En ‘VERSAR’ volvimos a comprobar que ¡Ha nacido una estrella!: Irene Ruiz

«Un foráneo en el paraíso» | A modo de blog
Crédito de foto de portada: autora Andrea Cruz

Recuerdo muy nítidamente que cuando la vi actuar en Don Juan Tenorio que, magistralmente, han interpretado este año en dos escenarios simultáneos, la Iglesia de San Juan de Dios y en su patio, actores y actrices de Antequera Teatro, dirigidos por Jordi Aguilera y por Paula Ramírez, me dije a mí mismo emocionado:
¡Ha nacido una estrella!.
Hacía de Doña Inés. Era su primer papel a gran público y… ¡Dios mío!, ¡cómo lo transmitió!.

¿Era Irene Ruiz o era Doña Inés?. Se metió tan bien en el papel que no supe distinguir si Irene interpretaba a Doña Inés
o si Doña Inés tenía nueva vida en Irene. | Don Juan Tenorio / Antequera

Hubo una ocasión previa en la que la conocí. Fue hace meses, ella recitaba una poesía en la presentación, en la Biblioteca del Monasterio de San Zoilo, en Antequera, del exitoso y último poemario de Jamp Palô, ‘Habitación 501’. Manual para estrellas fugaces inoxidables .

Ese arte que tiene para declamar y actuar fue la llamada a una nueva participación en escena. Días después era requerida por el organizador de un encuentro de poesía en Antequera, que ya ha trascendido en los ámbitos culturales de la vida social antequerana, que tendrá nuevas ediciones y en el que recientemente la hemos visto. En ‘VERSARdonde no nos han sorprendido sus excelentes interpretaciones, porque nuevamente ha sido maravillosa, como siempre.

Para muestra de ‘VERSAR’ os adelantamos este breve tramo del vídeo completo que subiremos y comentaremos próximamente sobre la primera edición de este acontecimiento cultural de iniciativa ciudadana que ha respaldado el Área de Cultura del Ayuntamiento de Antequera.

En este momento en escena: Irene Ruiz recitando. Sentados, Olga Montemayor e Isidro Arroyo. María Martínez al violonchelo y Raquel Martín, bailaora.

El 17 de diciembre debutará en la superproducción teatral ‘El Hijo del Hombre’ del gran Manu Fernández, en la Iglesia del Carmen de Antequera en un papel tierno y esplendoroso que encandilará a los espectadores.
Y yo auguro, sin ser un experto, pero sí un gran espectador, que Irene triunfará en muchos lugares de España y, si me apuras, lector, ¡del mundo!. ¡Esta joven vale un montón!.


Aunque participó en ‘Fausto’ y en otras obras interesantes, su público era medido ya que representaban en la Escuela en «circuito cerrado teatral» sin apertura a público general.

Es antequerana. Estudió la mayoría de los años en La Salle, donde su padre es un afamado profesor y uno de los «culpables» de la fuerza y el éxito del Balonmano en Antequera.
Se trasladó al IES Pedro Espinosa para hacer el Bachillerato de Artes. «Me costó separarme de mis amigas de entonces, pero encontré a Alba a la que quiero con mi corazón»

Empezó también el conservatorio con nueve años aquí en Antequera, continuó los cursos superiores en Málaga y hoy está graduada también en Profesional.

Me habla de un tiempo de desorientación posterior al finalizar Bachillerato y el Conservatorio.
Es una intimidad (relativa) que no me ha prohibido contar por si le viene bien a otros jóvenes para que no desesperen y encuentren su hueco. Muchas veces el camino se pone al andar.
«No me gustaba nada, nada me interesaba, todo me parecía fatal, no había nada. Y un día mi madre, antes de hacer selectividad y todas estas cosas, me enseñó un vídeo de una escuela de Málaga de Arte Dramático, la ESAEM, que es la escuela de Antonio Banderas».

«En cuanto vi el vídeo, yo dije, madre mía, esto qué es? ¿Cómo es que nunca me he planteado hacer esto?. Entonces flipé».

