Manu Fernández, la Inteligencia Creadora (IC)

Las grandes creaciones artísticas han partido siempre de emociones. Manu Fernández tiene la capacidad de convertir irrealidades pensadas en proyectos que dejan huella.
Y consigue contagiar esa emoción en cada plano de sus obras.
Detrás de sus logros subyace también una generosidad social pocas veces visto.

Durante estos meses que llevo en Antequera había escuchado varias veces referencias muy positivas sobre este creador. Su nombre estaba siempre detrás de interesantes realizaciones polifacéticas en Andalucía y también había oído alguna buena crítica en Madrid. Llegué a él porque una persona a la que aprecio mucho, y que además tiene muy buen criterio y valores, me dijo «¿Todavía no conoces a Manu Fernández?. Anda, toma su teléfono».
Me habló de él y me anunció que este hombre es un talento como guionista, director y productor de teatro y de cine. Que además tiene una capacidad infinita de creación de ideas e iniciativas que mejoran y animan la vida cultural y social.

Una charla larga y profunda con él en directo, algunos otros ratos al teléfono y un tiempo de seguimiento de muchas horas por la variada ruta de sus logros, han conseguido que yo comparta al cien por cien la admiración que mi amiga tiene por este artista de las ideas y que piense que –como pocos escogidos en el mundo– Manu Fernández ha sido dotado de una inteligencia creadora fuera de lo común.

Una palabra, una frase, un pensamiento le sugiere una idea semilla que crece en su mente «dibujando un texto». De forma enigmática en su cerebro se encajan algunas piezas de su mecanismo creador, y consigue que aquella palabra, aquella frase o aquel pensamiento no se desvanezca y trascienda en un proyecto deslumbrante. Un guion, un documental, una dinamización social, un proyecto de futuro, una superproducción teatral, un bien inmaterial para legado social…

Sus guiones (aplaudidos ya por medio mundo) tienen alma de novela con una narración que supera la aparente simpleza y se convierte en mensaje profundo. Lo que para muchas otras personas nos pudiera pasar indiferente, él lo dota de alma, lo convierte en sugerente y además lo pone en marcha para admiración de todos.

Ahí están sus iniciativas, ya funcionando, y las que tiene en el disparadero de salida de una mente en constante proceso creativo. Sin embargo es ordenado y pausado, no se precipita, se mueve paso a paso, que es como se consiguen las cosas y quedan en el tejido social que se pretende. No hay prisa pero no se queda en pausa. Su disciplina, su talento y capacidad creadora han dado a luz proyectos de diversa índole que van marcando puntos de referencia en trazado de líneas que perfilan un enorme bagaje de arte y creación.
Vamos a ver algunas.

Ch.L.L. | ‘Un foráneo en el paraíso’ | Blog City

¿Con la labia que tienes, tuviste que ser un niño precoz, muy despierto en ideas?
Desde que yo recuerdo siempre he sido una persona muy inquieta desde el punto de vista de hacer cosas.

Has logrado éxitos en facetas de toda índole. Triunfas en el Marketing, creas proyectos sociales, asesoras actividad cultural y de generosidad social en ayuntamientos andaluces, diseñas conceptos publicitarios, eres un dinamizador de la Cultura, tienes guiones y films premiados en certámenes de prestigio (algunos de ellos vuelan en grandes plataformas como Amazon), miles de espectadores en las obras teatrales que creas y produces, éxito de crítica profesional… ¿Es que naciste con estrella?.
Bueno, con ocho años gano mi primer certamen de poesía. Y eso estimula lo posterior. Cuando eso ocurre de niño, te sigues animando a escribir.

¿Certamen de poesía?, ¿Otra faceta triunfal más?
Curiosamente empiezo escribiendo poesía. Más que narrativa empiezo por poesía, no me digas por qué pero me dio por ahí, gané un par de certámenes de poesía y ahí quedó.

Los dos pilares de mi vida fundamental han sido el deporte y la cultura. Creo que ambos mundos constituyen el concepto de la práctica de una vida sana. Siempre he entendido el deporte como un estilo de vida sana, he sido una persona muy vinculada al deporte, atleta casi profesional, luego jugué a balonmano con un cierto nivel… Y la cultura es un recreo necesario y permanente para el desarrollo personal en mi idea de la felicidad.
Cuando fui a vivir a Madrid con 20 años, el movimiento cultural de allí no tiene nada que ver con cualquier otro lugar… En Madrid encuentras cualquier faceta de la cultura. Tienes de todo, tienes conciertos, tienes lo que quieras… Empecé a frecuentar salas como Galileo Galilei o Libertad 8.
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¿También le das a la música’
Me considero un músico frustrado porque… me he comprado tres guitarras, pero… lo que tenía que cambiar eran las manos, no la guitarra. Cambiaba de guitarra y todas tiene el traste en el mismo lado. Soy un músico frustrado, pero un amante de la música.

