‘Ana Boutique’ o sea Auxi Sierras | Entre la «raffinatezza» y la «sprezzatura» | Por Elisabetta Gentileschi

Nota editorial: Elisabetta Gentileschi, historiadora del arte italiana y decoradora restauradora de casas señoriales en Roma y Madrid, que colabora con atqmagazine (a su aire, es decir cuando ella quiere y quiere poco), me mandó este artículo en formato carta. Con este titular que no entendí al principio. | ChLL

Ch.- Elisabetta, yo no entiendo este titular. ¿Qué significan estas palabras, qué quieres decir con ellas?

Elisabetta.Que me encanta haber conocido a Auxi y su ‘Ana Boutique’. En moda, «raffinatezza» es un término de mi tierra que tú puedes traducir como «refinamiento» o «sofisticación». Algo así como una cualidad de elegancia discreta, de gusto exquisito y con atención al detalle. En Roma decimos que una prenda, una colección o una persona tiene «raffinata», cuando tiene un estilo elegante sin exageración, combina con armonía los colores, las telas y las formas, y cuida los acabados y las costuras con un gusto atractivo sutil.

Ch.- ¿Y «sprezzatura»?.

Elisabetta.- Este es otro término nuestro aunque también utilizado al referirnos al mundo del estilo masculino. Es la actitud de parecer naturalmente elegante, como si no lo hubieras intentado demasiado, aunque en realidad sí suele haber intención de ir bien vestida. Es como una elegancia sin esfuerzo aparente. Charles, como sé de tu curiosidad semántica, te gustará saber que es una palabra que ya se utilizaba en «il Cortegiano» de nuestro renacentista Baldassare Castiglione, donde se describía la habilidad de hacer que todo lo que uno hace parezca fácil y natural. Eso es, vestirse con estilo sin parecer que te esforzaste demasiado, tú lo dirías como un descuido calculado.

Si quieres comprender qué es eso que en italiano llamamos raffinatezza, no hace falta que vayas a las pasarelas de Milán. Tienes en Antequera a Auxi y su Ana Boutique.


La Roma. 30 junio 2025. De Betta para Charles
Charles, amore mio.
Como bien sabes, no suelo escribir de modas pasajeras ni de tiendas efímeras. Lo mío es buscar otras verdades que tienen esencia en la elegancia atemporal, esa que no se grita pero se impone por presencia. La moda pasa, el estilo permanece. Y así fue como, en mi anterior estancia en Antequera, conocí Ana Boutique y a su fundadora, Auxi: una mujer que no vende ropa, sino revelaciones.

Déjame contarte esta historia a mi manera, con un espresso en mano y el recuerdo fresco del tacto de una blusa de lino perfectamente cortada. Porque Ana Boutique no es solo un lugar donde se compra moda; es un pequeño¿santuario? de estilo sereno, donde cada prenda tiene alma y cada clienta, es para ella una historia leal.

¿Te acuerdas cuando estuve en primavera?, cuando Luiggi fue a sus gestiones yo me quedé con Cayetana paseando por el centro. Quise conocer a Auxi, de Ana Boutique. La había estado siguiendo en redes desde la anterior vez que fuimos a Málaga en otoño contigo y con Magui. Sus vídeos tienen millones de visitas, entre ellas muchas amigas mías también.


Como italiana y amante de la estética , nacida entre las líneas sobrias de una villa en Piemonte y criada bajo la mirada sabia de mi nonna, que citaba a Elsa Schiaparelli como quien reza un salmo, no me dejo impresionar fácilmente. Y sin embargo, conversando con esta mujer, sentí que me encontraba ante algo excepcional. Su conocimiento del corte, del color, de la proporción… no es solo técnico, es intuitivo, casi filosófico.

Habla del estilo con esa mezcla de emoción y naturalidad que solo poseen quienes realmente lo entienden. “La moda puede vestirte, pero el estilo te revela”, me dijo, mientras me enseñaba cómo unas líneas sencillas pueden transformar la postura y la presencia. No impone, propone. No dicta, sugiere. Como decía el gran Baldassare Castiglione en Il Cortegiano, lo ideal es alcanzar la «sprezzatura», esa gracia escondida tras una aparente despreocupación. Y ella lo logra: elegancia sin esfuerzo, belleza sin estridencia.

La historia de Auxi comienza con un flechazo estético: unos zapatos de piel de serpiente con charol rojo. Tenía apenas seis años, pero ya comprendía que el estilo podía ser destino. Desde entonces, su camino ha sido una búsqueda constante del equilibrio entre forma y esencia, tendencia y atemporalidad. Y ese equilibrio lo ha volcado en cada rincón de su boutique, uno spazio curato, caldo e raffinato, donde cada prenda está elegida con mirada de editora de moda y corazón de confidente.

Ana Boutique no tiene escaparates estridentes ni necesita luces de neón. Tiene pezzo unico tras pezzo unico, seleccionados con ese occhio clinico que distingue a quienes no siguen la moda, la interpretan. Sus percheros no dictan normas, susurran posibilidades. Hay lino que respira, sedas que acarician, cortes que transforman la silueta sin forzarla. Es el luxo silenzioso del que hablaba Armani. El que solo las verdaderas expertas reconocen.