«¿Qué pasa?, porque yo no soy rica. Me dije, pues esto mismo lo puedo hacer en la pública. Ya está, Y además me daban el título oficial de graduada, entonces dije, pues venga, pues hago las pruebas en la ESAD de Málaga, que también tiene un gran prestigio. Gané plaza en Textual, aunque a mí también me encanta el Musical. Este verano he finalizado los estudios reglados. (los reglados, porque «motu proprio» sigue estudiando ya que sabe que una actriz siempre debe estar en formación, como casi todas las profesiones)

Y…terminaste la carrera, ¿lo pasaste bien?
«Mi promoción era genial, ha sido un grupo tan bonito, todos nos caemos bien, nos queremos, entonces fue guay, fue muy bueno».

Aunque yo pienso que el gusanillo del arte escénico le viene de saga, que lo lleva en vena, de su madre la genial Olga Montemayor; creo que es bueno recordar la extraordinaria labor de los colegios al inspirar en la chavalería el Teatro en las representaciones de Navidad y fin de curso o en actividades complementarias. Es muy meritorio que desde la infancia y en la juventud les sugieran subir a las tablas ante público colegial y padres y abuelos. Ello hace que resuene en algunas personas, en algún momento de su vida, esa llamada del arte sembrada.
Ella recuerda a D.Víctor en La Salle cuando de pequeña representaban «Cuento de Navidad» o «Charlie y la fábrica de chocolate»…

Irene es simpática, yo diría que detrás de su cara inicialmente seria, a renglón seguido con activación inmediata en la conversación, es dicharachera, empática, muy juvenil, ingeniosa, derrochando modos y maneras de su juventud, de una generación muy vital, que en la mayoría de los casos, como ella, es además responsable (la puedes ver por las calles de Antequera o de Málaga, con sus cascos puestos memorizando el próximo papel y acoplando en su mente la puesta en escena, ensimismada aprovechando el tiempo. Se llama vocación. Contagia su pasión por su trabajo, ya es profesional, pero mantiene la frescura de su afición).


Hiciste Bachillerato de Artes porque…
Porque me gustaba y me gusta y se me da muy bien, yo quiero dibujar también, a mí me encanta. Yo …pintora.

¿Sientes que llevas arte dentro en diferentes facetas?
Es que me gusta mucho, que si la fotografía, la pintura, la música, todo eso en general. Siempre me ha gustado muchísimo, lo que pasa que es lo que yo digo, mi madre me regañaba con ello, decía, «de todo un poquito no puede ser, céntrate un poco, aprendiz de mucho es maestro de nada», así que me metí en la cabeza que tendré que dedicarme a algo y ser constante y enfocarme en esa cosa y darlo todo.

¿Qué instrumento tocas?
La viola. Mi madre dice eso, dice: tú eres una actriz que toca la viola. Digo, pues sí, yo violista no soy, porque ya no tengo ese nivel, pero sí soy una actriz que toca la viola.

¿No haces Teatro Musical?
Si tuviera un papel que funcionara, sí. Lo que pasa es que… es que el problema también… es que… a ver… esto parece un poco excusa, ¿no?. Pero dar clases de canto, dar clases de baile… Es como que a todo hay que ponerle una inversión tan grande… de tiempo y de dinero. Sí, de tiempo y dinero, que al final siempre como que no puedes hacer todo lo que te gustaría. Mientras he estado estudiando, he estado trabajando también. El tiempo es limitado.
Y caduca y es efímero. Tempus fugit. Tienes razón, hay veces que no cabe todo.
Ya no sé si he fallado en eso, pero bueno, como que tengo muchísimas ganas de apuntarme a clases de baile porque yo sé que puedo sacarle mucho partido y a mí cantar me encanta. Pero ¿qué pasa?, que a nivel técnico vocal me tienen que enseñar un porrón, ¿sabes?. Entonces, pues bueno, no es que lo tenga apartado, a mí me apasiona, me encanta, pero es verdad que en la carrera me he enfocado más a ir a mis clases de dicción, en la técnica vocal, en todo lo que tiene que ver con eso, estar en presencia escénica, el cuerpo obviamente tonificado y activo en escenarios.