En aquellos tiempos decidí buscar un curso de guion de cine y los profesores me estimularon bastante a escribir. Me decían: «Eres muy bueno en diálogos y no es fácil comunicar con ello y tu lo haces». Advirtieron en mí esa capacidad entonces y abrieron una posible línea de partida: «Manu, a ti nadie te va a producir una película, no nos la producen a nosotros que somos guionistas ya profesionales y muy expertos, a ti no te van a producir. Haz teatro, porque es una pena que el trabajo que tú haces no se desarrolle después, porque hay un montón de guiones metidos en un cajón.
Es ahí cuando yo paso de una escritura orientada al cine, a escribir teatro.



Hablemos de tus obras ¿Cuál fue la primera?
Fue una obra basada en la canción de Joaquín Sabina, ‘La sombra de un león’, donde yo cuento ese emigrante que llega a Madrid cargado por las maletas de la ilusión y de la expectativa y que descubre que la ciudad es totalmente impersonal, donde no hay relaciones humanas… El protagonista siente que la gente va a su bola, nadie tiene que ver nada con los otros, se cae una persona delante de ti y es como si fuera un gato que pasa y nadie le echa cuenta…
Puse en funcionamiento ese primer montaje, fui muy atrevido y trabajé con Monse Pla, la hija de Beatriz Carvajal y también con la sobrina de Pilar Bardem, con Lucía. Y pasé, de no haber hecho teatro en mi vida, a estar dirigiendo a dos actrices no solo conocidas porque ya hacían series y trabajaban bastante, también porque tenían un nivel muy alto de oficio artístico.

Gustó mucho y gracias a esta obra, al poco tiempo paso a estrenar en el Teatro Arenal de Madrid ‘Código Sabina’. No es una comedia exactamente, es… Yo la llamo el «Esperpento Sabiniano», es un guion escrito con 7000 versos de las canciones de Sabina. Pasé un año y medio estudiando todas las canciones de Sabina e incorporé un personaje que a mí me gusta mucho de Valle Inclán que es Max Estrella. Entonces todo sucedía en la ‘posada del fracaso’ donde Max Estrella interactuaba con Sabina y con personajes de las canciones de Sabina.
Estuvo un mes en cartelera en Madrid llenando el Teatro Arenal.

En mi «rastreo» sobre ti, me han dicho que tú eres la persona que le da la idea a la productora de Sabina de hacer el musical que se hizo sobre él con tanto éxito.
Porque cuando yo le pido los derechos para la obra a la propietaria de los derechos de Sabina. Me dicen, ¿vas a hacer una obra sobre Sabina con una comedia musical?. ¿Cómo no se nos había ocurrido a nosotros hacerlo?. En aquel entonces, te habló de 2012, estaba el musical de Mecano, ‘Hoy no me puedo levantar’, pero no había relevo musical propiamente dicho.

Después de hacer el ‘Código Sabina’, vuelvo a estrenar, ahora en el Teatro Calderón de Madrid, una obra basada en el pecado original de Adán y Eva, que tenía el nombre de Arcano 13. Arcano 13 es la carta del tarot de la muerte. Una comedia musical que escribo en colaboración con Javier Krahe. Yo escribí el guion, quería hacerle un homenaje a Javier Krahe, si fusionara 10 o 12 canciones de Javier Krahe y sucediera en la obra lo que sucede en las canciones de Javier Krahe… ..con un hilo conductor de los personajes de Adán y Eva… A Javier le gustó mucho, de hecho me cedió los derechos de sus canciones para esta obra, que ahora he relanzado en este año pasado. Le he cambiado el nombre y un poco la temática con ‘Adán y Evo’, para hacer un poco también pedagogía del entendimiento de los derechos LGTBI y una normalización de que una pareja de hombres puedan tener una vida normal incluso dentro de la obra llegan a adoptar un bebé.
Es una comedia musical con la que además te ríes un montón. Es muy respetuosa sin implícitas escenas. Hay gente que si le hablas de ‘Adan y Evo’ se escandaliza, que no escucha. A ver, en guion se sabe que no necesito poner sexo implícito para dar a entender que se puede fingir el sexo en un baile. No necesito montar las escenas.

¿Está en cartel actualmente rodando por Andalucía?, me suena haberla visto anunciada recientemente.
Está viva y la vamos llevando a distintos lugares en distintos momentos.

