empezaron a sonar en un primer plano solemne las notas del Miserere de Giovanni Batistta Pergolesi. Una luz cenital iluminó la imagen de Jesús Cautivo y el joven artista, con voz babuceante intentando recuperar la solemnidad del momento gritó para adentro mientras señalaba su obra… ¡Es vuestro!.
No sé describir con palabras ese instante, esa grandeza del arte, esa emoción que contagiaba esa música, ese chaval artista tan grande, esas lágimas de madre, esa luz que situaba la imagen tan bien esculpida…
Solo sé que yo también lloré.
El murmullo de la multitud, que había sido invitada por el propio artista para ver de cerca su obra «Cordero de Dios», llevó a sonido de fondo en la acústica del templo la continuidad musical imponente que adornaba el momento: Septem verba a Christo, también de Pergolesi.
Viernes 24 de marzo 2023 | En Antequera
Crédito de fotos de galería: cedidas por equipo del artista |