Auxi no te viste. Te interpreta. Te observa, te escucha, y como una couturière del alma, traduce tu esencia en tejidos, colores y formas. Yo como buena italiana, aunque andaluza intermitente y adoptada, me emocioné al ver cómo combinaba sprezzatura con sensibilidad, cómo hablaba del cuerpo con respeto y del estilo con precisión casi filosófica.

Y esa emoción se percibe en cada rincón de su boutique, un espacio que al parecer ha mudado tres veces de dirección pero jamás de esencia. Incluso en tiempos convulsos de una crisis financiera, o de una pandemia, Ana Boutique resistió con la elegancia de quien se adapta sin perder su centro. Auxi, con una tenacidad que no necesita aspavientos, siguió adelante con la certeza de saber que el verdadero lujo hoy es el cuidado: el tiempo que dedicas a escuchar, a comprender, a elegir con criterio.

Porque eso es lo que hace Auxi: escucha con empatía, acompaña sin juzgar y aconseja con una finura que en Italia llamaríamos buon gusto innato. No hay estridencias en su selección, sino prendas que podrían estar en Roma, en Milán o en Saint-Germain-des-Prés, o en la milla de oro de Madrid; pero que están en Antequera, esperando a que una mujer se reconozca en ellas.

Y hablando de mujeres… ¡qué fascinante es la relación de Ana Boutique con sus clientas!. Mujeres reales, que han vivido, reído, llorado y celebrado. Mujeres que han confiado en ella para bodas, comuniones, entrevistas de trabajo o simplemente para reencontrarse con su reflejo. Porque, como bien dice Auxi, “cuando te sientes bien con lo que llevas, te cambia el ánimo y avanzas fuerte en tu día”. Porque sí, vestir bien cambia algo más que el espejo: cambia tu actitud.

Ella es una mujer con la mirada precisa y de frente, te mira a los ojos desde sus ojos bellos; el tono amable y un instinto natural para detectar quién eres y cómo podrías vestirte… si te atrevieras a ser tú.

Quizá por eso su estilo personal, discreto, elegante, con esa mezcla entre lo clásico y lo audaz que tanto admiro, sea un espejo de su filosofía. Es, en definitiva, ese lujo silencioso que solo reconocen los verdaderos entendidos.


Ha creado algo mucho más grande que una tienda de ropa. Es un refugio de buen gusto, respeto, escucha y empatía. Su estilo no es solo el que ella misma viste, sino el que transmite: clásico con personalidad, elegante sin ostentación, contemporáneo sin perder la esencia.
No se considera una influencer, pero influye. No pretende ser referente, pero inspira. Conecta con las mujeres que visten para ser, no para aparentar. Les devuelve el placer de mirarse al espejo y reconocerse.

Su trayectoria es también un testimonio de valentía. Como tú sueles decir, Charles, no es fácil la vida para nadie, ella también ha superado crisis, reinventado su modelo, abierto caminos digitales y mantenido siempre la coherencia con su visión. Frente a las tendencias efímeras, ella elige la atemporalidad del buen gusto ( por eso conecto con ella). Frente a las imposiciones estéticas, sugiere que la única norma válida es la autenticidad.

Es madre, esposa, emprendedora y compañera de ruta para muchas clientas que ya son amigas. Su legado no es solo lo que ha vendido, sino lo que ha aportado a la autoestima de quienes ha vestido.

Estamos en tiempos en los que todo cambia muy rápido, ella es un ejemplo de cómo sostener una identidad firme, con los pies en la tierra y el corazón en la moda. Porque en su mundo, vestir bien es simplemente atreverse a ser una misma.

En el rato que estuve allí, en ese espacio delicado, sin pretensiones y cargado de amabilidad en el que ahora le ayuda Raquel, Auxi no solo me ofreció ropa: me escuchó, me observó y me propuso. No lo que estaba de moda, no lo que “se llevará” este verano, sino lo que iba conmigo. Lo que armonizaba con mi cuerpo, con mi edad, con mis rutinas, con mi verdad. Su filosofía es clara: la elegancia nace del autoconocimiento. Y lo aplica con una maestría que solo da la experiencia. Te enseña a mirarte con otros ojos. A amar tu silueta real, sin disfrazarla ni ocultarla. A construir un estilo coherente, sereno, y eternamente favorecedor.
Su boutique no es solo un lugar para comprar, sino para reconectar contigo.

Al ser italiana y en mi caso, he crecido entre tejidos nobles, costuras invisibles, y mujeres que sabían que vestirse no era una frivolidad, sino un acto de afirmación personal. Por eso, conversar con esta consultora de moda en Antequera fue como volver a casa.
Ella no se centra en tendencias. Habla de silencios visuales, de proporciones, de armonía.
De lo que una prenda puede sugerir sin decir, y de cómo un corte bien elegido puede levantar el ánimo más que cualquier piropo.