Paralelamente desde hace un año y medio me surge la idea de hacer ‘El Hijo del Hombre’, fusionando cine y teatro. Fue uno de los primeras apuestas agresivas que hicimos con la producción y que el tiempo nos ha dicho que no era el buen camino. En la primera fase de este rodaje de la obra, tú podías ver la Semana Santa de toda Andalucía y al mismo tiempo disfrutar del espectáculo donde entre personajes y personajes poníamos unos cortometrajes que grabamos en el 2021.
Pero detectamos que esos momentos no enganchaban a la gente. A la gente le gusta y quiere ver su hermandad también en la tele o en el cine, pero una vez que sale su hermandad, ya el resto de hermandades no le importa. Entonces descubrimos que durante los dos minutos y medio que duraban los cortos de vídeo, se iban al baño o cogían el móvil y se ponían a mandar mensajes o lo que sea. Ese es uno de los motivos porque ‘El Hijo del Hombre’ evoluciona de tener cine a eliminar la parte de cine. Aparte del problema técnico que es proyectar en una iglesia, que también suponía problemas.


En este camino, en el 2019, grabé la película ‘Los hijos de San Luis‘, una película de dos horas de duración, con la que estuvimos en Los Goya en el año 2020, fuimos candidatos entre ellos a Mejor Guion. Una película de dos horas de duración, de temática histórica bandolera, cuenta la historia de cuando los 100.000 hijos de San Luis llegan a España y Fernando VII no les paga los tributos, entonces empiezan a expoliar obras de arte. Esto lo fusionamos con una leyenda que hay en mi pueblo, en Estepa, que dice que la Virgen de los Remedios de Estepa, que se conoce como la Virgen de los bandoleros, es realmente la Virgen del Rocío, porque los bandoleros escondieron, la Virgen de Rocío en Estepa para que no la robaran los franceses. Es una leyenda que hay. Al margen de polémicas, es cine y contamos una historia con parte de ficción y con interrogantes de leyenda. Y estuvo bien contada, con todo el respeto del mundo. De hecho, de la Hermandad del Rocío vinieron al estreno a Sevilla y les encantó la película.



Recuerdo haber visto en Amazon que circulaba una película tuya. No sé si era esa ¿?
No. Puede que te refieras a otra que grabo en 2017, una película documental, ‘INRI’, que ha estado en 150 países, es sobre la Semana Santa en Estepa. Y es verdad que es una película que ha utilizado mucho Canal Sur, como recursos de esta película para los programas que ellos tienen de Cofrades y demás.
Esa cinta nos situó en el panorama audiovisual andaluz. Se nos reconoce en un montón de sitios que es uno de los documentales más vistos. De hecho Amazon compra este documental para 150 países.

De ahí surge la idea de hacer la obra de teatro fusionada con corto de cine.

Yo no llegué a ver “Laocoonte, el secreto de El Greco”, pero me encanta el argumento. La vi anunciada, como reposición, al final de la pandemia. A ver si la subes de nuevo a algún escenario.
Es una obra que escribo en 2013 mientras vivía en Toledo, y lo hice para contribuir al cuarto centenario de la muerte de El Greco en 2014. Era mi particular forma de homenajear a Toledo, ciudad en la que tengo grandes amigos y en la que he tenido la suerte de trabajar durante varios años.
La historia es un drama romántico que cuenta como un aventurero pintor griego llamado Doménikos Theotokópoulos, acude a Roma (1570 d.C.) con la intención de aprender de las técnicas pictóricas de Miguel Ángel y Rafael Sanzio. Allí conoce a otro maestro, a Tiziano, quien le acompañará en todo momento siendo el principal culpable del destino del viajero en su visita al interior de la Basílica de San Pedro. Un griego que ignora que su admiración por la pintura terminará en la capilla de Santa Petronila, en donde se enamorará de un arte para él desconocido, la escultura. A partir de ese momento, la vida del artista no será la misma. Acusado de hereje por la Santa Inquisición al creerse capaz de dar vida a la «La Pietá», Doménikos, prefiere entonces entregar su vida a lo único que sabe hacer, pintar, escondiendo el secreto de su amor en los trazos de su último cuadro, la escena mitológica del sumo sacerdote de Troya, para rebelarse contra todos, como también hiciera «Laocoonte».

Un drama de sueños imposible y un viaje romántico por la historia del arte que cuenta con un narrador de excepción, Miguel de Cervantes, cuyo cuarto centenario fue en 2016.
Mientras preparo y estudio a los personajes descubro que Doménikos Theotokópoulos coincide en Roma con Cervantes, justo antes de la Batalla de Lepanto. Entonces se me ocurre fusionar los dos centenarios.