He trabajado mucho en mi carrera la interpretación textual. Entonces la musical, la tengo ahí un poquillo…
Hice un papel el año pasado para un musical, (ríe y no para) pero no canté ni nada, me dieron…
Yo era una vaca, (ahora río y no paro yo tampoco) hicimos «Into the Woods» en la ESAD y pues hay un personaje que es la vaca, y entonces pues bueno, le di mucha corporalidad, mucha presencia, mucho tal, pero es verdad que estaba dentro del musical, pero ni cantaba ni bailaba ni nada, pero bueno, un poquillo más cerca de estar dentro del musical sí, eso lo tengo pendiente…
( Fíjate, lector, el arte que tiene, dice: «le di mucha corporalidad, mucha presencia, mucho tal«)


No es menosprecio a… pero de hacer de vaca, a los papeles que tienes en el presente, va un trecho.
También he hecho otros papeles, Charles. Profesionalmente yo no he trabajado mucho en esto… ahora es cuando estoy empezando a trabajar en esto, tener esa dedicación. Decir, yo quiero trabajar de esto.
Quitando este año, las obras que he hecho han sido en mi escuela.
En la ESAD se hacen castings para entrar en las distintas obras y tuve mi primer papel importante, éramos cinco personajes y estuvo muy chula, hicimos ‘Fausto’. Y el director, Daniel Galbeño, que ya es director profesional, en ese momento era alumno, pues hizo para mí una obra fantástica.

En su conjunto el texto era una fumada, fumada me refiero a que era muy complicado. Y lo trabajamos tanto para que se pudiera llegar a entender porque no es fácil entender una obra de esa consistencia.
Para mí un recuerdo chulísimo y todo el proceso de ensayo fue una pasada, tanto en la expresión corporal, lo que hicimos, la música que había, los diferentes personajes que tuve que hacer, porque no era solo uno, había que desarrollar más de uno. No sé, las luces, el espacio escénico, todo me pareció tan… ¡pedazo de obra que se había marcado este chico, que la disfruté muchísimo! y mis compañeros fenomenales. Es que fue una obra profesional. Entonces yo ahí dije wow, esto es una pasada. Esto es lo que yo quiero hacer…

¿Ahí es donde te identificas?.
Sí. Realmente es en el medio teatro, o el medio actuación o interpretación…
Tú vales mucho, imagino que no te descubro nada que no te hayan dicho, y sé que el éxito no se te va a subir a la cabeza.
Es que el teatro, es que, cuando tú estás haciendo teatro, es tan… lo que se mueve por dentro es que no sé cómo explicarlo, es… es como cuando… tienes conexión con alguien, con algún chico, alguna chica, como ese feedback. Igual. Es que estás en el escenario y yo cuando estoy siento esa energía que se genera ahí, que se acumula, bueno… cuando va bien pues a mí me recarga. Cuando funciona eso todo en su conjunto sales recargada, es una pasada. Nunca lo he vivido ni con el cine ni con nada. He probado un poquito de doblaje, el doblaje también me gusta muchísimo, es muy guay, pero es que no tiene nada que ver, es que es diferente, son otras cosas.
Ahora que acabo de terminar la carrera pues yo quiero seguir estudiando, tengo 23 años, tengo tiempo todavía.


¿Te preocupa el futuro?
Pensarlo se me haría cuesta arriba. Vale, sé que somos «un producto» y nos tenemos que dar a conocer y vender lo que hacemos. Que eso esté ligado a mi forma de ser social me da tanta… que a veces se me hace un poco cuesta arriba porque es como… Vale, si quiero por ejemplo tener futuro y trabajar, lo primero que tengo que hacer es conocer a muchísima gente porque si no, en esta profesión no entras en nada. ¿Dónde está la gente? En Madrid. Poco a poco estoy haciendo cosas, poco a poco pero me pasa igual que es que me quedo un poco que hay que saber moverse y yo soy un poco lenta para eso.
Me cuesta mucho porque me encantaría trabajar en esto con mayor frecuencia, pero fuera de mi trabajo soy Irene, soy una chica antequerana que aunque he tenido vuelo, ahora estoy en mi raíz y que come todos los días con su abuela, ¿entiendes?.
Hoy por hoy me agobiarían otras presiones. Habría que irse a Madrid, buscar representantes, hay que venderse, hay que estar activa todo el rato. Muchas redes sociales, que eso también es una esclavitud. Es que yo creo que eso es como marketing puro y duro con tu propia persona. Entonces tienes que estar todo el rato, pum pum, no sé qué. Por eso creo que tampoco tengo ahora la trayectoria que podría tener.
No es que no quiera tenerla, simplemente quiero medir los pasos. He dicho, bueno, espérate que hay tiempo, ¿no? Hay gente que dice: no, ¡ya!, porque si no, se me pasa.