Te preguntarás que la hace tan especial. Claro, tú no visitas su tienda, porque es de moda femenina. Pero sabe que ella tiene un criterio finísimo, pulido por años de observación, conocimiento textil y experiencia real con mujeres reales. Un método sutil para reconciliarte con tu figura, sea cual sea, y encontrar la versión más bella y honesta de ti misma. Un armario con alma: prendas seleccionadas con cariño, atemporales, versátiles, y con esa calidad que se siente con los dedos tanto como con los ojos.

«L’eleganza non è farsi notare, ma farsi ricordare.»
(La elegancia no es hacerse notar, sino hacerse recordar). | Giorgio Armani

Luiggi salió del notario y no hacía más que llamar, ya sabes lo impaciente que es cuando quiere llegar a la costa y aún teníamos que recoger las maletas en el parador. Sin darme más tiempo compré una blusa de lino, y Caye, una falda monada que luce como nadie y salimos, como tú dices, pitando.

¡Te llamaré por teléfono, Auxi, quiero saber más de ti!. Me gusta tu estilo. le dije pensando en hablar más con ella, conocerla más y mandarte un artículo para tu revista. La llamé desde mi refugio en Soto. Le pregunté sobre varias cosas y le dije que le estaba grabando en audios para ti. Pensaba en que, cuando los escuchara detenidamente yo podría relatar y escribir mi artículo. Sin embargo cuando escuchaba lo que me decía, pensé que es mejor que lo diga ella. Tiene un poder de comunicación tan sencillo y tan de verdad, que no quiero ser una mala intermediaria. Si puedes, sube los audios que te mando adjuntados. Ante mis preguntas simples, podrás escuchar respuestas de ella que son toda una filosofía y una forma muy bonita de ver su profesión. Mira cómo me cuenta las cosas… Bueno, escucha…

Por si te vale a tu revista, Charles. No renuncies a incluir en ella hablar de moda; también es arte y es cultura.
Con amore, stile e gratitudine, Elisabetta Gentileschi. Desde mi ventana romana, con la mirada puesta en el sur andaluz.

¿Cómo nació tu pasión por la moda?

¿Qué te inspiró a abrir tu propia tienda de ropa femenina?

¿Recuerdas cómo fue el primer día que abriste Ana Boutique?

¿Cómo ha evolucionado Ana Boutique a lo largo de los años?

¿Qué ha significado para ti el hecho de cambiar de local un par de veces?

Tienes fama de tener un «estilazo» y un gran ojo para asesorar. ¿Cómo definirías tu estilo personal?

¿Qué buscas en una prenda cuando decides incluirla en tu tienda?

¿Por qué Italia y Francia son tus destinos favoritos para seleccionar ropa?

¿Cómo eliges qué tendencias traer a Antequera? ¿Sigues la moda o prefieres ir un paso por delante?

¿Cuál ha sido tu hallazgo más especial en algún showroom o feria?

¿Qué importancia le das al asesoramiento personalizado a tus clientas?

¿Cómo ves la evolución del gusto y el vestir de la mujer antequerana en los últimos años?

¿Crees que la moda puede transformar la confianza de una persona?

¿Has visto ese cambio en alguna clienta?

¿Tienes algún sueño pendiente con Ana Boutique?

¿Qué consejo le darías a alguien que quiere empezar un negocio de moda hoy?

¿Qué te gustaría que la gente sintiera al entrar en Ana Boutique? ¿Qué crees que siente?

¿Tuviste apoyo o fue una apuesta completamente personal?

¿Qué ha sido lo más desafiante de mantener una tienda de moda durante tantos años?

¿Ha habido algún momento en el que pensaste en abandonar o cambiar de rumbo? ¿Qué te hizo seguir?¿Cómo te has adaptado a los cambios en el comercio local o la llegada del mundo digital?

¿Qué ha sido lo más difícil de compaginar tu vida personal con la tienda?

¿Qué lecciones te han dejado los momentos más complicados como empresaria y mujer emprendedora?

¿Cuáles son, para ti, las claves del buen vestir?

¿Hay alguna prenda o combinación que consideres infalible para verse elegante?

¿Qué errores comunes ves en la forma de vestir de las mujeres y cómo los corriges?

¿Cómo haces para que una mujer que no se siente segura con su cuerpo logre sentirse favorecida y elegante?

¿Qué consejo de estilo darías que sirva para cualquier edad?
Pues, me quedaría con el consejo que se ha ido viendo en todas las contestaciones que te he ido dando, Elisabetta, que sean ellas mismas, que sean valientes para atreverse a vestir lo que les guste.


¡Ah!, Charles, Auxi tiene a la mejor sucesora posible si algún día, pronto o tarde, decide también hacer nueva vida al ritmo de sus amigas que se están jubilando. Es su hija Ana Álvarez. Aunque ella es abogada y le va muy bien en Madrid. Hará falta que ella quiera, pero ha bebido del estilo de su madre y sabe mucho del tema.


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