¡Qué interesante!, pero mucho trabajo de documentación ¿no?
Siempre a la hora de escribir dedico mucho más tiempo al proceso de investigación de lo que voy a hacer que a escribir el texto. Por ejemplo, para ‘El Hijo del Hombre’ me pude tirar 6-7 meses leyendo unos 20-25 libros de Jesús de Nazaret, de distintos personajes, viendo documentales y luego el texto en sí igual lo hice en un mes. Sin embargo no es lo que escriba, es todo lo que he escrito, todos los preparativos. Pues con el Greco me pasó igual, estuve como 6-7 meses impregnándome de la historia del Greco.
Y bueno, así somos los creativos. Digo, bueno, ¿qué tienen en común los dos?. Voy a hacerle un homenaje a Cervantes, voy a hacerle un homenaje a El Greco. Y ahí meto un personaje intermedio que es Tiziano, que es el maestro o el descubridor, el que inculca a El Greco a pintar con el estilo, el manierismo, el estilo que él tiene. Y ahí monto una historia basada en un hecho que es real, que es el motivo por el cual el último cuadro que pinta El Greco, es Laocoonte. De hecho, muere antes de terminarlo. Y este cuadro es una rebelión, desde mi punto de vista, al haber estado toda la vida trabajando para la Iglesia. Es el único cuadro profano que pinta, y lo pinta justo antes de morirse, es el único cuadro que no es de temática religiosa, que cuenta la historia de la Laocoonte. Durante la guerra de Troya, Laocoonte, sacerdote troyano del dios Apolo, se opuso a la entrada del caballo de madera dentro de las murallas de la ciudad. Atenea y Poseidón, favorables a los griegos, enviaron desde el mar dos serpientes monstruosas que rodearon y asfixiaron a Laocoonte y a sus dos hijos.


Una deuda pendiente que tenía El Greco con él mismo, es que descubre que quiere ser escultor, no pintor. Cuando El Greco en Roma conoce La Piedad de Miguel Ángel y conoce el grupo escultórico de Laocoonte, descubre que la pintura no es su arte, él quiere ser escultor. Bien, pues el Greco tiene dos esculturas hechas, que muy poca gente sabe, que están en el Museo del Prado, y que son las dos esculturas que cuando El Greco muere, es su hijo Jorge Manuel Theotocópuli, quien termina el cuadro de Laocoonte. No sabía cómo terminar el cuadro y decide terminarlo dibujando las dos esculturas que había hecho su padre.

¡Qué historia más atractiva!
En fin, es una anécdota de la historia y es un viaje por el arte y por Roma. A la gente que le guste Roma, tiene en ‘Laocoonte’ un viaje virtual por la ciudad de Roma.
Pero es una obra nada fácil tampoco para los actores. A pesar de ello, hemos realizado más de 25 funciones y hemos ganado 10 premios con ella en festivales nacionales de teatro.

¿La mantienes en cartel?
Como ‘Adán y Evo’. El problema es que el elenco de actores se solapa. Vamos haciendo representaciones puntuales.
Ahora mismo, ‘El Hijo del Hombre’, yo creo que lo ha puesto más difícil. Este año el objetivo número uno es la gira. Ya he visto que te has hecho eco de nuestra gira por las Ciudades Patrimonio de la Humanidad.



Es que es un concepto muy bueno el que has planteado. Imagino que la producción no es fácil ni barata, ¿es tuya a peso?
Es una producción que no tiene nada que ver con un musical de Madrid, pero bueno, que estaremos en torno a los 180.000 euros ya invertidos hasta el momento. La banda sonora es nuestra, la música es nuestra, el vestuario se ha hecho por una empresa que solo trabaja vestuario para museos. Tiene un rigor histórico. Nosotros queríamos ofrecer un valor añadido al espectáculo. Entonces, podíamos por ejemplo vestir a San Pedro vestido de terciopelo, mucho folclore… o hacerlo como técnicamente, según los libros que hay de ropa de la época del siglo I, podrían ir vestidos. Todo se ha hecho exprofeso para la obra y con el rigor buscado sobre cómo vestían las distintas estirpes en la época.
Uno de los principales atractivos que tiene el espectáculo es el marco en el que se va a llevar a cabo. Yo creo que fusionar en un mismo espectáculo culturas a través del teatro, a través de la música, del arte de la pintura expuesta en decorado y de la monumentalidad de los escenarios previstos. ¡Será bonito el retablo principal de la Iglesia del Carmen de Antequera!. Pues ese es el nivel, La Mezquita de Córdoba…
Que mi madre me diga ´¡Oh, que bonito está!, es mi madre, le doy un valor relativo. Pero mucha gente destacó que solo ver el retablo iluminado de la iglesia, esas 500 velas que nosotros llevamos, generando un ambiente cálido y demás….es reclamo más que suficiente para pasar una hora y media en entornos que te llenan. Y si la gente es capaz de desconectarse con ese valor añadido de una iluminación especial, un espectáculo especial, …