En este momento, yo soy más de instinto. Ahora mismo no me ha hecho falta, ni me he agobiado, ni he dicho, madre mía, se me está pasando ya. No, simplemente digo, vale, ya será el momento, ahora mismo me tengo que organizar, me acabo de graduar.
Eso, es que acabas de salir al aire. No haces mal caminando «festina lente» (apresúrate despacio). Paso a paso.
Es que ahora todavía no tengo ni idea de qué hacer con mi vida. Me digo, espérate Irene, ya habrá tiempo de todo, no sé…
Y bueno, por eso, ahora que ha pasado un poquito de tiempo, pues ya sí puedo pensar qué hago el año que viene si tengo dinero, si he podido ahorrar, si he trabajado, si tengo las cosas algo más claras… por ejemplo…venga, vámonos a estudiar cine o …, vamos a hacer esto o aquello.
Pero mientras tanto, ¡¿a dónde vas tía?!. Si no tienes ni trabajo, ¿quién te va a pagar el piso en Madrid? ¿tus padres?. ¡No, guapa, tienes 23 años. No sé, ¿sabes?. Como que prefiero tener otro «yo» más organizado. Que sí, que vale, a quien se lo pueda pagar sus padres. Oye, que guay, ¿no?. Pero a mí no me gusta, yo prefiero…
(sensatez, madurez, valentía, cordura…así llamo yo a esta respuesta)


Ahora que has hablado del doblaje, ¿cómo ha influido tu madre en ti, en que pueda gustarte esta faceta?. Te aclaro que para mí tú eres tú, con mérito propio, y te he visto brillar a ti, no me lo ha contado nadie. Sé de tu valor, pero es como si le pregunto a la hija de una médica cómo ha influido su madre en su profesión.
Te entiendo Charles, no hace falta que me aclares mucho, para mí mi madre es un orgullo. Y es la que más cree en mí, en mis dones, en mis cosas, en todo. Incluso yo a veces por plena tontería de… pues yo qué sé, son momentos en que tú pasas por etapas de tu vida y hay momentos que estás más triste, que no te lo crees, hay etapas que… Pues lo que nos pasa a todos, que estamos de bajón,
-Irene, Irene, Irene, venga, venga, venga y tal,


Y le habla a la gente de mí. Es la que… pues mi hija hace tal. Pues Irene Ruiz, actriz antequerana, no sé qué…
Siempre está presente y además, incluso desde que empezamos la carrera…
Yo aprendí muchísimo, muchísimo porque es que… es una… o sea, que ella sabe… es…
(su cara no necesitó ser asistida por palabras en voz, su gesto lo dijo todo, y no podía ser más bonito)
Un instante de suspiro emocionado

¿Pero Doblaje lo has hecho porque ella te ha empujado, porque es interesante o porque a ti también te gusta?
A mi también me gusta, ella me empuja a todo lo que te digo siempre. «Oye mamá, pues estoy pensando, me han mandado una invitación a una escuela de doblaje, una clase gratis para ver qué tal, así que…»
– Hazlo cariño, claro, tal…
Ella siempre, todo lo que sea artísticamente, bueno, y en todo, siempre me apoya. Siempre, siempre, con el doblaje, con las clases de danza, con el canto, con todo, siempre que sale algún casting,
– ¡Irene, preséntate!.
– Mamá, pero es que tengo que cantar tal canción.
– Y tú puedes cantar esta canción perfectamente.
Hace semanas me insistió en que me preparara un casting para la obra ‘El Hijo del Hombre’ que se representa aquí el 17 de diciembre. Había un personaje de la Virgen María de niña que, bueno, se había quedado un poco libre, me presenté y estaré.

Sí, sé que Olga, tu madre, hace de María Magdalena y Carmen Partida de esposa de Pilatos. Que es una obra interesantísima. Ya sois tres actrices de Antequera quienes participáis en ella.