Además de este lío teatral y toda su creación, te metes en veinte «cosas». ‘Antequera 10.0’ (premiada y muy reconocida) , El Bosque del Amor en Gilena, colaboraciones en tertulias radiofónicas sobre marketing de ayuntamientos y vida de ciudad… A la vez te metes en ayudar a crear los textos y los audios de la Ciudad de Binesburg.
No paras, ¿en qué proyectos vuela tu cabeza?
Bueno, pues ahora mismo tengo tres proyectos. Tengo una novela que ya está casi terminada y estructurada para una serie que ofreceré a las grandes plataformas Netflix o Amazon… se llama ‘Tengo que matar al Presidente’. Es un thriller policiaco donde el protagonista es un policía escolta que tiene que matar al Presidente. Yo estuve cuatro años de escolta de presidencia de gobierno, trabajé con Aznar, primero y después con Zapatero, así que estoy bien documentado aunque por ética y por profesionalidad y no desvelo lógicamente la seguridad de nadie; pero bueno, la literatura tiene la cortesía de cumplimentar la medio verdad con medio fantasía. Entonces, bueno, que sean lectores que se crea lo que quieran de este thriller. Esta novela tengo ganas de publicarla, le voy a meter el acelerador porque llevo trabajando en ella varios años, y lo que me falta es apagar el móvil, yo tengo una casa de campo que no tiene cobertura, entonces me voy a ir a esa casa de campo quince días y…



Luego tengo otros dos proyectos más. Una es una película se llama ‘Fragiledad’, una película donde voy a hablar sobre violencia de género vicaria. En este caso la protagonista es una niña de 12 años donde te va a contar ese trauma, esa victimización secundaria que existe en la violencia de género. Es una historia para la reflexión. La enlazo con una experiencia personal que yo tuve hace años con una niña que tenía en la escuela de atletismo. Y cómo la niña busca superar la frustración de lo que le estaba sucediendo a través del deporte.
Cuando como yo tienes toda esta información hay determinados puntos de confluencia que son los que yo quiero dejar clave. Cuando yo doy una charla o explico algo, siempre me conformo con que tres conceptos básicos queden claros. No me importa todo lo demás. Si tres cosas te quedan claras, eso lo doy por bueno.


‘Fragiledad’. Curioso juego en la palabra
La llamo así por eso, por ser un shock en una edad muy frágil. Me encanta Sting. Él tiene una canción que se llama Fragilidad y cuando la pronuncia en castellano, le sale Fragiledad.
También tengo el guion prácticamente terminado. Una producción de este tipo es bastante costosa , así que es uno de estos proyectos que posiblemente le venda el guion que lo pueda hacer una productora, yo tampoco pretendo terminar todo lo que hago, no soy egoísta en el sentido de ¿esto lo he hecho yo o lo dirijo yo?. No.
El tercer proyecto que quiero llevar a cabo este año es una película documental, es un compromiso mío con amigos que tengo que tienen han sufrido ictus cerebral. Ya estamos en ello. Es una película documental. Vamos a vivir durante una semana con distintos personajes que intervienen cuando hay un problema de daño cerebral. Puede ser daño cerebral producido por un accidente de tráfico o lo que sea, o simplemente simplemente porque tenga una obstrucción de cualquier venilla o lo que sea y te da. Entonces todo transcurre durante una semana y la estructura que tiene la historia empieza a las 7 de la mañana, desde el lunes, desde el martes, desde el miércoles hasta el domingo y todo empieza con una canción. Las canciones, la música son de las pocas cosas que, a pesar de tener daño cerebral, el cerebro interioriza. Entonces, siete personajes, siete días, siete canciones. Vamos a ver cómo vive el daño cerebral un enfermo. Cómo lo vive un médico, cómo lo vive familiar, cómo lo vive el político que se tiene que encargar de darle un servicio y demás. Siete perfiles desde el enfermo, cuidador, sanitario, político, el psicólogo, etcétera. El hilo conductor es la canción preferida del personaje.
El documental aún no tiene nombre.

Es inspirador encontrar por la vida gente como tú, creador y «motor» de transformación en el intento de una sociedad mejor. Multiplícate por diez.
Gracias, Manu Fernández.

A ti, Charles.