Hablamos de la «impro» en el teatro. Me comentó lo atractivo que son estas técnicas de improvisación.
Al principio era una vergüenza porque no teníamos ni idea. Era lo primero que hacíamos, «impro» para soltarnos.
Al principio, por ejemplo, las improvisaciones que hacíamos eran improvisaciones sencillas, tú haces lo que quieras, improvisas, venga, no sé qué, ¿no?. Pero al ir avanzando la carrera nos exigían improvisaciones con reglas, más complicadas, improvisaciones que de verdad piden de ti una estrategia. El protagonista quiere algo, el antagonista se lo niega, tienes que hacer planes en tu cabeza para poder conseguir esa cosa. Entonces, aprendí estudiando a Layton.
Las improvisaciones me fascinan. Bueno, las improvisaciones que yo conozco. Hay muchísimos tipos de improvisación. Pero a mí, por ejemplo, las que me han hecho en la carrera me parecen unas chuladas. Y además es un medio para perder vergüenza, para conocer a tu compañero, para estar… creo que son tan importantes para la presencia escénica.
Es que es tan importante, me parece súper primordial para saber estar en escenario.


De tu etapa formativa en el teatro, ¿qué es lo que más te ha llamado la atención o que te haya captado? ¿Quizás la improvisación?
Sí, yo creo que sí. Que es una de las técnicas que más me ha llenado.
Pero cada cosa que he dado en la carrera es como que ha despertado en mi persona una nueva faceta, que a lo mejor no tenían idea de… Porque eso nos pasa mucho. Es que el teatro es muy mágico por eso, porque… Tú eres una niña corriente que lleva toda su vida en Antequera, no has salido de tu casa, te da vergüenza pedir un vaso de agua, ¿me entiendes?. Y todas esas cosas. Y luego, por ejemplo, con las improvisaciones, aprendes a tener más desparpajo, se te ocurren ideas, ves que eres muy original, y no solo tú, tus compañeros, y tú te dejas llevar y así.
Luego, por ejemplo, en segundo de carrera cuando estudiábamos la Comedia. Yo me moría de miedo porque la Comedia es tan difícil y no me veía capaz de hacerlo. ¡Pues la hice!, y yo soy la graciosa del grupo de mis amigas.

Ole
Hasta entonces, yo no era capaz de ponerme en el escenario y decir algo bueno en clase y hacer un ejercicio en condiciones porque me moría del miedo y descubrí esa faceta mía que sí puedo, que puedo hacer Comedia porque hay unas reglas también para hacerla…
Me pasó parecido estudiand el siglo de oro. Descubrí tantas cosas relacionadas con esta profesión…

En cuarto de carrera me dieron un personaje que a mí no me gustaba, ¿qué hice?. Lo tomé diciéndome, este personaje lo hago yo, lo saco como mejor pueda, es mío, yo lo creo. Es como que cada cosa es un aprendizaje y he sacado esa cosilla, no sé, como que cada año ha sido muy especial, es que no sé qué diría yo, lo que más he aprendido. Son muchas cosas, habilidades… pero también me ha construido.

¿Y esa etapa formativa qué crees que ha aportado a tu persona en el cambio de tu vida?
¡Uy un montón!. Soy otra persona.
¿Te has modelado a ti misma?.
Sí y aparte también me he enriquecido de las relaciones personales que he creado durante la carrera. La ESAD es una carrera muy difícil aunque la gente piense que es cachondeo. La gente me refiero a que cuando yo digo que he estudiado arte dramático, les pueda parecer algo light. Yo no he hecho enfermería, no he hecho medicina, no he hecho derecho. ¡Pero es que es tan importante lo que yo he hecho también, de verdad!.
Paralelamente te va construyendo el tema de las relaciones personales, de los sentimientos, de cómo tú como persona eres capaz de transmitir eso y que no te influya a ti también. Es una formación muy completa.
Yo ahora mismo acabo de salir, yo no soy profesional todavía de forma constante, pero cualquier actor o actriz profesional sabe de lo que estoy hablando y yo no tengo nada de experiencia igual que esa gente. Pero el arte dramático es un trabajo continuo, personal y para los demás, tan grande que cansa muchísimo físicamente, mentalmente cansa muchísimo también. Nosotros nos tiramos todo el día estudiando, ensayando, haciendo prácticas. También tenemos teoría, cómo entender todos los autores, entender el transcurso, cómo cambia también la época moderna, las performances… es como una carrera global que te curte, ¡te dice tanto personalmente!
Todo eso te nutre muchísimo, es súper importante, es que no sé, es amor puro a la profesión, de verdad, de verdad.



Eres muy joven, ¿a quién te gustaría parecerte?, ¿hay un estereotipo que te gustaría seguir?
A ver… Esto es que es muy complicado, ¿no?. Yo soy Irene, no tengo ninguna identificación con nadie.
No quiero que quede muy egocéntrica en este comentario, pero es verdad que no… No.

Pero, por ejemplo, ahora que me haces esta pregunta, pienso que yo me parezco un poco a mi madre actuando.
Y me gustan los Serrano y ver a Belén Rueda que lo hace tan natural y tan bonito y es que tú dices ¡qué bueno!, ¿no?. Yo soy más de esos gustos. Entonces, por ejemplo, Belén Rueda me encanta.


También Belén Cuesta… que encima ha estudiado en la ESAD. Es que me parece increíble esa mujer porque es pura naturalidad.
Mujeres naturales. Meryl Streep, me muero por ella. Es que, de verdad, yo que sé. Me encantan. Mujeres que las vea su arte y veas que no es postureo. Es que está diciendo el texto de verdad, tan bonito y tan… no sé. Me encanta.

¿Actores?.
No sé, mira… No sabría yo decirte bien, pero hay un actor que me flipa que se llama Quim Gutiérrez.
Me encanta, porque es natural. Todo lo que dice me hace gracia.
Pero ya más serios… Bueno, yo estoy hablando de actores españoles.

¿Y un hollywoodense?
Ah, bueno, a ver, hollywoodense…
Sí, me gusta mucho… ¿Cómo se llama este hombre? Mira, este sí sé buscártelo.

¿Cómo puedes aprenderte unos textos extensos y ahora se te olvida un nombrecillo de estos?
¿Yo?. Porque todo hay que decirlo, que yo tengo TDAH y que no me acuerdo. ¿Cómo se llama? Ethannnn…
¿A ver quién es, enséñamelo?
Ethan Hawke. Me flipa. Este actor me parece maravilloso. Me encanta. Ethan Hawke, me encanta.
Y seguro que hay un montón más, pero es que no, que no me vienen ahora.

¿Tú ahora mismo no tienes claro dónde quieres llegar?
Sí, claro que sí.
¿Dónde quieres llegar?
Yo quiero ser actriz de teatro en todo su contenido artístico. Yo quiero actuar y tener tablas en muchísimos sitios.
Me da igual que haya cinco personas viéndome o que haya doscientas. Obviamente, si hay doscientas flipo un rato mucho mejor, ¿no?. Es que estoy aprendiendo cómo proyectar las cosas. Pero yo soy de paso a paso. Ya verás. Yo sé que voy a ser actriz.

Ya lo eres.


Antequera. ¿Vienes?, ¿vas?, ¿te quieres venir aquí?, ¿no te lo planteas?.
Yo siempre, desde que empecé la carrera he sido malagueña total. Me gusta mucho Málaga, me encanta.
Yo renegaba de Antequera, me parecía una ciudad, aburridísima para gente de mi edad. ¿Qué pasa? Que la vida me ha dado un poquito una torta sentimental en la cara y Antequera se ha convertido como en un refugio para mí. Entonces la veo de otra forma. Ahora veo mi familia, la tranquilidad, esa paz, esa cosa que … También a lo mejor porque he madurado de otra forma que yo no me esperaba. Y bueno, eso, también he encontrado ese refugio, esa cosa de ahí dentro del alma. Creo que por ahora, al menos este curso, sí voy a quedarme aquí, sí voy a estar por aquí. Obviamente me voy a estar moviendo, pero sí, creo que es momento ahora mismo de asentarme en la idea y crear esa rutina importante que necesito para evolucionar, para hacer las cosas bien. Entonces creo que Antequera es un buen sitio para regenerar energías y cosas buenas y luego ya me voy. No sé el tiempo que voy a estar aquí, nunca se sabe, pero sí tengo proyectado para el año que viene, incluso para verano, moverme.


Buena suerte, Irene, tienes una carrera muy prometedora por delante. Nos veremos más veces, porque voy a seguir tu trayectoria. Me pareces una persona excelente y una actriz que te sales.
Las que tú quieras. Tienes en mi carrera de actriz, butaca de palco.